Joe & Nicky

410 29 1
                                    

Una vez que se separaron de Booker, Andy quiso que todo el equipo se instalará en algún lugar seguro.

Nicky sugirió Malta.

Viajaron a Malta y se acomodaron en el refugio que tenían allí.

El equipo solía separarse muchas veces entre misión y misión, pero esta vez se mantuvieron juntos. Tenían que enseñarle a Nile lo que era ser parte del equipo y lo que significaba ser inmortal. Y tenían que aprovechar el tiempo que les quedaba de Andy.

Ya sé cómo quiero pasar el tiempo que me queda.

Lo vas a pasar con nosotros.

Cada momento que compartieron en Malta fue un tesoro, uno que les habría gustado que pudiera durar más tiempo.

La muerte de Andy fue un dolor desgarrador e insoportable en medio de sus corazones.

No sabían cómo hacer para vivir sin Andy. Ella había sido quién los había encontrado, quién les había explicado la inmortalidad, y quién les había dado un propósito para vivir la larga vida que tenían.

Cada misión que realizaban sin ella parecía carecer de sentido.

Además, su muerte fue el triste recuerdo de que, por más que vivían con la impresión de que eran infinitos, todo tenía un límite y un final. En algún momento la inmortalidad se terminaba.

Todo lo que vive muere.

Todo tiene que morir.

Si aún no nos morimos,

es porque no nos llegó la hora.

¿Y qué pasaría cuando a uno de ellos se le acabará la inmortalidad? Ellos sabían que no podían vivir el uno sin el otro.

Si llegó la hora,

nada podrá evitarlo.

— Pensé que te iba a encontrar aquí. — Dijo Nicky.

Joe estaba en la tumba de Andy y parecía estar perdido profundamente en sus pensamientos, como si habría estado buscando alguna manera de comunicarse con quien había llamado jefa por un milenio.

— Hoy se cumplem cincuenta años. — Continuó Nicky, intentando hacer que el otro hable.

— Lo sé. — Dijo Joe, finalmente centrando su atención en el otro. — La extraño. — Admitió.

— Yo también. — Asintió.

Se fundieron en un abrazo y disfrutaron del silencio un largo rato.

— Tengo miedo de que perdamos nuestra inmortalidad a destiempo. — Confesó Joe, rompiendo el silencio.

Se amaban de una manera tan especial que no podían imaginar su existencia sin el otro.

De ese amor surgía uno de los mayores temores que ambos tenían. Estar solos, sin el otro.

Ellos habían pasado toda su vida inmortal juntos, entonces la idea de que la podían perder por separado resultaba intolerable.

Nada vive para siempre.

— Joe... — Comenzó a decir.

— Nicky estoy hablando enserio. — Lo interrumpió. — Yo no podría vivir sin vos. — Dijo con sinceridad.

— Yo tampoco podría vivir sin vos y también me preocupa todo esto. — Coincidió.

— ¿Pero? — Preguntó, presintiendo que el otro tenía más para decir.

Forever is harder than it looksWhere stories live. Discover now