Capítulo 9: Encuentro inesperado

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Después del largo fin de semana que me he pasado tumbada en la cama recuperándome de la fiesta de Rick, la alarma del despertador me atormenta los oídos para avisarme de que vuelve a ser lunes y tengo que ir a clase.

Por suerte, mi madre se ha pasado casi todo el tiempo fuera de casa trabajando y solo he podido verla para cenar. A pesar de mis intentos por disimular mi estado, se ha dado cuenta de mi resaca, si es que se le puede llamar así porque ni siquiera sé lo que me dio Emma con la copa. Aun así, ha preferido no echarme la bronca y limitarse a preguntar qué tal me lo pasé, cosa que le he agradecido bastante. 

Nada más llegar al instituto veo a Emma y Helen a lo lejos y voy corriendo hacia ella.

-Ey chicas, esperadme.

-Hola Lu -dicen las dos a la vez como si lo hubieran estado ensayando.

Durante el finde nos hemos pasado horas desde nuestras respectivas camas hablando por el chat que tenemos la tres. Cotilleos sobre la fiesta de gente que no conozco y por supuesto sobre el lío de Helen con Rick. 

De repente, unos chicos nos adelantan por la derecha, uno de ellos es precisamente Rick que se gira hacia nosotras para saludarnos. A su derecha veo pasar a Harry con unos pitillos negros y un abrigo largo del mismo color. Sin embargo, esta vez pasa de largo y ni se gira para mirarme. Desde que se entrometió en mi vida de esa manera en la fiesta no quiero saber nada de él, así que me alegro de que haya pasado de mí. Aun así, un sabor amargo recorre mi garganta cuando le veo girar la esquina a lo lejos.

En el recreo voy con las chicas a la cafetería, ha sido un día largo y necesitamos gasolina para aguantar otras tres horas de clase. Caminamos por el pasillo y justo antes de doblar la esquina alguien me coge de la mano y me aleja de ellas que siguen, sin percatarse de nada, su camino hacia la cafetería.

Me giro asustada y veo los ojos verdes de Harry clavando su mirada en mí.

-¿Pero qué haces? -digo alterada y sintiendo que mis piernas empiezan a temblar.

-Ven conmigo -dice tirando de mí hacia la salida.

-¿Qué? -le detengo-, ¡No! Tengo que ir a la cafetería.

-Por favor -dice sin apartar su mirada de mí- siento lo que te dije el otro día en la fiesta, no debí entrometerme.

-Ahora no -digo apartando la mirada.

-¿Cuándo salgas entonces?

-Mira, no creo que sea una buena idea -digo imaginándome lo que Emma pensaría de mí si se entera de que ando viendo a su ex novio a escondidas.

-Por favor -me vuelve a suplicar con sus ojos.

No sé qué es lo que tiene este chico, pero al final no puedo resistirme y caigo.

-Está bien -digo-, pero quedamos detrás del instituto, donde las pistas de fútbol.

Le suelto la mano al darme cuenta de que sigue entre la suya.

-Vale, nos vemos a la salida - responde. Acto seguido me guiña el ojo y se da la vuelta.

Me quedo en ese mismo sitio sin mover un solo músculo de mi cuerpo debido a la situación que acabo de vivir y que no logro asimilar. De repente, un escalofrío recorre mi cuerpo y empiezo a pensar en que tal vez solo quiera burlarse de mí, que esto solo sea un truco o una apuesta absurda con sus amigos.

Mis pensamientos se extinguen rápidamente y vuelvo a la cafetería con Emma y Helen.

-¿Qué hacías? -pregunta Emma antes de que me siente.

-Nada -digo-, me he desviado para ir al baño.

-Creíamos que te había tragado la tierra de repente -dice Helen acercándose un vaso de café a sus labios.

Cuando escuché tu vozWhere stories live. Discover now