Primer vida

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                                           PRIMER VIDA

Abrí mis ojos pesadamente, mire todo a mi alrededor, te vi a lo lejos, eras tú, me trate de levantar pero me era imposible, aun no estaba acostumbrada a eso, lo hice varias veces, pero daba el mismo resultado, noté como te dirigías hacia a mí, corriendo, veo que ya te adaptaste, siempre fuiste más rápido que yo, no esperaba menos de ti, trate de hablar con mis cuerdas vocales, no salió nada, llegaste hasta a mí, extendiste tu mano hacia a mí, la tome con decisión, y con un jalón ya estaba de pie, me empezaste a hablar, ahora estuve más segura, si eres tú, te abrace y te tome entre mis brazos, soy una mujer, y tu un hombre, es una suerte que nos tocara esto...

Hay otras que tuvieron mala suerte, y les toco una pareja del mismo género, pobre de estas almas...

Entrelazas tus dedos con los míos, y me estrechas entre tus brazos, pasamos un rato así, hasta que la tragedia llegó a nosotros, escuchamos a nuestro alrededor un gran abucheo, eran las demás almas que fueron dominadas por lo negativo, antes no teníamos esos sentimientos, antes éramos seres puros, ahora nos podemos volver tanto ángeles como demonios, reencarnando al mismo ángel Lucifer en este planeta...


La gente nos miraba con desprecio, me tomaste y corrimos, llegamos a un punto sin retorno, la gente deseaba verme muerta, me llamaban bruja, simplemente porque en la persona en la cual estoy hacia medicamentos con las plantas, después de que gracias a esto. Salvo sus vidas me llaman "bruja" me quieren quemar, me culpaban de cosas que nunca haría, pero ahora lo entendía, las pobres almas, sucumbieron ante los egos, nadie lograba la transfusión con excito, él y yo tuvimos suerte de no perdernos a nosotros mismos, en la mente del ser humano que ahora habitamos...me pedían que muriera, o que me entregara para que ellos hicieran el trabajo sucio, me amenazaron que le harían algo a mi amado, caí ante el miedo, no quería verlo morir, pero tampoco quería ser presa, opte por el camino fácil, me aventé por el acantilado, al que habíamos llegado, solo le dije un lo siento mucho, como mi despedida, y de ahí todo se volvió negro

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