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Pov. Tom.

Por alguna razón Severus Snape es mi mano derecha, mi hermoso principe, mi esposo, el padre de mis hijos, por su habilidad con los hechizos, con las pociones, por su creación hechizos.

Y por esa misma razón deperté un poco desorientado en una camilla. Abro los ojos y siento mi cuerpo un poco adolorido, no se si fue por la poca tortura que me dio mi principe o por el fuerte golpe que me dí contra una columna en la oficina de mi esposo.

- Profesor Fontaine.

- Madame Pomfrey?

- Como llegué aquí?

- No recuerda? El profesor Snape lo trajó por unos dolores y se desmayó. Lo bueno que lo trajó.

- Como estan los chicos?

- La señorita Riddle despertó hace poco, en este momento está hablando con el profesor Snape y su directora; en cuanto al jóven Harry solo falta esperar a que despierte, pero le falta poco, ambos estan bien y me pidio el profesor Snape que le hablara cuando ustede despierte.

- Nagini, se puede desear estar muerto?

- Amo, usted Lord Oscuro, Lord Voldemort, heredero de Salazar Slytherin, temiendole a su esposo?

- NAGINI, traidora serpiente.

- Oh despertaste.

Está parado con los brazos crusados y su mirada asesina.

- Hola -se volvea, cierra la cortina y lanza un hechizo bloqueador y silenciador, solo espero que sea rápido.

- No se que porque me enojo Tom -se sienta en el borde de la cama mirandome- pareces un niño pequeño, entiendo y se perfectamente que quieres pasar tiempo con los niños pero al menos no con esas concecuencias.

- Lo sé principe, y lo siento.

- Lo sé. Es solo que con esto del bebé, Albus detrás nuestro, el torneo, tu "regreso".

- Oye, tranquilo -me levanto y lo abrazo- tranquilo principe. Todo estará bien, sabes que lo de mi regreso el viejo lo quiere para él; lo del torneo son unas clases normales claro con menos tiempo; y con lo de bebé, este pequeñín -pongo mi mano en su vientre- crecerá feliz con sus hermanos mayores.

Pone su rostro en mi cuello y me abraza por la cintura, mis manos suben y bajan por su espalda para calmar sus miedos. Le doy besos en su cabeza y lo aprieto más contra mí. Lo levanto hago que quede encima mio, con ambas piernas de un lado y yo recargado en la cabezera de la camilla; sus manos estan en mis hombros los cuales lo ocultan.

- Lo bueno que nuestro hijos son buenos para el deporte, lástima que no quieran dedicarse a eso.

- Ellos mismos lo dijeron, prefieren algo tranquilo a algo con demasiada gente.

- De esa parte, se parecen a tí.

Siento como se ríe en mi cuello provocando una risa mía y un escalofrio. No mentiría si dijera que me gusta estar en esta posición, pero prefiero en un lugar privado a una camilla de enfermeria.

- Tom -me habla repartiendo besos de mi cuello y siento alguna mordida, aprieto el agarre en su cintura en modo de respuesta- hace cuanto no estamos solos?

- Merlín santo, Severus, estamos en la enfermeria de la escuela. En cualquier momento podrá llegar Pomfrey.

- Ah, siempre arruinando el momento y el aburrido soy yo -se levanta y se acomoda sus ropas, siento un dolor fuerte en el pantalón- me tengo que ir, quiero ver a MIS hijos.

Harry y Hermione RyddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora