2. vii. cause i love you

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Lo encontró en el centro de la habitación, frente a un armario negro.

Estaba de espaldas a la salida por lo que no vio a Venus aproximarse, tenía las manos cerradas en puño, y en una de ellas se encontraba su varita la cual apretada con fuerza.

—Así que aquí es donde te has estos escondiendo —murmuro Venus sobresaltando a Draco.

Su varita se resbaló de sus temblorosas manos, cayendo al suelo y provocando un sonido sordo que resonó por todo el lugar.

El chico se giró espantando mirando a Venus completamente descolocado.

—Es bonito —dijo Venus de forma irónica—, un poco sucio pero no está mal para aislarse del mundo.

—¿Cómo me has encontrado?

—Deberías confiar tus secretos a gente más difícil de persuadir —dijo Venus cogiendo un libro y ojeándolo—, esos dos zoquetes me lo han soltado a la primera.

Draco no pareció sorprendido. Avanzó aún con el rostro inescrutable y le arrebató el libro polvoriento de las manos a Venus.

—¿Qué haces aquí?

—Katie Bell está en la enfermería —empezó hablar Venus—, esta bastante mal.

—¿Y qué tiene que ver eso conmigo?

—Llevaba un collar —Venus miraba directamente los ojos grises de Draco, sabía que no sería capaz de mentirle a la cara. Nunca había sido bueno ocultándole cosas a Venus, y ella esperaba que siguiera siendo así—, un collar maldito.

Draco tragó saliva nerviosamente, sus ojos miraban a cualquier cosa menos a ella.

—Te lo voy a preguntar una sola vez, y espero que no me mientas. ¿En qué diablos estás metido?

—No puedo decírtelo.

—Déjate de gilipolleces —bufo Venus cruzándose de brazos.

—No quiero que me odies.

Venus soltó una carcajada amarga sin humor alguno. Los ojos mieles de la chica volvieron a capturas los orbes grises de Draco que se sentía intimidado por la intensa mirada que Venus le dedicaba.

—¿Enserio crees que yo podría llegar a odiarte? ¿Yo? —espetó Venus acercándose al rubio—. ¿Tampoco me conoces Malfoy?

El labio de Draco tembló y apartó de nuevo su mirada de la ojimiel.

—Enséñame tu brazo.

Draco titubeó unos instantes. Ese momento que había estado evitando desde el verano, ese que había pasado por su mente tantas veces iba a suceder y no sabía si estaba preparado para la reacción de Venus.

Miró hacia la izquierda y luego hacia el frente esperando que algo pasara que le salvara de aquella horrible situación, pero nadie iba a entrar, y sin más salida que esa se remangó la chaqueta lentamente.

Venus observaba la escena con terror. Ella no era tonta; sabía que Draco había tenido que recibir la marca ese verano, pero de solo pensar en lo que le podría pasar al rubio. Pensar que Draco pudiera acabar igual que Ares.

La marca tenebrosa en el brazo de Draco fue como un balde de agua fría, una cosa era imaginárselo y otra verla con sus propios ojos. Ni siquiera Ares se la había llegado a mostrar. La preciada piel pálida del chico, esa que tanto amaba Venus se encontraba manchada por ese horrible tatuaje.

Venus dio un paso hacia Draco y este cerró los ojos con miedo de la respuesta de la rubia. Se esperaba cualquier cosa, que le gritara que le reprochara, incluso que lo golpeara. Pero nunca espero que Venus acariciara la piel de su antebrazo.

DEMONS, draco malfoyWhere stories live. Discover now