Capitulo 32: ¿Una cocinita?

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Espacio común del edificio de Clarke – Sábado a la mañana

- ¿Puede colocar los juegos al fondo del jardín? No quiero que los niños anden correteando cerca de la mesa de tartas - Clarke estaba dando indicaciones acerca de cómo organizar las mesas y demás cosas para el cumpleaños de su hija – Y de paso dígale a la latina malhumorada que la necesito – la rubia había puesto a su amiga como encargada de los postres y Raven llevaba dos horas gritándole a cualquiera que se atreviera siquiera a echar una mirada a sus preciadas tartas. –Puffff – suspiraba agotada la fotógrafa. La semana anterior al cumpleaños de su hija había sido… intensa, por así decirlo.

Por empezar, después de la noche del "trágico" accidente del parque por el cual Lexa fue declarada culpable y sentenciada a pasar la noche en su últimamente desalojado departamento, Clarke Griffin despertaba lista para iniciar su semana laboral con una imagen que la desestabilizó emocionalmente... La mismísima Clarke Griffin estaba durmiendo en su sillón. Pero no estaba sola, en sus pies se acurrucaba un pequeño Beagle y entre sus brazos se acomodaba una niña  idéntica a Clarke pero que cada vez se parecía más a Lexa. Durante el resto de ese día no pudo concentrarse en nada, no lograba enfocarse en su trabajo, no encontraba un lugar para meter todos los invitados al cumpleaños de su hija… no podía hacer nada. Lo único que su mente hizo fue divagar entre varias imágenes: su novia y ella, su novia y su hija durmiendo en el sofá como dos ángeles, su novia y ella en la cama un día domingo jugando con cinco o seis mini Clarke o mini Lexa. La foto de una familia perfecta la persiguió durante todo ese día. Clarke quería a Lexa a su lado para toda su vida y lo quería ya. El problema fue que al día siguiente, durante la segunda prueba del vestido de Raven y el suyo de dama de honor, a la rubia se le ocurrió la brillante idea de consultar su futuro con la latina, y recibió una respuesta que al parecer ya era común entre sus amigos "¿estás loca, borracha o que?" Raven, no solo estaba opuesta a la idea de una numerosa familia, sino que pensaba que su ex capitana se estaba apurando demasiado. La artista se obligó a sacar esa imagen de su cabeza.

Pero Lexa no ayudaba. Ese mismo día la morena jugaba en su estadio, y a pesar de que la jugadora insistió que Clarke, su hija y sus amigos vieran el partido desde el palco porque no quería que su rubia tuviera que aguantar las cosas que se dicen desde la tribuna, el grupo, liderado por Monty y Raven, no se dejó convencer y se sentaron en la misma fila del primer partido. La fotógrafa le aseguró a su novia que no tenía que preocuparse pero como la morena no quería pasar otra noche sola en su departamento recurrió a las demostraciones públicas. Y por demostraciones públicas me refiero a que luego de que el locutor del estadio la presentara como "la estrella del equipo" y Lexa saliera a la cancha lista para jugar, la deportista cruzo varias filas de las gradas para llegar a su novia, agarrarla de la cintura, levantarla y besarla al mejor estilo "¡OIGAN! MIREN TODOS, ELLA ES CLARKE GRIFFIN Y ES MI NOVIA" Este gesto no sólo hizo que Lexa sumara puntos ante la LPDC, sino que hizo volver las imágenes a la cabeza de la rubia fijándolas aun más si era posible.

Obviamente esa noche a ninguna revista o diario le importó que Lexa hubiera echo 47 puntos rompiendo un record absoluto en el club, la noticia era otra y los periodistas ya tenían su tapa para el día siguiente. Los periodistas, otro tema que a Clarke no le sentaba muy bien. Ya no sólo hacían vigilancia en su estudio sino que también se los encontraba en la puerta de su casa, en el colegio de Madi y hasta Raven se quejaba de haber visto uno que otro rondando por su vecindario. Sin contar que luego de la famosa declaración de amor pública de su novia los celulares de ambas chicas no pararon de sonar. Clarke recibió todo tipo de llamados, familiares, de amigos, empresarios, firmas que la querían para hacer negocios y hasta inclusive amenazas de distintas mujeres, una en especial le llamó mucho la atención porque la voz de la mujer era sospechosamente parecida a la de la maestra Kim. En el teléfono de la morena, por el contrario, no se podían identificar nombres, sólo aparecía "chica noche de lluvia en boliche", "chica karaoke", "rubia noche en la playa", etcétera, etcétera. Clarke hizo que su novia atendiera una por una de las llamadas y se disculpara con las mujeres que llamaban. Bueno eso fueron los primeros llamados, porque apenas la artista empezó a notar como esta modalidad, en vez de que las mujeres se alejaran de su novia, hacía que la vieran más interesante aun, fue ella misma quien se encargó de las disculpas. De más esta decir que eso no terminó muy bien y que Lexa nuevamente terminó en el sillón de Clarke con el cachorro y Madi acomodados en ella.

Cuando, donde y como el amor quiera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora