Capitulo 1

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Sali de mi casa 

Septiembre 1939

-- Ay la re puta madre esta fría.... -- dijo la bicolor mientras salía del lago, empapada por completo con el cordero en brazos, que había huido al sentir un ruido de disparo, escapándose por un hueco del corral

Solo con un short de Jean y una camisa rosa y descalza con los zapatos en mano y el animal en brazos camino hacia la casa pausada en el tiempo, donde desde hacía décadas vivía sola en un intento de aislamiento autoimpuesto, algo alejado del resto del mundo que cada vez tendía más estar es un caos

Había pretendido el volver un rato a la sociedad, pretender un rato y jugar a la aristocracia en Europa aprovechando los comercios que debía de hacer con Reino Unido y Francia y luego volver a su lugar en medio de la nada sin ser molestada ni entrometerse en conflictos ajenos

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-- ¿Estas segura que nos recibirá, Italia? -- pregunto la japonesa asomándose un poco por la ventana mirando el eterno camino de olmos que daban a la entrada de ese terreno por donde la tricolor parecía tener idea de a dónde iban

-- No lo hago por mi o por ustedes, lo hago por ellos.-- apunto con su mano a los dos bebés que dormían en el moisés ajenos a cada problema del mundo, ignorantes de las tragedias que les precedían -- Solo estamos visitando a mi niña, además no vamos con malas intenciones, Cariño mío. -- le dijo a la nipona dándole una sonrisa leve mientras una de sus manos se posaba en su muslo y le daba un apretón suave y lleno de cariño y picardía, contagiado la sonrisa a la nipona

El alemán solo se quedaba atrás y escuchaba como el imperio y la fascista hablaban en lo que se quedaba absorto mirando a los dos mas pequeños descansar en completa paz. La idea de ir a América, sobre todo a Argentina le daba mala espina, aunque las cosas con la bicolor se sentían raras en cuanto al parentesco con la italiana pero en buenos términos, no sabía que tanto de esos buenos términos eran por estar en un lugar ajeno a ella y su autoridad, además ¿Qué idea tenía la tricolor con esta visita supuestamente de placer? Era absurdo todo

-- ¿Por qué nos miras así? -- le pregunto la italiana mirándolo de reojo el cómo fruncía el ceño o hacia muecas de disgusto al escucharlas hablar de que todo iría bien

-- No creo que sea buena idea. No confío en ella, no la conozco y lo poco que sé de ella me da mala espina. -- refuto firme y con su voz tranquila y baja sin despegar la mirada de los dos niños

-- Mi hija, ¿dices que no es fiar? -- interrogo desafiante la italiana

-- Ni siquiera es tu hija.

-- Pero la conozco mejor que nadie. Y un hijo no es el que lleva tu sangre, es al que cuidas y proteges como uno.-- se asomó la mano de la italiana y le dio un golpecito al alemán en la frente el cual solo la miro de reojo sin poner emoción ninguna antes de volver a mirar a sus hijos

-- Por si no sabías... -- dijo la asiática y la italiana volvió a mirar el camino -- Es el único país de América en donde se han matado judíos... Así que en parte compartiría tus ideales. -- dijo cruzándose de piernas sabiendo de los sentimientos encontrados del alemán hacia el israelí

-- Eso lo hablamos Nipón, mi hija no estaba enterada se eso. Fue un conflicto de su gente durante una crisis. Mi hija no es así.

-- ¿Así cómo? -- pregunto el alemán

-- Ella no se lleva por los movimientos que tengan que ver con matar a su gente, No como otros... o no como lo que intentamos hacer nosotros... -- se perdió en sus ideas la italiana al tener la mirada fría de su compañera sobre ella de manera tal que no podría mentir o adornar la imagen de la bicolor -- Pero ella usa otros medios para cuidar de los suyos. -- concluyo sin poder argumentar bien

Entre rosas y pólvora.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon