Narra Leire
-¡Señorita! Esa no es su cama, no puede dormir ahí. -Dijo la enfermera, me dio un susto... lo sabía, nos iban a pillar y el no, no.
Ismael estaba acurrucado a mi, me tenía abrazada y su cabeza sobre mi hombro.
-No grite, Ismael, despierta.-Me tenía tan bien agarrada que no era capaz de moverme.
-Ay trébol un rato más. -Dijo moviendo la cabeza de arriba a bajo, lo que producía que me hiciera cosquillas con su nariz en el cuello.
-No un rato más, no. Ismael sueltame hay ahí una enfermera. -Dije intentando zafarme de el. Abrió los ojos de golpe y la vio allí, por primera vez en la vida le había visto sonrojarse. Me soltó y salté de la cama.
-Lo siento, es mi culpa ella no quería pero la convencí. -Dijo encojiendose de hombros.
-Disculpa aceptadas, venía ha decirte que cuando el doctor tenga un hueco pasará por aquí, ¿necesitas algo?-Preguntó la enfermera.
-No, gracias. -Dijo Ismael, cuando la enfermera salió de la habitación Ismael se puso a reir.
-¿De que te ries? -Pregunté. Dio unas palmadas es el colchón para que me sentará, no hacia falta que me lo repitiera porque sin pensarlo me senté.
-Buenos días trébol.
-Buenos días mor.-Dije sonriendo.
-Quiero irme a casa.-Dijo pareciendo un niño pequeño. Me reí
-Cuanto tiempo sin escucharte reir. Ya era hora. -Dijo sonriendo.
-¿Te gusta mi risa?-Dije sorprendida.
-Si ¿Que tiene de malo?-Preguntó.
-Nada, solo que a mi no me gusta, bueno no me gusto de por sí pero en fin...
-Trébol puedes llegar a tener un corazón tan grande como tu cabezoneria, en serio a cabezona no te gana nadie.
-Habló, pero es verdad soy fea, no valgo para nada, donde vivía apenas tenía amigas...
-No digas eso tontina.-Dijo abrazandome.
-Digo la verdad y ya.-Dije abrazandolo yo también.
-Para mi no lo es y se acabó este tema.-Dijo besando mi mejilla. Sonreí aun que no pensaba lo mismo era fea y ya.
-Cuando vuelva a casa voy a coger mi móvil y ¿Sabes que voy hacer?-Dijo sonriendo.
-Qué.
-Pedirle a una chica por enésima vez que si quiere quedar conmigo en lugar de pasarnos la tarde hablando tirados en la piscina.
-¿Tu crees que merece la pena?
-¿Intentarlo?-Preguntó y asentí.
-Claro que sí, seguiré hasta que acepte quedar conmigo. Ella vale la pena.-Dijo sonriendo.
-Vuelve a intentarlo, tengo una corazonada de que ella aceptará. -Dije y se río.
Después de incomodo silencio preguntó Ismael;
-¿Alguna vez has tenido novio?
-No.-¿Pero que pregunta es esa?
-¿Un lio?
-¿En serio Ismael? ¿Tu crees que alguien estaría conmigo?
-Porqué no, eres bonita.-Dijo encojiendose de hombros.
-Eso es porque sabes mentir muy bien. -¿Y ahora que seguía? Porque no espero un "¿Quieres ser mi novia?"
-Yo no miento, yo digo lo que pienso.
-Lo que tu digas... ¿Y tu?
-Yo que.
-¿Has tenido novias? Y cuando digo novias me refiero a una relación en seria.
-Eh... no.
-¿No te has enamorado nunca?
-Nunca. El amor no existe.
-Si existe, claro que existe, ya veras solo dale tiempo al tiempo.
Nos pasamos una hora hablando, cada vez me tenía más enamorada hay que aceptarlo, puede llegar a ser tan dulce, es como si hubiera cambiado.
El doctor entró por la puerta.
-Bueno Ismael,¿Cómo estás?
-Listo para irme.-Contestó Ismael.
-Una última revisión y para casa.-El doctor le quito algún cable que aún tenía conectado al cuerpo. Le echó un vistazo y le dio el alta.
-Tus pertenencias están en ese armario de ahí.-Dijo el doctor señalando a un pequeño armario al fondo de la habitación.
Cuando se fue fui a por la ropa y el movil, a lo que el doctor llamó sus pertenencias. Ismael tenia un pijama azul puesto. Le entregé la ropa.
-Gracias trébol. -Dijo quitándose la camiseta del pijama sustituyéndola por la suya. Ismael está de toma pan y moja. Bajó de la cama se quitó los pantalones quedándose en bóxer y se puso los suyos.
-Trébol no pierdes detalle.-Dijo riendo. No me había dado cuenta de que estaba embelesa mirándolo.
-No hay que perder detalle de las cosas buenas. -Dije sonriendo, cuando terminó de ponerse las zapatillas vino a mi y me ofreció una mano, la acepté obviamente.
Fuimos de camino ha casa con nuestro dedos entrelazados y hablando tranquilamente.
Al llegar a la calle en la que vivíamos Ismael se empeñó en acompañarme.
-Adiós preciosa.-Dijo y me dio un beso de despedida que le devolví.
-Adiós mentiroso.-Dije subiendo las escaleras del porche.
-Adiós cabezona.-Dijo burlándose de mi.
-Te quiero tonto.-Dije entrando en casa a la vez que echaba un vistazo por encima de mi hombro. Estaba sonriendo.
Cuando entré en casa Joel y Paula se tiraron a mi.
-Leire.-Dijeron a la vez.
-Ya veo que me habéis esxtrañado.-Les dije.
-Mucho,¿Cómo está Ismael? -Preguntó Joel.
-Muy bien, con alguna herida, pero muy bien, al menos eso dice.
-Me alegro mucho.-Dijo mi prima.
-¿Has llorado mucho, verdad?-Dijo Joel.
-Un poco. -Bastante, pensé.
-Un poco no, mucho, tienes las ojeras llenitas de puntitos rojos. Eso te pasa cuando lloras mucho.-Dijo Joel.
-Cómo me conoces ya.
-Ya ves.-Dijo sonriendo.
Mi móvil vibró. Un mensaje. Era de Ismael, en el decía:
"Trébol ¿Quedamos esta tarde? Claro que quedamos, me lo dijiste en el hospital, tengo que ingresar más a menudo si eso significa dar pena y que Leire acepté mis invitaciones. Te espero en mi casa a las 6. Te quiero trébol."
Mi respuesta fue: "¡No! No ingreses más en el hospital :'( Acepto todas tus invitaciones con tal de que eso no vuelva a pasar. Nos vemos a las 6 pues.
Pd: Yo también te quiero."
-Que bonito es el amor ¿verdad Paula?-Dijo Joel ríendo.
-Eres más tonto. Voy a darme una ducha.-Contesté.
-Después podrías dormir un rato, los sillones esos no tienen pinta de ser nada cómodos. -Dijo Paula.
-Esta noche he dormido con Ismael y una enfermera nos has reñido.-Dije sonrojada.
-¿Que habéis que? No si al final no voy a tener razón, no te gusta te encanta.-Dijo Joel.
-Admite que te vuelve loca ya de una vez Leire.-Dijo mi prima.
-Lo admito.-Dije camino de la ducha.
-¡Ves! lo sabía, tenia razón, soy la hostia, y otros muchos comentarios que se quedaron diciendo.
ESTÁS LEYENDO
Una mala jugada en el amor
RandomCuenta la histotia del primer verano de Leire en su nuevo hogar.Todo empezó con una apuesta de la que Ismael se arrepentirá de por vida. Narrada por Leire una chica timida y no muy bonita e Ismael el chico que toda chica quiere. Romántica hasta los...