Capítulo 9 Comienzo del plan

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Para entonces Will ya se encontraba en Port Royal. De manera que Jack buscaba a Gibbs pero no lo encontró. Los hombres lo alcanzaron y lo subieron al Perla a empellones. Lo amarraron y le vendaron los ojos.

Ya a punto de tirarlo de la plancha, le preguntó el moro:

- ¿Cuál es tu última voluntad?

Jack respondió:

- Recoger las cenizas de mi padre.

El moro repuso:

- Pero que yo sepa, tu padre no ha muerto.

- Por eso, quiero vivir para recoger sus cenizas.

Entonces el moro, molesto le ordenó:

-¡Cállate ya y camina!

Lo lanzaron al mar y Jack nadó contra corriente mientras sus hombres le disparaban. Entonces llegó un navío de la East Indian Trading Company. Se le presentó una encrucijada. Si volvía al Perla sus hombres lo asesinarían. Si subía al navío de la East podría estar preso y posiblemente llegar a la horca, pero su futuro más próximo estaba en juego y nadó hacia el barco de la East.

Lo subieron al barco y lo ataron con cuerdas de las manos.

Lord Beckett apareció y acercándosele, le dijo:

-Sparrow! nos volvemos a ver las caras, aunque en circunstancias poco agradables para ti.

- Así es, Beckett pero no por mucho tiempo.

Beckett se acercó y le dio una bofetada y añadió:

- ¿Te atreves a retarme, sucio pirata? Llévenselo y enciérrenlo y en cuanto lleguemos a Port Royal lo haremos confesar.

Mientras tanto Gibbs regresó al gran río cerca de la casa de tía Dalma para buscar a María.

Tocó y le abrió tía Dalma, quien le preguntó, preocupada:

- ¿Qué haces aquí, Gibbs? ¿Y Jack?

María los escuchó y se acercó:

- Gibbs, por favor, ¿por qué no estás con Jack?

- Fue aprehendido por lord Beckett. Se lo van a llevar a Port Royal.

-¡No!- respondió María llorando y se desvaneció.

Gibbs comentó a tía Dalma:

-Cuídala, por favor, voy a buscar a Jack, sólo quería avisarles.

Tía Dalma repuso:

- Que haya suerte, sálvalo por favor Gibbs.

Gibbs subió a un navío pirata que se dirigía a Port Royal a buscar gente para una exploración pero de manera oculta. Pidió ingresar a ella a fin de llegar a Port Royal y ayudar a escapar a Jack. Esperaba poder llegar a tiempo, antes de que Jack fuera ejecutado.

En cuanto llegó se dedicó a buscar a Will Turner y le contó:

- Will, hay que hacer algo, Jack está preso. Lo trae lord Beckett. -

Will respondió:

- Claro, ayúdame, pronto llegarán a Port Royal. Hay que elaborar un plan.-

Will y Gibbs entonces buscaba la manera de salvar a Jack de la horca.

Mientras tanto Beckett interrogaba a Jack:

- Vamos a ver, Sparrow, esto podemos arreglarlo civilizadamente. Tú sabes que yo quiero algo que tú tienes y me lo vas a dar. Te ofrezco la libertad a cambio de Maria.

- Eso me pertenece y no te diré dónde está.

- Mira que tu vida está en juego, Sparrow. Te espera la horca y no quisiera estar en tus zapatos. Podrías tener todo lo que tu quisieras si me la entregaras.

- ¡Eso nunca! Prefiero morir de una vez.

- No importa, lo averiguaré por mis propios medios-respondió Beckett.

Esa noche Will se hizo pasar por un cura y Gibbs vigilaba la puerta vestido de monje

Will se acercó al centinela y le preguntó:

- Señor, puedo pasar a dar consuelo espiritual al condenado?

El centinela aceptó y lo dejó pasar. Pero al reaccionar Gibbs le dio un fuerte golpe en la cabeza. Will se acercó a Jack y éste le contestó:

- Para sacerdotes estoy ahorita. Váyase por favor, no necesito sus consejos.

- ¡Soy yo! Will! Gibbs y yo venimos por ti.

-Hermanos, gracias.

Le abrieron la celda y se escondieron.

Beckett había decidido que la horca sería puesta al día siguiente al cuello de Jack, pero mientras tanto indagaría el paradero de María.

Al día siguiente, fueron a buscar al reo pero sólo encontraron la reja abierta.

En cuanto salieron Jack y Will buscaron al gobernador Swann para que le brindara protección a Jack. El gobernador dijo a Jack:

- Tanto tiempo de no verte, Sparrow. No sé como has hecho hasta ahora para librarte de tantos peligros. El demonio te protege.

- O Dios, no lo sabemos, señor- respondió Jack con tono irónico.- Por cierto, señor, hacer pasar a alguien por otra persona es un delito, no lo cree?

- Tal vez, pero podríamos tomarlo como una inversión.Yo te doy, en espera de lo que tú me puedes dar.

Entonces Jack se puso serio y comentó:

- Usted se está aprovechando de las circunstancias de un pobre hombre sin patria, sin hogar (bueno, creo que ya no), pero lo está obligando para que cumpla sus planes a cambio de su propia vida. Eso no es de una persona honrada.

- ¿Y qué sabes tú de honradez, Sparrow?- y lo iba a golpear pero Elizabeth lo detuvo.

- Padre, hay que terminar con esto. Jack, es tu única oportunidad de salvar la vida y de mejorarla, aprovéchala. Tú también quieres vengarte de Beckett, no es así?

- No sabes cuánto, y tampoco sabes cuánto detesto tener que agradecérselo a tu padre- dijo fruncendo el ceño.

Decidieron que Jack se quedaría oculto en casa de Will, disfrazado por el momento hasta que salieran de Port Royal y continuaran el plan.

El Legendario SparrowWhere stories live. Discover now