44. Algo pendiente

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Al entrar a la granja Jerry me saludó desde el cobertizo, yo se lo devolví con una sonrisa.

Pude ver que al lado de la casa se encontraba un caballo de color palomino, que nunca había visto antes. Sin pensármelo me acerqué a ver si me dejaba acariciarlo. Cogí una zanahoria salvaje, que me encontré por el camino, de la cesta que llevaba, se la ofrecí y se la comió con gusto.

Al entrar a la casa me encontré con Matthew que sostenía un rábano de un gran tamaño y a un chico de espaldas. Al girarse a ver quién entró en la casa vi de que se trataba de Gilbert Blythe.

—Ah hola Gilbert. Espero que no te importara, le di una zanahoria a tu caballo.

—Buenos días. No te preocupes por eso, le encantan.

—Matthew, ¿de dónde has sacado tal rábano? Es más grande que tu propia cabeza —Gilbert rió ante mi comentario—.

—Del huerto, de donde va a ser. Lo voy a presentar al concurso de verduras más grandes.

—En ese caso ganarás seguro. Por cierto, ¿habéis visto a Anne?

—Se fue al piso de arriba —me respondió Gilbert, le sonreí y me dirigí hacia las escaleras—.

Llegué a la habitación de Anne, la puerta se encontraba entre abierta. Di dos golpes en esta y entré.

—Anne te traje lo que me pediste —le mostré la cesta que traía—, las piñas y demás...

Se acercó a mí y la miró.

—¡Gracias! Es justo lo que necesitaba —se acercó a mí y me abrazó—.

—Oye, ¿qué te pasa? ¿has llorado? —le pregunté al verle los ojos rojos y un poco llorosos—.

—Sí, me emocioné al ver la tarta que hice con la receta de Mary...

—Seguro que te ha salido genial, y te va a quedar estupenda cuando la decores —Anne me mostró una gran sonrisa, que se le borró a los pocos segundos, entrecerró los ojos y se llevó sus manos junto a su pañuelo a la cara, estornudando.

—Gilbert creyó que estaba cortando cebollas, que momento más vergonzoso —bufó—.

—Hablando de Gilbert...

—¡Sh! Calla que está ahí abajo —me susurró mirando por la ventana—.

Me acerqué y asomé a la ventana también, Gilbert se estaba subiendo al caballo. De repente Anne estornudó de nuevo y el chico miró hacia nosotras. Nos saludó con la mano antes de girarse e irse.

 Nos saludó con la mano antes de girarse e irse

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Esa misma tarde fuimos a la feria. Anne lucía emocionada ante tal espectáculo, que si un globo estático nada más llegar, malabaristas... Anne nunca había pisado una feria, se podía deducir por la alegría de su rostro. Yo, sin embargo, estuve en un par cuando vivía en Nueva Escocia.

Isabelle with an "e" ~ Moody Spurgeon (awae)Where stories live. Discover now