Capítulo 6 Fiesta y entrega

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Mientras tanto en Port Royal, Will y Elizabeth comunicaron al gobernador Swann que era un hecho que Jack había cometido otro ilícito.

- Esta vez no sé qué vamos a hacer. Jack no termina con esta cadena de robos- dijo el gobernador, preocupado.

Will interrumpió:

- Ni lo hará, señor gobernador, hasta que se le conceda el indulto.

- Si, padre, es lo único que podría ayudarlo.

El gobernador Swann pensó en algo que pudiera ayudar. Buscó en un baúl de documentos, y encontró unas patentes de corzo que tenían lo rúbrica del rey y el sello de Beckett. Dichos documentos habían quedado olvidados durante algún viaje y estaba ahora a su disposición.

Will y Elizabeth estaban felices, pero el gobernador interrumpió su alegría al decirles:

- Muchachos, existe una posibilidad de salvar a Jack. La única que encuentro es que mandemos a Jack estas patentes y que regrese a Port Royal con su nombre puesto en ellas. Pero tendrá que regresar con un nombre distinto.

Will y Elizabeth se miraron y ella preguntó:

-¿ Y cómo lo haremos pasar por otra persona?

- Fácil- dijo el gobernador. Tengo documentos de un amigo mío que falleció hace más de 3 años y a la fecha tendría la edad de Sparrow, bueno, si a ese pirata se le puede calcular la edad. Era el duque Wittington, Gualterius Wittington. Lo hacemos pasar por el duque y ya está. Luego lo convencemos de que nos ayude a acabar con Beckett y todo arreglado.

Los muchachos estaba felices por la solución, pero no sabían que ahora Beckett buscaba a Jack por otro motivo distinto al de los crímenes contra la corona inglesa.

Beckett mientras tanto, preparaba su plan. Enviaría a Rodrigo y a Luis disfrazados de piratas, de forma que Jack no los reconocería, hacia Tortuga, se colaría en la tripulación y convencerían a alguno de sus hombres o a todos, si era posible, para amotinarse en su contra y llevarlo preso a Port Royal. Parecía muy fácil, tal vez no lo era tanto, lo importante era localizar a Jack cuando llegara a Tortuga, y esperaba que fuera lo más pronto posible.

Jack y María se llevaban un poco mejor. Y lo que sucedería después los uniría aún más...

Llevaban 9 días de viaje. Pero los víveres eran aún suficientes. Sin embargo sentían un vacío enorme y no sabían por qué.

Jack y María se llevaban bien pero no se acercaban mucho; había una barrera que les impedía pasar más tiempo juntos y aún sí trataban de estar cada vez más cerca uno del otro.

Se habían aburrido y trataban de buscar otra distracción. A María se le ocurrió celebrar una fiesta en el Perla qpero oculta para evitar que Beckett y sus hombres los encontraran. Aún no habían disfrutado e botín y era una buena oportunidad de hacerlo.

María organizó todo como pudo y traba de animar a la tripulación. Jack veía con desagrado la fiesta y preguntó a María:

- Mi querida Mary, ¿se puede saber qué vamos a celebrar? Realmente no me desagradan las fiestas, pero ¿no crees que esta no es la ocasión propicia?

- Pues debemos celebrar...celebrar nuestra próxima venganza de Beckett y sobre todo alegrarnos un poco después de tanta monotonía.

- Bien, entiendo que estés aburrida, corazón, quieres celebrar. Pero aún así, no entiendo...¿cómo piensas celebrar? ¿Qué vas a darnos? ¿Vamos a bailar, va a ver vino, mujeres, mmmh?

María respondió:

-Mujeres no lo creo, Jack, pero tal vez vino y música, sí. Además voy a preparar algo muy rico.

El Legendario SparrowWhere stories live. Discover now