Llevaban días desde que el gran desarrollador tecnológico Merlon había anunciado la gran aplicación para solucionar los problemas amorosos de la mano de Goddess Company, el revuelo en la gran ciudad de Karmaland no se hizo esperar ante la primera fa...
Ciertamente era una cuestión complicada, entre responsabilidades, tareas, objetivos, metas y reuniones, las emociones que llevaba Samuel consigo jamás habían llegado a ser tan profundas como sus pensamientos. Nunca se había detenido a observar de otra forma el mundo que no fuera adquiriendo las cosas que le gustaban, si bien fantaseaba bienes materiales nunca fue su ideal encontrar su otra mitad. Y a día de hoy, ese interrogante ponía en jaque cada uno de sus objetivos, en si había hecho bien o mal en priorizar sus ganancias antes que su plan de vida. Aunque a él siempre le gustó la idea de tener hijos, quería educarlos como sus padres lo hicieron pero a su manera, quería jugar y cuidar de alguien, aunque apadrinaba a muchos jóvenes talentos no era lo mismo.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Ruben
Empezaba a cuestionar si Auron no lo estaba secuestrando para quedarse con el derecho de especie que había ganado, cuánto tiempo había hecho fila? Como una hora, pero ahora estaba aquí, el lugar era lúgubre a más no poder, estaba seguro que los de sanidad no aprobarían ni que este edificio siga funcionando incluso si solo ésta sección fuera para androides, ya había visto dos cucarachas y el pasillo era tan largo que empezó a dudar que fuera el mismo edificio.
- ¿Has venido aquí antes? - pregunto cuando al fin doblaron, miro a su amigo quien parecía algo perdido.
- Si, solo que no entiendo porque se trasladó aquí atrás ese gorrino - expresó Auron quien tampoco estaba acostumbrado a caminar por el pasillo de los androides - un minuto caminando y ya llegaremos, no te agobies.
- Bueno, pero creo que nos convenía quedarnos en la fila, si te soy sincero.
- Probablemente, pero ya estamos aquí, no te quejes.
Justo como había predicho su amigo, ahí estaba la puerta, habían llegado en menos de un minuto. Escrito en un vago cartel de cartón decía "No molestar", Rubius iba como un niño pegado a Auron, sentía que si se despegaba de él se perdería entre tanto laberinto, por más que tuviera una aplicación de GPS instalada en su chip neuronal, no sabía utilizarla, bueno más que no saber, no le gustaba que demorará tanto en dar instrucciones. Auron abrió la puerta sin importarle las advertencias del cartel.
- ¿¡Pero qu..?! ¡Auron! ¿Acaso no sabes leer? - dijo una chica que estaba sentada sobre un hombre, bueno Rubius pensaba más que parecía un niño pijo recién salido de la prepa, este se dispuso a prender un cigarrillo mientras veía la escenita que se iba a armar con sus más fieles clientes.
- ¡Pero bueno! ¿Qué pasó Mónica? ¿Acaso triple 7 te dejo tirada y viniste por despecho? - exclamó Auron olvidándose del motivo inicial, hay que ser sinceros le gustaba provocar peleas. Rubius solo miraba extrañado al par que parecían asesinarse con la mirada.
- Tranquilo Auron - dijo el hombre cuyas facciones eran como las de un adolescente recién salido de la pubertad que había elegido un traje hecho a la medida - Viene aquí por un pequeño asunto comercial, en cambio tú y tu amigo no sé a que vienen.
