Capitulo 4

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Madre

Rumbo hacia las escaleras detuvo su andar al escuchar la voz del alemán que se había encerrado en la habitación con los dos niños, asomando un poco su mirada movió un poco la puerta lo suficiente como para poder ver que hacia el alemán

La imagen del alemán sentado en el suelo que permanecía de espaldas a la puerta mientras el niño se dedicaba a gatear por la alfombra moviendo sus juguetes de un lado a otro bajo la mirada de su padre en lo que la niña se dedicaba a llevarse todo lo que podía a la boca mientras estaba sentada sobre el regazo de su padre quien con paciencia le retiraba las cosas de las manos            

Mordió su labio inferior para no emitir una risa al escuchar la voz del alemán tan dulce y suave, le daba demasiada gracia y quizás un poco de ternura como el alemán que era con ella y el que era con sus colegas no tenían ni una mínima cosa parecida con cómo era con sus hijos

 Permaneció callada mirando la escena apoyando su cabeza sobre el marco de la puerta cruzándose de brazos mientras disfrutaba la escena tan linda y cálida que protagonizaban el alemán y sus dos bebés     

 Los chillidos del niño que gateaba por la habitación jugando con emoción haciéndole sacar una risilla que hizo voltear al alemán de manera brusca y miro hacia la puerta primero con espanto luego con la nariz arrugada en clara muestra de disgusto

-- ¿Me estas espiando? -- le pregunto con brusquedad ya habiendo notado la mirada curiosa de la bicolor que trataba de no reírse en toda la situación. La latina abrió la puerta total ya había sido vista y no tenía ningún sentido seguir escondida de la mirada del alemán que no parecía para nada contento con la situación

-- No corazón, vine a ver si les hacía falta algo y los vi muy entretenidos no quería interrumpir tan bonita escena – mintió con descaro la bicolor mirando con ternura a los dos pequeños que pasaban a estar en su mundo y jugar entre ellos

-- No necesitamos nada. – le dijo con firmeza y un tono de voz cortante que le hizo soltar una carcajada baja -- ¿Puedes irte? -- le pregunto a la latina quien asintió con la cabeza y evitando soltar risillas se dio la vuelta y siguió con su camino

El alemán se quedó con sus hijos solo antes de ponerse de pie e ir a cerrar la puerta vigilando que la latina no estuviera cerca rondando pese a que fuera la casa de ella en la que se encontraba ......Unos días más tardes después de que el alemán se retirase y dejase oficialmente a sus hijos bajo el cuidado de la bicolor y de darle instrucciones bastante específicas sobre cómo cuidar a los pequeños

Durante la madrugada la bicolor se vio obligada a levantarse nuevamente de su cama por los agudos llantos de ambos bebés, dando un corto bostezo se introdujo en la habitación que les correspondía a los niños

Una vez dentro de la habitación de los dos niños se acercó a la cuna donde dormían los dos pequeños sintiendo su corazón estrujarse al ver las gruesas lágrimas de la niña recorriendo sus mejillas para después tomarla en brazos y acomodarla sobre su pecho mientras la mecía con cuidado y de manera rítmica en busca de calmarla

-- Oh meine Liebe... nichts passiert... (Ay mi amor... no pasa nada....) – le hablo con voz suave siguiendo el trato que había hecho con el alemán, que a decir verdad ese punto le daba algo de gracia, aun eran muy pequeños como para andar repitiendo palabras pero igual entendía el punto del alemán que casi nunca estaba con los niños y ellos debían de estar todo el tiempo escuchando su idioma aun así no le quitaba que le diera mucha gracia

En silencio y con calma se acercó a uno de los muebles de la habitación donde reposaba una fuente con agua caliente y unas brasas que mantenían las mamaderas de los dos niños tibias, era muy perezosa como para ir dando más vueltas por la casa que las justas y necesarias. Tomo una de las mamaderas y se acomodó cerca a la cuna para mecer a la niña mientras cuidaba al niño quien miraba con sus ojitos abiertos toda la situación

Una vez la niña se durmió y fue colocada en su cuna volvió su atención al pequeño que sonrió apenas vio a la latina empezando a mover sus piernitas con emoción haciendo sacarle a la latina una sonrisa

--Was bedrückt dich, meine Liebe? Hast du auch Hunger, schönes Baby? (¿Qué pasa mi amor? ¿Vos también tenes hambre bebé hermoso?) – le hablo al niño con una voz dulce y algo aguda antes de cargarlo en brazos y repetir lo que había hecho con la niña hasta que los ojitos del pequeño se volvía a dormir -- Nun ja... alle gehen schlafen, Ale (Ahora si.. todos a dormir Ale ) – susurro mientras arropaba a ambos niños

Se quedó en la habitación un poco más para darles unos mimos en las mejillas y el pelito muriéndose de amor mientras se quedaba mirándolos con extremo cariño

--Tan bonitos que son... y pensar que su padre es un pelotudo... -- comento para sí misma con una sonrisa dulce y llena de gracia al pensar en el alemán y sus caras tan diferentes que disimulaba muy mal – Una oveja con cuero de lobo es su papá -- les dijo con una risa de fondo antes de dejar un último beso sobre las mejillas regordetas de los dos niños antes de volver a su cama y poder dormir lo que pudiera antes de que se volvieran a despertar 









Holis, bno no se, cosas ah 

Capitulo medio de relleno medio de transito para el capitulo que viene

Voten perris 

Addio

Entre rosas y pólvora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora