13. Cole Mackenzie

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—¿Para qué sirve besar? —preguntó de repente Anne durante la cena—

Marilla y Matthew se miraron sorprendidos, pero no dijeron nada.

—¿Cuál es el beso perfecto? —Anne siguió preguntando— ¿De verdad es más dulce que la miel?

Y así Anne siguió preguntando cosas sobre besos, lo cual solo me hacía recordar lo que había pasado esta mañana y me hacía volver a sentirme mal, así que intentaba concentrarme en la comida.

—¿Alguna vez han besado a alguien?

Los miré por si respondían algo.

—Será mejor que vaya al establo... —Matthew estaba por levantarse, pero Marilla le detuvo—

—Por dios santo Anne, contén la lengua. Muestra cierta decencia en la mesa —dijo Marilla—.

—Perdón.

—¿Isabelle estas bien? Apenas has tocado la cena —me habló ahora a mí—.

—Sí, es solo que no tengo mucho apetito.

A la mañana siguiente estaba ayudando a Marilla a poner la mesa para el desayuno cuando Anne bajó las escaleras y esta se había hecho algo raro en el pelo. Llevaba dos trenzas, pero con tres lazos en cada trenza.

—Anne Shirley Cuthbert madre mía, pero ¿qué ha pasado aquí? —preguntó Marilla—

—Es decorativo, para dar belleza —respondió Anne—.

—Quítate eso del pelo enseguida, estás ridícula.

—Se que no lo entiende, pero si usted tuviera el pelo rojo también querría cubrírselo.

—No me gusta los adornos innecesarios, quítatelos. Además, no veo a tu hermana queriendo cubrirse el pelo rojo.

Anne siguió insistiendo, pero Marilla seguía diciendo que no.

Cuando salimos de casa hacia la escuela, Anne me dijo que se iba a poner de todas formas los lazos, así que le acompañé al establo y le ayudé.

Al salir del establo casi nos chocamos con Jerry.

Este miró el pelo de Anne confuso, y ella no dijo nada, se limitó a suspirar y seguir con su camino.

—Buenos días Jerry —le saludé yo—.

—Bonjour Isabelle —me saludó con una sonrisa—.

Al llegar a clase Anne fue directa a hablar con Cole y Diana, yo me fui a mi sitio.

—¿Qué te pasó ayer chucho feo? Saliste huyendo de aquí —Billy se giró y empezó a hablarme—

—Es que no quería jugar sabiendo que tú también lo harías.

Al decir eso le cambió la cara.

—Aunque me hubiera tocado contigo no te hubiera dado un beso, que asco...

Ahí decidí de parar de hablar con él, no merecía la pena.

Alguien se sentó a mi derecha.

—Buenos días Isabelle.

—Buenos días Moody.

—¿Por qué no te quedaste ayer a jugar?

—Me encontraba mal, me dolía el estómago.

—Ah...

Pensé que me iba a preguntar sobre lo que dijo Billy cuando me fui, pero menos mal que no.

—¡Cole Mackenzie! —gritó de repente el profesor— Ya que pareces tener proclividades femeninas alimentaremos tus gustos por ellas. Siéntate con las chicas.

Toda la clase empezó a murmurar.

Cole se acercó a su asiento y cogió sus cosas, para luego ir al pupitre que había delante de Anne y Diana donde había un asiento libre, que pertenecía a una chica que faltó hoy.

Me parecía muy injusto. Cuando me tuve que sentar con los chicos nadie dijo ni murmuró nada. Y ahora que le hacen esto a Cole, ¿sí?

En cuanto el profesor se giró hacia la pizarra, me levanté de mi asiento y cogí mis cosas. Fui hacia donde estaba Cole y las puse sobre la mesa. Cole me miró confuso.

Ahora cogí sus cosas y las llevé al que era realmente su sitio.

Le hice una señal con la cabeza a Cole para que se sentara al lado de Charlie. Pero este se mostraba tenso y no se quería arriesgar. Así que lo agarré de la mano y lo llevé a su sitio. Me volví al sitio de las chicas y me senté como si nada. Notaba todas las miradas de la clase observándome.

El profesor se volvió a girar y miró a Cole furioso.

—¿Acaso estás sordo? —le preguntó el profesor despreciablemente a Cole—

—Verás profesor, cuando llegué no había un asiento libre para mí donde las chicas, así qué como faltó alguien pensé en sentarme aquí hoy —respondí tranquilamente—.

El profesor me miró furioso.

—Mi compañero de mesa es maravilloso, pero entiéndame cuando le digo que me hace falta un día de vacaciones de estar detrás de Billy Andrews —seguí diciendo—.

—Una chica no tendría que verse obligada a estar rodeada de tantos chicos. Es incómodo —comentó alguien a mis espaldas—.

—Viéndolo así... —dijo el profesor— Está bien.

Miré a Cole y esté me sonrió disimuladamente.

—Bueno abrid el libro por la página 56.

Isabelle with an "e" ~ Moody Spurgeon (awae)Where stories live. Discover now