Fue muy bueno disimulando, sin embargo, pues la mujer salió sin interrogar alguna otra cosa. Un punto a favor de Jungkook, quien no quería dar otra explicación.

Dejó la bandeja a un lado, ya había comido lo suficiente, según él.

Antes de poder hacer algo más, sin embargo, apretó sus ojitos. Una vez más, el bebé estaba pateando.

Había fracaso por completo en su intento por controlar aquellas patadas de parte del más pequeño.

—¿Estás emocionado por ir con el doctor?, yo no lo estoy... Lo más probable es que me regañe, bebé, no me he estado alimentando tan bien que digamos...

Murmuró, acariciando su vientre con dulzura y cuidado.

—Prometo que trataré de hacerlo mejor en estos días, ¿sí?

Debes hacerlo, de otra forma nuestro bebé va a ser tan mimado como tú, mi amor.

Mordió su labio.

Debía dejar de pensar en TaeHyung.

Debía aceptar que el alfa ya no estaba a su lado.

Debía empezar a hacer tantas cosas que era una lista interminable.

Suspiró, sintiendo como las lágrimas invadían sus ojos sin siquiera poder retenerlo.

—Papá TaeHyung no nos va a acompañar esta vez, mi amor.

[...].

La visita al doctor fue realmente exitosa, claro que aquello era si nos centrábamos meramente en el estado del bebé que esperaba.

Todo estaba en orden, según el médico, aquello traía tan aliviado a Jungkook.

Lo que tal vez no lo traía tan tranquilo era que, a partir de ahora, el bebé podría nacer en cualquier momento.

Lo más recomendable era que naciera a los nueve meses, pero tampoco se iba a descartar la posibilidad de que naciera antes de esa fecha.

¿Era normal sentir ansiedad de que, en cualquier momento podría tener a su bebé en brazos? De alguna u otra forma no se sentía listo, no cuando su estabilidad mental no era la mejor de todas.

¿Y si al final de cuentas no era un buen padre?

¿Y... si a pesar de haber estado preparándose todos estos meses terminaba siendo malo para su bebé?

No conocía a su bebé, y sin embargo, quería lo mejor para él.

¿Él sería lo mejor?

Apretó sus ojitos.

Necesitaba dejar de lado esos pensamientos tan negativos.

En aquellos momentos ya se hallaba en la sala de espera, con la diferencia de que, ahora, estaba esperando a que Jimin viniera a recogerlo.

Él usualmente hubiera vuelto solo a casa, el alfa, sin embargo, insistió.

Al parecer el rubio no quería dejar a su amigo solo en la noche, no en un estado tan vulnerable como eran los siete meses de embarazo.

Así que, allí estaba.

Viendo aquella puerta de vidrio del pequeño hospital, esperando a Jimin de forma paciente.

¿TaeHyung estará muy ocupado? 

Sus pensamientos lo estaban traicionando demasiado aquel día.

¿Sería solamente coincidencia, o era su perversa mente buscando traicionarlo?

Aunque no podía culparse, después de todo esa había sido la excusa que le comentó al médico cuando le preguntó sobre dónde estaba aquel alfa que tan emocionado se había visto por su cachorro hace un mes.

(In)fidelidad.Where stories live. Discover now