Kilometraje (Juliantina)

Capitulo 46

Juliana POV

- ¿Lista para ir de compras?

-¿Val? – dijo Oli con su suave vocecita.

Valentina nos miró...

- ¿Valentina qué, mi amor? - pregunte

- ¿Vamo a cento comelcial?

La cara de mi ojiazul se iluminó por completo y sonreí por eso.

- ¿Quieres ir con nosotras Val?

- Claro que sí, me encantaría.

Sonreí y me levanté junto con Oli al baño para lavarle las manitos. Ella sonreía feliz y eso era todo lo que yo necesitaba, que sonriera. Mientras la veía jugar con el agua me di cuenta que ella puede que no sea mi hija biológica pero la amo, la amo desde el primer momento en que la conocí, la amo desde el primer abrazo, y la amo desde la primera vez que me sonrió... Ella era para mí, mía, mi hija. Si era difícil de creer para mí, no quiero ni pensar cómo será para mis padres, pero sea como sea tienen que aceptar a Oli, ella ahora forma parte de mi vida, para siempre.

- ¿Ya? - dijo mi rubiecita enseñando sus manitos limpias.

- Oh, si - sacudi la cabeza - Vamos...

Nos volvimos a encontrar con Val y le pedí llevar mi auto al apartamento y luego irnos todas juntas en el auto de ella, aceptó claro, Valentina acepta todo lo que yo le pido, es adorable.

- Listo mi amor, vamos a subirnos al auto de Valentina para ir a comprar cosas para ti ¿bien?

Oli asintió feliz mientras aplaudía, yo la cargué y salí del edificio para llegar hasta el auto de Valentina.

- Ponte el cinturón, Juls.

- ¿Deberiamos comprar una silla de esas para bebés? Siento que el cinturón a ella no la protege. - dije mientras le ponía el cinturón a ella, Valentina no puso el auto en marcha aún.

- Pues, no lo sé. ¿No está grande?

- Es una bebé, mirala.

- Sé que es una bebé, y nunca va a crecer... - señaló a Oli - Nunca crezcas. Pero me refería a su cuerpo. Aunque... Si, es pequeña.

- Le compraremos una. – afirme.

- Esta bien... Pero ponte tu cinturón.

- Voy, mamá. – bromee

Valentina rió y por fin nos pusimos en marcha. Apenas llegamos los ojos de la bebé se iluminaron. Como cuando se subió al avión. O cuándo llegó a la ciudad. O cuándo me vio en aquella casa. O cuando llego a nuestra casa. Me encantaba ver como se emocionaba por cosas que para ella era totalmente nuevo todo.

- ¿Juguetería primero? – pregunte acariciando su espalda, Oli estaba en los brazos de Valentina, ambas sonreían mientras caminábamos observando las tiendas.

En la tienda de juguetes Oli enloqueció, quería todo, pero no me pedía nada. Estaba muy emocionada, Valentina y yo reíamos por lo feliz que ella se veía. A veces, cuando caía al piso por estar corriendo por la tienda yo quería ir y levantarla, pero Valentina me lo impedía diciéndome que tenía que dejarla que se levantara sola y Oli lo hacía para seguir corriendo. Compramos una cantidad exagerada de juguetes y les di la dirección para que los hicieran llegar. Luego fuimos una tienda para comprar la cama y las cosas necesarias para el cuarto de la bebé, todo eso lo compró Valentina, aunque me negué mil veces ella me pidió darle eso como un regalo así que tuve que aceptar.

- ¿Vamos por un helado? – les propuse, este dia sin duda estaba siendo uno de los mejores en mi vida.

- Helado. – sonrió Oli.