Los Williams. Capítulo 21.

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– ¿Sucede algo amor? –ella pasó un brazo por mis hombros y caminamos en dirección a mi casillero.

–Mi papá, eso sucede –frunció su entrecejo. Pasé mis dedos por su rostro y relajó su semblante.

– ¿Mejor? –sonrió y asintió –Ahora dime que ha hecho mi suegro –sonrió más aún.

–Habrá una cena en la casa de una familia inglesa que recién llegan a New York –abrí mi casillero y sacaba mis libros –Y mi mamá ayer me pidió que fuera a la casa. Cuando llegué mi papá me presentó ante a unos de los hijos de la familia –abrí mis ojos sorprendida, sonaba a los mismo que había ocurrido en mi casa la pasada noche –Así que tendré que acompañar a Clark Williams en la cena –suspiró.

–Bueno, supongo que entonces a quien yo acompañaré será a su hermano Josh –ella volvió a arrugar la frente y nuevamente pasé mis dedos por su rostro.

–Supongo que tendremos que hablar con nuestros padres después –dijo decepcionada.

–Supongo, pero no te pongas así –besé sus labios.

–Chris irá con la hermana de ellos, parece que su novia lo terminó por eso y él tampoco está feliz de acompañar a la menor de los Williams –tomó mi mano y caminamos hasta mi salón.

–Nos vemos en el almuerzo –una vez que llegamos me besó para irse a su salón.

POV Lauren

El viernes había llegado más rápido de lo que podía imaginarme. Mi mamá me obligaba a llevar un vestido de corte evasé de olor carmín con unos tacones negros, mi cabello ondulado y con un maquillaje natural.

Realmente me gustaba mi atuendo más no para quien lo tenía que lucir.

–Lauren, Clark está aquí –anunció mi mamá desde la planta baja.

Tomé mi cartera y me decidí a bajar, el chico estaba al final de las esclareas viéndome bajar. En su rostro había una sonrisa enorme. Llevaba un traje negro con una camisa blanca con el primer botón fuera de su lugar. Debía admitir que se veía elegante.

–Luces fantástica –me alagó con su peculiar acento inglés.

–Gracias, tú también te ves muy bien –respondí con media sonrisa.

–Por Dios Lauren ¿no podías quitarte eso de la nariz? –mi mamá apareció con Taylor.

–Yo creo que le queda muy bien –dijo Clark guiñándome un ojos. Tenía que agradecer evitar discutir una vez más con mi mamá a causa de la joya en mi nariz –Creo que es hora de irnos –al salir de la casa vi a Andrew con un traje, corbata y su fiel gabardina.

Al llegar a la casa de los Williams vi una increíble mansión con la entrada iluminada para la llegada de los autos además de una fuente frente a la gran casa.

Justo cuando bajaba del auto de Clark con ayuda de un sirviente vi detrás otro auto de donde Camila bajaba. Sonreí al instante en que la vi con su vestido blanco de corte canesú, tacones negros y su cabello totalmente rizado.

Ella notó mi mirada y me sonrió de vuelta.

– ¿Lista? –interrumpió Clark ofreciéndome su brazo. Asentí.

Entramos y pudimos la espaciosa recepción con unas cuantas personas ya con una copa en la mano.

Clark y yo saludábamos a las personas que se nos acercaban. Detrás de nosotros venían Camila y Josh. Camila tomando el brazo del castaño justo como yo lo hacía con Clark.

–Cariño –se acercó una mujer ya mayor con un elegante vestido. Besó mi mejilla y luego la de Clark –Se ven fabulosos –nos dijo con una sonrisa –Ustedes también se ven increíbles –dijo a Camila  y Josh que estaban junto a nosotros.

–Gracias –respondimos mi novia y yo al mismo tiempo haciéndonos reír a los cinco.

–Hola, soy Josh –se presentó conmigo el castaño estirando su mano libre.

–Lauren –estreché su mano.

Camila y Clark se presentaron también.

–Hermanita –dijo mi acompañante al ver que Chris y su hermana se acercaban.

–Ella es Lauren –nos presentó –Ella es Katherine –nos saludamos con un beso en la mejilla.

Josh presentó a su hermana a mi novia. Katherine presentó a mi hermano con los suyos.

Después de tantas presentaciones nos dirigimos a la sala en donde nos ofrecieron bebidas sin alcohol.

– ¿Estas cómoda? –el moreno junto a mi preguntó poniendo su brazo en mi cintura. No me sentía incomoda pero la mirada de Camila sobre nosotros hizo que quitara su agarre disculpándome para ir hasta el tocador. Detrás de mi entró Camila y cerró la puerta.

–Definitivamente no puedo con esto –dijo acercándose a mí para abrazar mi cuello.

–Ni yo, quisiera estar ser yo quien te acompañe –la abracé con fuerza pero cuidando de no lastimarla.

–Lo mismo quisiera, no me gusta ver cómo pone sus manos sobre ti –me besó el cuello.

–Camz, no te molestes, te aseguro que evitaré que lo haga. Sólo serán unas horas más y luego pasaremos el fin de semana juntas ¿sí? –me separé un poco de su cuerpo y ella asintió.

–Te quiero –dijo mirando mis ojos.

–Te quiero –dije acariciando su mejilla para acercarme y tomar sus labios.

–Lo siento –una vez más fuimos interrumpidas.

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