4.4K 449 56
                                    

Estoy recargado sobre el auto, con aquella cajita de madera con un moño rojo, estoy frente a la tienda, mientras veo como cierran
Es entonces cuando ella sale de la tienda con su abrigo en manos y su bolso, pero al verme, abre sus ojos con sorpresa, pero pretende ignorarme, quiere caminar al lado contrario de dónde yo estoy, pero me acerco con ella y tomo su brazo

—______, espera —Dije llamándola, ella solo me daba la espalda, así que me coloque frente a ella

—¿Qué haces aquí? —Me pregunta ella con el ceño fruncido y nerviosa

—Yo quise venir a ver y a entregarte esto —Dije mientras le daba la cajita, ella la tomo vacilante, la abrió con cuidado y vio el brazalete de plata que ella me había ayudado a elegir

—¿No le gusto a su novia? —Dijo ella con tristeza

—No lo sé... Se lo acabo de dar —Dije con una pequeña sonrisa juguetona, pero ella rápidamente me mira a los ojos y niega, me entrega la caja en las manos

—No, esto...

—Para mi, jamás dejaste de ser mi novia —Dije acercándome cada vez más a ella, sintiéndola temblar levemente, la brisa fresca del aire chocaba en mi cara y a ella le volaba el cabello, la miré a los ojos y cientas de emociones se apoderaron de mi

—Yo... —Dijo ella mientras veía sus ojos cristalizarse, no pude evitar sentir que mi corazón se contrajera con fuerza

—No llores, amor mío —Dije mientras colocaba una de mis mano en su mejilla, se que esto para ella debe ser demasiado difícil... Verme después de todo lo que pasó...

—Chris... —Dijo ella mirándome a los ojos, sin pensarlo más, acuné su rostro entre mis manos y acerque mi boca a la suya, para dejarle un beso tierno, lleno de amor... Como quisiera que ese beso le dijera todo lo que yo siento por ella.
Disfrute del rico sabor de aquella boca ajena, no me quería despegar por más que mis pulmones lo necesitarán, quería besarla hasta morir, mordí levemente su labio y una de mis manos se acercó a poner el cabello de ella que caía en mis manos hacia atrás, mientras tomaba su nuca para no alejarme jamás de ella

Cuando ya no pudimos resistir, me tuve que separar de ella, pero no por completo, nuestras narices chocaban y nuestras respiraciones se mezclaban

—Ven conmigo, prometo que no te arrepentirás —Digo tomando su mano, ella me mira a los ojos, esos ojitos preciosos que ahora están húmedos, ella asiente y subimos a mi auto con rapidez, comienzo a conducir hacia mi casa, necesitamos hablar, quiero besarla, quiero estar con ella... Quiero todo con ella

Después de conducir apresuradamente, de que ella me regañara por exceder la velocidad, llegamos a mi casa, entramos con rapidez, tomados de la mano

—¿Dónde estamos? —Me dice ella un poco nerviosa, yo solo me acerco y le quitó el suéter y la bolsa que trae

—Esta en mi casa, literalmente me mudé ayer —Dije con gracia, ella asíntio y le miro, seguía de pie ahí, nerviosa —Ven conmigo —Dije antes de tomar su mano y subir hacia mi habitación, tenía varias cajas aún, lo único que había era una mesita de noche, una la para y mi cama individual, la acerco a mí y nos sentamos sobre el colchón —Yo te amo, ______ —Dije antes de volverla a besar, ella me sigue el beso y poco comienzo a recostarla sobre la pequeña cama, mientras me coloco sobre ella

—¿Vamos a tener sexo? —Me pregunta ella curiosa en medio de nuestro beso, me separo levemente de ella y la miro a los ojos

—Solo si tú quieres, yo estoy totalmente entregado a ti —Dije mirándola con una pequeña sonrisa

—Me asusta un poco —Dice ella nerviosa

—Yo estoy aquí para cuidarte, en todo —Dije mientras subía una mano a su rostro y lo acariciaba

—Quiero hacerlo —Dije ella apenada, veo su rostro sonrojarse por primera vez, sonrió y comienzo a dejar besos sobre su cuello y boca, mientras que poco a poco, soy yo quien nos va deshaciendo de nuestras prendas, ella me mira un poco apenas, pero no sé detiene, nuestras manos juegan por todo nuestro ser, parecen que no pueden quedarse quietas

Termino de quitarme absolutamente todas las prendas, al igual que ella, solo me falta aquel sujetador, dirijo mi mano al broche y lo desató, pero a instante ella se cubre

—No —Dice con miedo, la miro y no se que hacer

—No tienes nada de que avergonzarte —Dije, pero ella negó, comenzó a hacerse bolita sobre la cama, así que rápidamente tomo mi camisa blanca y se la coloco, ella se siente un poco más en confianza —Ven aquí —Dije mientras nuevamente la pegaba a mi, para besarla...

DIFERENTE||C.V. Y TÚ||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora