Capitulo 2

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Un rayo de luz que se cuela timidamente por la ventana me despierta.Y,alli esta el,me obserba con delicadeza,y si no fuera por la sonrisa que me muestra, pensaria que se esta transformando.Sin vacilar pregunto

-Que hago yo...

-Te desmayastes despues de disparar a Snow,y antes de que te llevaran al hospital y te pusieran de nuevo la dichosa pulsera de Mentalmente Desorientada. Pense que estarias mejor conmigo,temia que tuvieras pesadillas y no estar alli para quitarte tus miedos,de verdad no podia,asi que te lleve conmigo y te meti en la cama,vigilando que no tubieras fiebre o algo pareceido porque...

Antes de que pueda seguir hablando le beso.No se si es por que no soporto tanto amor y quiero silenciar sus palabras con mi beso,o por que me encantan sus palabras y tengo que hacerlo.Sea cual sea el motivo,no deja indiferente a ninguno de los dos desde luego,y derrepente mientras le beso,me doy cuenta de que este beso es como el que nos dimos en la Arena del Vasallaje,un beso que me hace desear otro segundo mientras el calor se expande por mi cuerpo.Pero Johanna Mason entra por la puerta y sin cortarse por nuestro "momento" dice:

-¡Arriba tortolitos!¡Haymitch os reclama!

Peeta se levanta practicamente de un salto, yo que todavia estoy algo molesta por la interrupcion voy lentamente.Hasta que Peeta me agarra la mano y me impulsa fuertemente de la cama,y,si no llega a ser por su cuerpo,me habia estrellado contra la pared,me caigo encima suya,y Johanna nos vuelve a llamar,intentando reprimir su sonrisa,Peeta suelta una enorme carcajada seguida de la mia por nuestra enorme torpeza,al final Johanna se une y empezamos a reir hasta que nos duelen las costillas.Es agradable sentir un poco de paz despues de tanta miseria y tristeza.

Johanna nos conduce por un pasillo muy estrecho.Hasta que el incomodo pasillo se acaba y nos encontramos con Haymitch,Plutarch y...Gale.Apenas me cruzo la mirada con Gale cuando el presiona un boton y la enorme placa de metal que formaba el final del pasillo empieza a elevarse.Una habitacion blanca de tamaño considerable se muestra ante nuestros ojos.Peeta empieza a agarrarme la mano con fuerza,con miedo, al principio casi no la notaba pero ahora hasta me hace daño.Me giro para ver a Johanna, en busca de una explicacion,pero veo la misma mirada de terror que muestra Peeta acompañada de unas debiles lagrimas,me mira y consigue decirme:

-En-en este tipo de habitaciones...nos torturaban a Peeta y a mi-balbucea.

Al instante ,Peeta me suelta la mano violentamente y se aleja rapidamente de mi,sus pupilas empiezan a expandirse y me lanza una mirada de odio.

-¡Peeta!-grito medio llorando.

Entre Plutarch y Gale consiguen sacarlo fuera de mi vista mientras dice:

-¡Es un muto asqueroso!¡No confieis en ella!¡Solo quiere mataros!-antes de que siga,Gale le inyecta una dosis pequeña de morflina.

Comienzo a llorar sin descontrol, y me abalanzo sobre Haymitch diciendole:

-¡Pretendeis que se vuelva loco!¡Como le traes aqui!-le chillo como una loca.

Haymitch me coge de la mano fuertemente diciendo que me calle y me entra a la habitacion.Nos sentamos en las sillas,y dos agentes de la paz entran,mi cuerpo empieza a temblar,y parece que Haymitch lo nota.

-Eh,eh tranquila preciosa, nadie va a hacerte daño ¿vale?

Asiento con la cabeza,mientras pienso lo mal que se le da consolar a Haymitch,pero al menos lo ha intentado.

Una voz vagamente familiar me saca de mis pensamientos.Un chico rubio esta siendo arrastrado con unas esposas hacia la tercera silla que esta enfrente mia.Mientras grita:

-¡Soltadme!¡Dejadme en paz!¡No voy a tocarla!-grita desesperado.

Esa voz...esa voz...no puede ser es imposible...

¡esa voz es de Cato!

Mi cuerpo se descompone al recordar al dueño de esa voz,que ahora esta sentado enfrente mia y me mira atentamente.Esta malherido,muestra cortes en la cara y quemaduras en los brazos pero parece mejor que cuando le dispare la flecha.¡Cuando le dispare la flecha!¡Acaso es inmortal o que!Como si me leyera los pensamientos me dice:

-Adelante,empieza a preguntar-me dice en tono burlon.

-C-como...puedes...estar...

-¿Vivo?El Capitolio me rescato con su aerodeslizador,pensando que tu flechita me habia matado ¡Ja!Que caras pusieron al ver abrir mis ojos-dice fingiendo estar bien.Pero cualquiera podia ver claramente las atrocidades que le habian hecho y lo destrozado que estaba.

-Cato yo...

-Creo que necesitais intimidad-dice Haymitch antes de salir por la puerta.

Me quedo aterrada,pensando en que me he quedado sola,con un chico que hace poco mas de un año queria acabar con mi vida.Por un momento pensaba huir por la puerta antes de que me atacase.Pero se me adelanta y me dice.

-Tranquila,estoy atado de pies y manos-me dice,intentando calmarme con un ironico.

-Lo siento Cato por todo lo que te hice y..

-Tu no tienes por que disculparte,el que se comporto como un idiota fui yo, bueno no del todo.-me dice mirandome fijamente a los ojos.

-¿Que quieres decir con eso?-le pregunto atonita.

-Quiero decir que...cuando entre en la Arena no me estaba medicando.-me contesta intentando sonreir-Yo...pensaba qur sin medicarme seria mas fuerte y,bueno,asi podria olvidarme de mis sentimientos-me mira- y no caer en mi mayor debilidad de los Juegos.

-¿Tu mayor debilidad?-le pregunto mas desconcertada que antes.

-Si.Tu

Sinsajo:Los septuagesimo sextos Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora