— no, esto es más que suficiente, a mi hermano le encantan las sobras

— a proposito, nunca te hemos preguntado como se llama... — dice King curioso

— se llama Mild, pero le gusta hacerse llamar Hawk. Dice que le queda bien — veo formarse un brillo particular en sus ojos, eso sucedía todas las veces que hablaba de su hermano

— entonces, salúdanos Hawk de parte nuestra

— lo haré... nos vemos mañana — gritaba mientras se alejaba corriendo. Ya se está acercando la noche y es muy peligroso para un niño girar sólo por estas calles. Pero el es diferente... me recuerda a mi cuando tenia su edad.

Nos dirigimos a casa con un aire cansado. Mientras atravesamos el bosque, Ban hacia sus sólitas batutas sobre la altura de King y este se quejaba de que mi mejor amigo no lo dejaba en paz. Yo solamente me reía y escuchaba su discusión habitual. Nuestros días eran todos iguales. Mismos clientes, mismas conversaciones y el sólito camino para regresar a nuestro hogar. Algunas personas pueden pensar que es aburrido, pero yo soy feliz así. En pasado ya tuve demasiados problemas. Lo unico que quiero es una vida tranquila y la encontré. ¿Que podría ocurrir ahora?

— mira capitán — King señala un árbol caido que estaba en medio de nuestro camino.

Ban se acerca lentamente hacia ese árbol y después mira a su alrededor. De repente su expresión tranquila cambió por una sorprendida y asustada a la vez — hay personas aquí ¡vengan a ayudarme! ¡Estan heridas!

Nosotros dos corrimos hacia el y lo ayudamos a sacar aquellas personas de ese lugar. Eran tres chicas. ¿Desde cuando estaban allí? ¿Están vivas? ¿Que hacian por aquí? En esta zona non pasan muchas personas... tenia demandas preguntas pero lo más importante ahora era curar sus heridas.

— seguramente estan muertas, vámonos... — Ban aveces puede tener un corazón de piedra. Se que en pasado el ya había probado a ayudar los demás pero esas personas nunca lo apreciaron. Pero no creo que sea solamente esto... hay más. El único problema es que a Ban no le gusta contar su pasado a los demás.

King pone un dedo debajo de la nariz de una de ellas — respira

— entonces tenemos que ayudarlas. Llevémoslas a casa

El alto chico de cabellos plateados no parecía muy convencido, pero hizo como dije, agarró una de ellas en las espaldas y se la llevó hasta nuestro hogar. Escanor... mantendré mi promesa.

El oji miel apoya la chica a lado de las otras. Voy en el otro cuarto para agarrar los vendajes y las hierbas medicinales. Cuando encontré todo el necesario estaba por regresar hasta que sentí unos rumores. Me apresuré a ir en el salón. Una de esas chicas se había despertado y no queria quedarse quieta. Mis amigos intentaban explicarle que estaba en un lugar seguro, pero ella parecía demasiado asustada para escucharlos.

Me acerco con la mejor sonrisa que podía mostrarle, me agacho y la miro en los ojos — Debes estar tranquila, nosotros queremos solamente ayudarte

Ella para de moverse y se tranquiliza, luego mira a su alrededor. Era como si estuviera buscando algo... o alguien. Cuándo vió la chica rubia a lado suyo la abrazó fuerte. La peliplateada sussurra algo que no pude oír.

— ¿como te llamas? — pregunté sin borrar mi sonrisa

Ella me mira sorprendida, luego me responde tímidamente — E... Elizabeth

— es un placer conocerte Elizabeth, yo soy Meliodas y ellos son mis amigos Ban y King — digo mientras los señalaba. Detengo mi mirada en sus brazos llenos de arañazos — ¿esas heridas te duelen?

Cómo nuestros destinos se cruzaronWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu