Memorias De Alguien #2

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A medida que fui creciendo, como todo adolescente, conocí el sexo y el deseo sexual. Simplemente que, en mi fue diferente, incluso cuando sí sentía curiosidad por aquello, jamás fue algo que me llamara totalmente la atención, jamás fue un deseo insaciable que corría perversamente por mis venas, siempre fue leve para mí, y de esa manera, crecí en un mundo lujurioso, un mundo dónde se te validaba tomando en cuenta con cuantas personas habías estado, donde tus experiencias sexuales eran más importantes que cualquier otra cosa sobre ti, donde tu cuerpo no era nada más que un objeto que otras personas podían tomar y dejar según quisieran.

Para mi, el sexo siempre fue algo más sagrado, algo que hoy en día sigo respetando porque es uno de los regalos más hermosos que se nos ha dado, así como suele ser la maldición más corrupta jamás antes vista.

El sexo suele ser, la unión entre dos personas que se aman, donde existe un vínculo lo suficientemente fuerte, que es capaz de unir sus cuerpos y hacerlos uno, el sexo es capaz de crear vida, es unir tu alma con la de otra persona de una manera celestial, el sexo es arte, provocando sensaciones nuevas, creando nuevos colores.

Hoy en día, el sexo ha sido corrompido, se ha convertido en una horrible tentación en la que muchos caen, vendiendo su cuerpo a cambio de dinero, a cambio de aceptación, nublando mentes y haciendo que el hombre más cuerdo cometa la locura más grande de sus vidas, el sexo es infiel y manipulador, intercambiando meses y años de relación por minutos, y cuando mucho horas de satisfacción. El sexo ha deformado los cuerpos, haciendo que estos se amolden a lo que socialmente se conozca como agradable, el sexo nos ha destruido como especie, y es una de las únicas cosas que nos convierten en bestias salvajes, haciendo que dejemos de ser ser humanos, llevándose nuestras almas.

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thoughts by AvrilOnde histórias criam vida. Descubra agora