Cinco: Desayuno.

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Abre el refrigerador con la esperanza de encontrar algo saciar su hambre, tal vez alguna fruta.

—Hijo, ¿todo bien? —Sabía que su madre estaba en la cocina, pero al escuchar su voz no puede evitar asustarse.

—Sí, mamá, ¿por? —Responde sin mirarla, toda su atención está en elegir una manzana o una pera.

—Estas raro, creí que andarías triste por el carro, pero te ves tan radiante.

—¿Yo? ¿Radiante? Claro que no. —No elige ninguna, cierra el refrigerador para ir a sentarse en uno de los bancos de la barra.

Enciende sus audífonos y los conecta a su teléfono, busca en su playlist alguna canción triste, así es como deja de sonreír. No puede explicarse ni a él mismo el por qué está tan alegre, es decir, su padre le dio el día libre porque tiene síntomas de un resfriado, pero esa no es la razón. O tal vez si lo sea. Hace tiempo que no disfrutaba de un día libre por enfermedad.

—¿Has visto a Yeji? —Quiere fingir que no escucho la pregunta, pero la mirada de su madre lo pone nervioso. Ha dejado de picar las verduras para mirarlo.

—No, me dejo en visto la última vez. —Toma un cuadrito de lo que cree es zanahoria para metérselo en la boca.

—Entonces, ¿con quién fuiste a Namsan?

—Ah... Lucas vino con una amiga, su nombre es Mia y ella me pidió que la llevara a dar un pequeño paseo. —Dice sin darle mucha importancia, no quiere emocionar a su madre.

—¿Mia? ¿Cómo es ella? —Apaga la música.

—Alta, rubia, con tatuajes y bastante simpática, me agrada y ya somos amigos. —Vuelve a sonreír sin darse cuenta, mientras la describía visualizaba en su mente la imagen de Mia cuando estaban en la cabina del teleférico.

—¿Es bonita?

—Por supuesto.

—¿Te gusta?

—Por favor mamá, ¿cómo me preguntas eso? Acabo de conocerla. Además, solo viene por unos días. No soy tan fácil, ¿lo sabias?

—Claro que si, eres mi hijo.

Es su oportunidad, debe escapar antes de que continúe con el interrogatorio. Está a un paso de salir de la cocina cuando recuerda algo.

—Mamá. —Dice sin voltear.

—¿Si, hijo?

—La academia de inglés a la que me inscribieron hace años... ¿Sigue abierta?

—Eso creo, ¿por qué?

—Quiero aprender.

El sonido que produce el cuchillo cuando cae al suelo lo obliga a voltear. Su madre tiene la boca abierta por el asombro, unos segundos después corre a él, lo toma por las mejillas para examinarle la cara, comprobar si tiene fiebre o algo. Lo ataca con preguntas "¿Te sientes bien?", "¿Realmente eres mi hijo?"

—Por fin entendí que necesito aprender por el bien de la empresa... Y la amiga de Lucas no sabe coreano.

—Le preguntaré a mis amigas sobre un buen lugar, no creo que sea buena idea que vayas a la misma.

—Tienes razón, deben odiarme.

Sale por fin de la cocina para irse a su habitación, enciende su computadora, hasta que pueda tomar clases reales, comenzará viendo algunos videos en Youtube o tal vez buscará un curso corto en línea. Quiere estar preparado para la próxima vez que se encuentre con la extranjera.

Efímero. [Na Jaemin]✔️Where stories live. Discover now