Adult ceremony | YoonMin - Adaptación

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Jimin gimió contra la palma de sus manos mientras su cuerpo se balanceaba de atrás hacia adelante, sujetándose, apenas con uno de sus brazos, al respaldar del asiento que le pertenecía a su alfa. Los movimientos fueron frenéticos y precisos, Yoongi estaba entrando en su interior y saliendo de él con fuerza y desenfreno, revelando el deseo contenido en las últimas semanas de viaje, donde tuvo que permanecer alejado de su pareja. 

— Te extrañé tanto, bebé... — su nariz se paseó por la curvatura de su cuello, inhalando el refrescante y dulce aroma que su omega poseía. Sus caderas fueron moviéndose constantemente hacia adelante, chocando contra el culo bien formado y sensible del rubio.

— Te extrañé, alfa... — mencionó Jimin, su rostro giró en dirección del mayor, una mirada excitada y dulce fue dirigida al pelinegro. — Tanto que tuve que complacerme con mis dedos, pero ellos, a comparación suya, no lograban satisfacerme del todo.  

Min gruñó, demandante y deseoso, totalmente satisfecho por las palabras de su pareja y el anhelante deseo de ser follado que transmitía a través de sus palabras y acciones.  

El pelinegro tomó la pierna del menor, girándolo para que quedara justo encima suyo, cuando decidió tomar asiento en el trono. Jimin apoyó su peso en la pierna que se mantenía sostenida sobre uno de los reposabrazos, tratando de mantenerse estable.  Yoongi volvió a empujar contra su agujero, ocasionando un gemido en los labios del rubio, quien tuvo que cubrir sus labios nuevamente para no ser descubiertos. 

— Alguien podría entrar y encontrarnos de esta manera, Jimin. — Tentadoras palabras fueron susurradas en su oído, mientras trataba de acallar los gemidos en cada empuje. — Es tan peligroso y excitante que me confunde profundamente. 

— ¿P-Por qué, alfa? 

— Porque me gustaría que alguien te viera en esta situación, siendo follado por mí, tu esposo y alfa; lanzando gemidos totalmente deliciosos solo por tenerme dentro de ti. Anhelo que sepan cuanto me perteneces, cariño.  — El rubio tomó su polla con fuerza, mientras bombeaba por sí mismo para encontrar su liberación.  — Sin embargo, después de dejarles observar como te poseo, les cortaría la cabeza... porque nadie puede apreciar tan hermosa pieza de arte, solo yo. 

Yoongi internó sus manos bajo la camisa del menor, jugueteando con sus pezones y sintiendo como éste iba a llegar al clímax prontamente. Fue solo cuestión de segundos encontrar su próstata y empezar a dirigir sus embestidas hasta ese lugar, Jimin se apoyó su espalda al pecho contrario y resistió cada embestida, sintiendo su cuerpo desfallecer de la excitación. 

Los dedos de sus pies se doblaron y un último gemido salió de sus labios antes de correrse fuertemente sobre su abdomen. Hilos nacarados de semen mancharon su camisa mientras su éxtasis era prolongado por los golpeteos constantes de su pareja. 

— J-Joder...

La liberación del alfa se dio segundos después, su nudo se instaló fuertemente en sus entrañas, dejándolos unidos por cuestión de minutos, mientras cada uno se recuperaba de la abrumadora nube de placer que habían sentido. 

— Hermoso. — Min repartió besos por el perfil de su omega, causando las risitas de éste al verse mimado por su pareja. — Deberíamos haber hecho esto en la intimidad de nuestra habitación, pero en cuanto te vi entrar por esa puerta, después de semanas, no me pude resistir. 

Y es que el viaje había sido tan agotador y desesperante que Yoongi no había podido concentrarse en algo más que no fuera el retorno a su hogar. Allí lo esperaba su pequeño Jimin con los brazos abiertos y el calor de hogar que tanto atesoraba. Como líder de la manada, era su misión visitar manadas vecinas y encargarse de las buenas relaciones. En aquella oportunidad, su omega no había podido acompañarlo, puesto que su estado de salud, los últimos días, no había sido para nada bueno. Por esa razón, no se pudo resistir a tomarlo en la sala de la Asamblea, una vez que logró reunirse con él.