O8.

749 147 62
                                    

Capítulo n. 8,

E N F E R M A

Pasaron unos días donde seguías teniendo el resfriado, sin embargo estabas mejor que los primeros días aunque la molestia en la garganta y cuerpo no desaparecía tan fácilmente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Pasaron unos días donde seguías teniendo el resfriado, sin embargo estabas mejor que los primeros días aunque la molestia en la garganta y cuerpo no desaparecía tan fácilmente. 

Regresaste a tus clases pronto a pesar de seguir con el malestar, era algo que podías soportar durante uno días hasta que estuvieses recuperada al completo. Te despediste de tu club para caminar hacia el gimnasio, compraste algunos dulces para los chicos por el camino, debían estar cansados.

No pudiste evitar soltar una risa al ver como machacaban al pobre Lev, que era un asco recibiendo. Inmediatamente Fukunaga te vio, saludaste moviendo tu mano, él te guiñó un ojo en respuesta, volviste a reír por sus acciones y esperaste pacientemente mientras ayudabas a Shibayama a tomar algunos apuntes. Nada más escuchar el pitido del fin de la práctica corriste a los brazos de tu amigo.

─Estoy lleno de sudor, no deberías abrazarme.

Sonreíste besando su frente, provocando un leve sonrojo, abrazaste más al chico para soltarle y que pudiera cambiarse.

─Parece que nuestros gatitos vuelven a estar normal.

Miraste mal a Kuroo para golpearlo, le sacaste la lengua haciendo burlas para irte junto con Fuku como de costumbre, agarraste su mano para comenzar a caminar. El silencio era agradable, la brisa movía tu pelo desordenándolo, miraste vuestras manos entrelazadas, mordiste tu labio con el entrecejo fruncido.

¿Por qué simplemente no te declarabas? Tenías tanta confianza como para hacerlo, tal vez, muy dentro de ti, sabías que esa relación no podría ir a ningún lado. Pero ¿por qué? Era una corazonada, quizás estuvierais mejor como solo eso, amigos.

─¿Estás bien?

Saliste de tus nublados pensamientos, observando como te miraba preocupado, te diste cuenta de que estabas apretando su mano fuertemente así que aflojaste el agarre.

─Ah... uh, sí, sí, solo estaba pensando en tonterías.

Sonreíste. No muy convencido asintió señalando la tienda a la que teníais que ir. Comprasteis todo lo necesario; hilo, lana, algodones y alfileres, teníais pensado restaurar al pobre gato de las disculpas porque ya estaba bastante mal. La mejor opción fue hacerlo en la casa del chico porque estarían más tranquilos así que ahora os encontrabais viendo tutoriales de costura en YouTube para poder hacer el peluche.

─No espera, tienes que hacer así y luego así.

Estabais hechos un lío al no saber bien cómo coser, por no hablar de lo que costó meter el hilo en el alfiler, terminasteis de recortar la forma y coser una gran parte para meter el algodón.

─Es lindo.

Fukunaga lo sostuvo entre sus manos viendo pequeños detalles que le recordaba a ambos, como pequeñas manchas que hicieron con el tono de tu pelo y el suyo. Estabas dando las últimas punzadas cuando sentiste un dolor agudo en tu dedo índice, cuando quisiste darte cuenta una gota de sangre manchó tu blusa, entonces sentiste que algo húmedo se movía por tu dedo y te sonrojaste furiosamente la ver como el chico lamía el dedo sin vergüenza.

─Tengo tiritas en el baño, date prisa y lávalo correctamente.

Asentiste aún un poco aturdida por su repentina acción, en el baño viste tu cara explotada en tonos rojos, con un poco de agua lavas tu rostro intentando bajar el color de tus mejillas. Te observaste por unos segundos sintiendo como si todo diera vueltas, tus palmas se agarraron al lavamanos por instinto cuando sentiste un malestar en el estómago, cerraste los ojos con fuerza ante el dolor. Sentiste que el agarre de tus manos se aflojaba al sentir cada vez menos tus cinco sentidos, tu boca se abrió desesperada por sacar lo que sea que hubiera dentro de tu cuerpo, con un poco de tos seca lograste vomitar.

Agarraste un poco de papel para limpiar tu boca junto con agua, parpadeaste incrédula al ver que el papel estaba manchado de sangre. Miraste tu estado en el espejo, estabas pálida y tu barbilla estaba manchada de un poco de saliva, limpiaste todo correctamente para volver a la habitación.

─Hey, Fuku, creo que debo irme ya.

─¿No quieres quedarte a dormir?

Mordiste tu labio interiormente, negándote a quedarte, prometiendo que otro día será.

Nos vemos luego, Fuku.

Sin esperar una respuesta cerraste la puerta para ir corriendo a tu casa, casi tropiezas un par de veces por no mirar, cegada por el nerviosismo. Abriste rápidamente, cerrando rápidamente de un portazo, sintiendo como toda esa adrenalina usada en tu carrera se iba en tan solo un segundo, sintiendo tu cuerpo demasiado cansado. Contuviste las ganas de vomitar nuevamente para dirigiste a la sala de estar donde estaban tus padres.

─Mamá, no me encuentro bien.

Fue lo único que lograste decir antes de que tu cuerpo colapsara por completo haciendo un ruido sordo contra el duro suelo.

Fue lo único que lograste decir antes de que tu cuerpo colapsara por completo haciendo un ruido sordo contra el duro suelo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
𝗦𝗲𝗲 𝗬𝗼𝘂 𝗟𝗮𝘁𝗲𝗿┃Fukunaga ShoheiWhere stories live. Discover now