ᴘᴜʀᴇ [Tom Riddle - Voldemort]

Capítulo 1

“Amigo”

1934

La lluvia desenfrenada dio lugar en el horfanato Wool y sus alrededores. Lo único audible en todo el lugar era el constante sonido de la lluvia callendo en alguna superficie o el suelo mismo, provocando un relajante sonido.

Todos los niños de aquel horfanato se mantenían en silencio o hablando en murmullos con los demas, a esepción de dos niños, Katherine y Tom.

Aunque estos estaban en diferentes mesas la niña no pudo despegar su mirada del pelinegro mientras este comía. Desde que entró al horfanato hace un año y medio no pudo evitar interesarse por aquel niño de ojos penetrantes.

Este le parecía sumamente interesante y misterioso, además de que era muy solitario como ella, aunque por las razones totalmente opuestas.

Mientras ella era despreciada por tener suma energía y ser en exceso cariñosa, el era despreciado por que le temían y lo consideraban un fenómeno, aunque a ella no le parecía asi.

Además que ella también era un "fenómeno" ya que, también era bruja.

Katherine era hija de dos grandes magos, Frank White y Yuliana White. Por lo tanto ella estaba al tanto de la magia y todo lo relacionado, hasta que claro, sus padres murieron y la trasladaron al horfanato más sercano.
Y gracias a eso estaba segura de que Riddle no era un simple muggle. Ya que ella misma había visto con sus propios ojos como él niño castigaba con magia a sus agresores o a cualquiera persona que perturbara su paz en general.

Ella quería hablar con él de magia, ser amigos. Podía sentir que tal vez podría lograrlo pero sabía que Riddle no era una persona fácil, aunque se atenia a los riezgos, era huérfana y sin amigos, ¿Qué más daba?.

Así que sin más y con una gran sonrisa en su rostro se dirigió hacia la mesa en donde estaba Riddle, que no estaba muy lejos de la de ella.

Se posó enfrente de él sin borrar la sonrisa de su pequeño rostro. Tom de inmediato alzó su vista al sentir la presencia de otra persona, encontrándose con los ojos verdes de Katherine.

Velozmente Tom le dirigió una mirada de puro odio, con el propósito de que la niña que obstruida su vista se fuera de inmediato si no querría algún castigo de su parte.

La pequeña White sintió el miedo recorrer su espina dorsal, pero tras unos segundos se recompuso y sin pedir permiso se sento enfrente del niño.

-¡Hola! - exclama con emoción- ¡Soy Katherine White! - se presenta la castaña, extendiendo su brazo hacia el pelinegro-

Este furnce el seño y no toma la mano de la niña, algo que la apeno un poco, ya que sus mejillas se tornaron color carmín, aunque siguió hablando igualmente.