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Narra Edith.
Ya teníamos tiempo fuera de Mexico y lejos de mi familia mentiría si no digo que no los extraño, al contrario los extraño a todos hasta a las pirujas de mis hermanos y de mi padre creo que con eso les digo todo, pero mirando el lado positivo tengo a mi bebé para mi sola y el está la mayor parte del tiempo a mi lado tal cual soñé alguna vez.
Esta mañana desperté súper cansada, me estiré en la cama y pude notar el gran espacio vacío que había en la cama, desde que llegamos aquí no habíamos podido dormir juntos Edgar y yo necesitaba mucho eso, tome un fuerte suspiro y salí de la cama dirigida al baño para asearme y vestirme, después que termine de hacerlo, escuche ruidos afuera así que por la ventana del cuarto me asome y era Edgar y a su lado estaba el chino, grite emocionada y al parecer por sus risas ellos me habían escuchado, mi emoción era que si Rodrigo estaba aquí eso significaba que todo estaba muy bien en Culiacán como para que el no estuviera ahí cuidando, sin esperar más corrí lo más rápido que pude a la entrada de la casa, corrí aún más rápido cuando los vi a esos dos hombres que tanto me cuidaban desde pequeña. Edith: Rodrigo!!.- dije feliz lanzándome a sus brazos. Rodrigo: qué onda niña.- dijo recintos mi abrazo, rodee mis piernas en su cadera del modo que el me estaba cargando totalmente. Edith: no sabes cómo te extrañe y a toda mi familia también los extraño a ellos. Edgar: si que bueno que Rodrigo ya tiene esposa verdad.- dijo serio.- y tú ya tienes novio.- volvió a decir molesto, para lo que Rodrigo se burló. Rodrigo: tranquilo Edgar, es la hija del patrón ¿sabes lo que me haría se intento algo con ella?.- dijo divertido, para después bajarme. Edith: a ti también te extrañe!!.- dije para compensar de alguna manera a Edgar que ahora estaba molesto. Edgar: si como sea, el chino vino para darte la gran noticia que ya podemos regresar a culichi, está libre ahora con la fallida captura y muerte de Arturo podrás regresar. Edith: eso me hace muy feliz!! Gracias mi amor por cuidarme este tiempo!!.- dije dándole un beso a Edgar quien aún estaba serio. Rodrigo: aliviánate Edgar no te enojes que ya podrás ver a tu jefe otra vez.- dijo para romper la tensión. Edgar: ándale pues... ve y haz tus maletas flaca que ya nos tenemos que ir.- dijo sonriendo.
Salí disparada para dentro de la casa, subí las escaleras y entré a mi cuarto y sin distinguir tome una maleta y eche todo lo que mis manos podían alcanzar, después de ver mi cuarto vacío sin pertenencias mías tome mi maleta y salí súper contenta para encontrarme a mi bebé Edgar en un pasillo que daba entrada a su habitación.
Edith: estoy lista.- dije con una gran sonrisa. Edgar: te amo flaca.- dijo preocupado y serio Edith: ¿que tienes?, ¿no estás feliz por regresar a casa?.- dije abrazándolo por los hombros. Edgar: si mija pero...-soltó un suspiro.- se supone que nadie sabe que vamos a ir para haya sería una sorpresa para tu familia y la mía pero creo que es mejor informarles. Edith: si estás preocupado porque mi padre te regañe o algo no temas será una gran sorpresa mi amor.- dije sonriéndole, tomándolo de la mano.- me gustaría seguir con esa sorpresa es una buena idea. Edgar: ya bueno pues, es hora de irnos mejor llegar a tierras mexicanas que seguir aquí.- salimos tomados de la mano mientras cada uno tenía sus maletas.
