11: Dejame conquistarte

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ANTES DE LEER:

Quiero informarles que acabo de subir el DoDam que les había dicho.

Ahí toco temas sensibles, espero se tomen la molestia de ir a leerlo.

Gracias, sin más, doy inicio al capítulo.

***

Haruto había despertado de buen humor ese día, después de confesarle sus sentimientos a Jeongwoo se sentía liberado y contento ya que el castaño no lo rechazó. Tampoco le correspondió pero le alegró saber el hecho de que Jeongwoo no era homofóbico o algo similar.

— Buenos días madre —saludó a la mujer y sonrió.

— Buenos días Haruto —saludó la mujer a su hijo—. ¿Cómo vas con tus calificaciones?

— Bien mamá —contestó sin mirar a los ojos de su progenitora.

— Haruto, sé que la mayor parte del día no estoy contigo, pero trato de estarlo en los desayunos. Dime, ¿Me estás ocultando algo? Soy tu madre, no puedes engañarme. Tú nunca me dices mamá.

— Me gusta alguien —soltó de golpe, su madre tenía razón, no podía engañarla.

— Wow —habló sorprendida—. Pensé que habías perdido un examen —rascó su nuca—. ¿Ella es bonita?

— Madre —Haruto negó—. Él es hermoso.

— Oh —arrugó la nariz—. Si eso te hace feliz, entonces a mi también. No niego que me sorprendió por el hecho de que te ves muy heterosexual, pero como dicen, nunca juzgues un libro por su portada.

— Gracias madre —sonrió.

— Yo quería nietos —dijo en un tono bajo.

— Madre —regañó Haruto.

El desayuno terminó tranquilo, Haruto tomó su mochila y salió de su casa con la esperanza de encontrarse a sus mejores amigos, por suerte encontró a Jihoon en el camino y se fue con él.

— ¡Yoshinori! —gritaron ambos al ver a su amigo a la distancia, el japonés volteó y les sonrió mientras esperaba a que lo alcanzaran.

— Hey —saludó a ambos.

— ¿Por qué de pronto Haruto se ve más fresco?

— Eh sí —codeó Yoshinori—. Te ves más fresco viejo.

— Déjenme en paz —manoteó así logrando quitar la mano de Jihoon de su hombro—. Se nos hace tarde.

El resto del camino fue en silencio, era un silencio cómodo y tranquilo. Llegaron a la escuela, Haruto se fue a su salón y sus amigos al suyo, todo bien.

— Buenos días Haruto —saludó Jeon Somi, el japonés solo alzó su barbilla como saludó.

Caminó a su lugar mirando a Jeongwoo, quien se encontraba volteado platicando con Junghwan. 

— Hola Park —dijo haciendo voltear al chico quien lo observó con un leve sonrojo en sus mejillas.

Se sentó en su lugar —detrás de Jeongwoo— y sacó sus postics para ponerse a escribir. Le pasó el postic a Jeongwoo.

Te veo en el baño del edificio C en el descanso

— Buenos días chicos —la maestra Park entró al salón anunciando su llegada, rápido todos se fueron a sentar y guardaron silencio.

Entregaron el trabajo que la mujer les había encargado, el cual Haruto tenía y continuaron con la clase tranquilamente. Esta terminó y significaba una cosa, seguía el descanso.

Haruto se levantó y le sonrió a Jeongwoo antes de salir, este lo observó sonrojado con el ceño fruncido. Haruto soltó una pequeña risa, avisó a sus amigos que no comería con ellos y para suerte de él, ellos no lo cuestionaron. Se fue caminando al baño del edificio C y como era costumbre, este se encontraba vacío.

Haruto estaba observando por la ventana el patio de la escuela, no habían pasado ni 5 minutos cuando la puerta fue abierta indicando que alguien había entrado, por suerte se trataba de Jeongwoo, quien cerró la puerta con seguro.

— ¿Qué es lo que quieres? —preguntó con el ceño levemente fruncido.

— Hola Haruto, me encuentro bien ¿y tú cómo estás? —habló burlón el japonés.

— No empieces Watanabe —frunció más el ceño y Haruto soltó una pequeña risa.

— Te ves tan tierno haciendo eso —sonrió mostrando los dientes y Jeongwoo relajó su ceño.

— No soy tierno —rascó su brazo—. Ahora dime, ¿para que me citaste aquí?

— Primero que nada, gracias —el japonés le sonrió nuevamente. Juntó sus manos y suspiró—. En serio gracias por venir, no creí realmente que lo harías.

— No agradezcas, yo también tengo cosas que hablar contigo.

— Quiero pedirte un favor.

— ¿Para eso me citaste en el baño? —elevó una ceja y observó a Haruto, este se encontraba sudando levemente—. Este baño casi nadie lo usa y todos lo saben, ve al grano por favor.

— Quiero pedirte que me des permiso de conquistarte —soltó de la nada haciendo a Jeongwoo retroceder un paso—. Por favor, concédeme el permiso de poder conquistarte.

— Ah, Haruto...yo...yo...no puedo —agachó la cabeza.

— ¿Por qué no?

— Yo no te miro de esa forma.

— Por eso te pido la oportunidad de que me dejes conquistarte. La verdad tú me gustas mucho y quiero tener esa oportunidad de poder darte mi amor de alguna forma.

— ¿Desde cuándo te gusto?

— Desde el ciclo pasado, empezaste a confundir a mi corazón hace un año.

— Ay Haruto —suspiró—. Está bien, te daré la oportunidad.

Aceptó, porque quizás muy en el fondo a él también le gustaba el japonés.

— ¿En serio? —el coreano asintió y Haruto rápido se acercó a él y lo abrazó fuertemente mientras llenaba de besos su cara.

— Oye tranquilo —rió mientras se soltaba del agarre del japonés—. No hagas eso, van a creer que somos pareja.

— Yo no tengo ningún problema con que crean que somos pareja.

— Haruto —regañó el coreano—. Creo que es hora de irme.

— Gracias Jeongwoo, en serio, muchas gracias por darme la oportunidad.

— Pero solo será una, eh —lo miró serio—. Si no te juro que te golpearé.

— Sí. Sí. A tus ordenes precioso.

— Bueno iré con mis amigos a comer, nos vemos luego.

— Sí. Sí. Adiós precioso.

Jeongwoo había firmado su condena, ahora tendría a Haruto detrás de él.

Quizás le gustaría tener al japonés detrás de él.

Rumores de pasillo [HaJeongwoo]Where stories live. Discover now