E5: Sé mi novio

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5 años atrás

— ¿Estás bien? —preguntó mientras le ponía hielo a su chichón.

— Sí —sintió el frío en su frente—. Ay, está muy frío.

— Tranquilo, faltan diez minutos —Jihoon mencionó mientras sacaba la lengua.

— ¿Estás bien Jeongwoo? —preguntó al ver a su amigo pararse.

— Algo así, ¿tú cómo estás?

— Bien ahora que Jihoon me está ayudando —sonrió dulcemente y Jihoon sonrió al ver la hermosa sonrisa del niño.

Alto.

Jihoon no era gay, ¿o sí?

Se estaba preguntando porque la sonrisa de un niño le gustaba demasiado y le parecía tan hermosa.

Salieron de la enfermería y cada quien se estaba dirigiendo a su salón.

— Gracias por la ayuda Jihoon —Junghwan le agradeció con una reverencia.

— Sweetie, no hagas reverencias conmigo, no hay necesidad de tanta formalidad.









***

Jihoon tenía dudas, era la primera vez que la sonrisa de alguien le parecía hermosa.

¿Acaso era gay?

Negó con la cabeza. Eso no era posible.

— No —negó nuevamente—. No puede ser —empezó a dar vueltas en la cama—. Me deben de gustar las niñas, no los niños.

El pequeño Jihoon estaba sufriendo un debate en su cabeza y necesitaba a su madre urgentemente. Así que no dudó en bajar las escaleras e ir a acostarse en el regazo de su madre —quien veía la televisión— en la sala.

— ¿Qué pasa Jihoon? 

— ¿Por qué crees que pasa algo? —se atrevió a preguntar.

— Porque tú nunca te acuestas a mi lado a no ser que tengas un problema, te conozco, eres mi hijo —sonrió la mujer mientras acariciaba el cabello del niño.

— Mami —cerró los ojos—. Hoy golpearon a un compañero con la pelota en educación física.

— ¿Y qué pasó?

— Lo lleve a la enfermería, pero antes de eso, uno de sus amigos había vomitado en la cancha —tocó sus dedos tímidamente—. Él sonrió y sonríe muy lindo y...y..y juro que es la sonrisa más hermosa que he visto en la vida.

— ¿Él?

— Sí —se acomodó y se sentó a lado de su madre mientras esta apagaba el televisor.

— Jihoon —cambio su expresión relajada a una seria—. ¿Me estás diciendo que te gustan los niños y no las niñas?

— S-Sí —dijo tímidamente mientras cerraba los ojos, tenía miedo de que su madre reaccionara mal o algo similar.

— Ay Jihoon —suspiró la mujer—. ¿Y cual es el problema?

— Que estoy confundido respecto a mis preferencias.

— Jihoon, el amor no tiene nada de malo —dejó salir un suspiro nuevamente. No se sentía preparada para hablar de esos temas con su hijo, ella esperaba que Jihoon le contara de ese tipo de cosas cuando fuera más grande, no ahorita que apenas tenía diez años—. Me has tomado desprevenida, no lo niego —sonrió finalmente—. Pero créeme hijo, el amor no es malo porque amor es amor y no estoy molesta o algo similar, solo algo sorprendida, no esperaba tratar estos temas contigo a esta edad, pero como dicen uno no elige de quien se enamora solo pasa y ya. Eres mi hijo y te amo como seas, no importa si seas homosexual, azul, morado o rosa. Tu felicidad es lo que importa y si eso te hace feliz, a mi también. Lo hablaré con tu padre, pero no creo que se moleste y si lo hace, lo corremos de la casa, ¿qué dices Jihoon? —mencionó lo último riendo y Jihoon le siguió la corriente.

 Sí, lo corremos de la casa.

— Ahora respondeme una duda.

— ¿Cuál mamá?

— ¿Cómo es él? 

— Es bonito, muy bonito y tiene la voz más hermosa que he oído en mi vida —sonrió por recordarlo escuchar replay de Shinee—. Lo escuché cantar Replay y me encantó su voz, es tan dulce y tierna, no sé mamá, me encantó y su sonrisa es demasiado hermosa.

— Deberías declararte.

— Pero no estoy seguro si me gusta.

— Hijo, te brillaban los ojos cuando hablaste de él, yo creo que si te gusta pero no te has dado cuenta.









***

Junghwan tomó valor y suspiró, sacó de su mochila una rosa y una barra de chocolate y esperó a que el citado llegará, se encontraba en el patio de la escuela esperando a Jihoon. En la mañana le había dado una nota en la entrada. 

Observó de lejos llegar al niño, este traía el cabello despeinado y algo desalineado pero aun así se veía hermoso. Suspiró en cuanto este aceleró el paso.

— Junghwan —saludó el niño—. ¿Para que me citaste aquí?

— Este...toma —le extendió la rosa y una barra de chocolate.

— Oh —se sorprendió—. Gracias —tomó el regalo y sonrió.

— Gracias por la ayuda de ayer —junto sus manos y las escondió detrás de su espalda.

— No tienes que agradecerme.

— Sí —exclamó—. Es necesario...y...y...sí, es necesario.

— Junghwan.

— Mande.

— Me agradas.

— ¿Te agra-do? —asintió Jihoon—. Tú también me agradas.

— ¿Te gustaría salir conmigo a comer helado?

— S-Sí.

— Que bueno, me alegra que aceptaras salir conmigo.

— Jihoon —junto sus dedos tímidamente—. Quisiera darte algo más.

— ¿Sí? —asintió—. ¿Qué es?

— Acércate —se acercó el niño y Junghwan posó sus labios en su mejilla dejando un beso.

— Junghwan —se sorprendió, no esperaba eso.

— Perdón, yo...—iba a huir pero Jihoon lo detuvo.

— No pidas perdón —sonrió grande—. Por favor Junghwan, quedate.

— Está...está bien —se giró para observar al chico.

— Junghwan, sé mi novio, por favor —Jihoon hizo una reverencia y Junghwan sintió sus mejillas arder.

— Sí Jihoon —exclamó feliz—. Pero que dijimos de las formalidades —frunció el ceño.

— Perdón —de nuevo hizo una reverencia que hizo reír al niño—. ¿Sabías que tu risa es la más hermosa?

— Jihoon.















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