۪۫❁ཻུ۪۪ Ray

3.2K 167 6
                                    

Alone

ᴘᴇᴅɪᴅᴏ ʜᴇᴄʜᴏ ᴘᴏʀ: maferga2020

Lamento la tardanza, espero y te guste ♡

━━━━━━┅┉ .° ✿

El crujir de la madera hacía un eco en la habitación, pasaba con lentitud su mano por el borde de aquella gran mesa que estaba a su costado. El frío de la noche le hacía temblar y tratar de buscar calor abrasándose a si mismo. Soltó un largo suspiro cuando se detuvo en el centro de la gran habitación y el sonido del reloj parecía hacerse más grave con cada minuto que pasaba ahí parado mirando un punto cualquiera de ese lugar.

Estaba harto de la situación, habían perdido el juego, no tenía ya un motivo para continuar, él solo se había metido en su propia obscuridad y ya nadie iría con él para consolarlo. Estaba arrepentido de haber actuado por impulso, pero el coraje que sintió en ese momento le impidió pensar en sus palabras y termino con lo poco que le quedaba.

La presión que tenía en el pecho le hacía sentir miserable, por que ese dolor solo le recordaba que todo se salió de sus manos, durante todo ese tiempo su cabeza no hacía más que dar vueltas a lo que pasó, la partida de Norman, su pelea con sus amigos y saber que no pudo cumplir su propia promesa.

El lugar era completamente nostálgico, todavía mantenía esa leve calidez que tenía desde hace tiempo, cada rincón de la casa le dejaba un amargo pero cálido recuerdo. ¿Cuántas veces habían estado ahí?, ¿Cuántos recuerdos habían hecho juntos?, ¿Cuántos cumpleaños celebraron?, ¿Cuántas risas, lágrimas y silencios habían pasado en ese lugar?, ¿Cuántas mañanas se habían visto ahí?, ¿Qué tan importante eran esas cuatro paredes para él?.

Todos y cada uno de ellos se fueron incrustando en ese débil corazón sin su consentimiento y cuando menos se dio cuenta, esos niños significaban algo para él. Quería ser egoísta por una sola vez y quería disfrutar de una libertad con ellos, lejos de la realidad, lejos de las mentiras y de la crueldad. Y es ahí cuando supo que era demasiado tarde.

La campana en esa colorida tarde retumbaba en su cabeza y esa leve presión que tenía acumulada dentro de él desapareció por completo por un momento, antes de mirar al frente y ver a su amigo caminar con lentitud al lugar donde se encontraba su madre victoriosa. El sonido de la puerta cerrándose retumbaba en su cabeza para darse cuenta en ese momento que ya no había nada que hacer.

Quería pensar que él era lo suficientemente fuerte y capaz de sacar a todos de ese lugar, que podía ser un buen hermano mayor y cuidar del resto, por que creía que así podría disfrutar un poco de esa vida, por que quería hacerlo.

Pero la realidad fue otra, fue dura y fue un golpe para todos.

La culpa que sentía, el miedo y la tristeza que guardó por tanto tiempo explotaron en el peor momento, gritó y se enfadó con todos, era injusto, la vida es injusta, ya no había nada que hacer por que él había perdido.

Esa misma noche, cuando todos trataron de animarlo un poco terminó cediendo ante la realidad y se perdió, los perdió y sería difícil volver a empezar algo que nunca empezó. De algún modo trató de mantener un poco de fé y era por eso que estaba ahí, por que debía de encontrar una manera de que ellos escapen y sean felices con o sin él.

El reloj marcó las doce, un nuevo día estaba empezando. 

Estaba indeciso, su mente le jugó en contra y los nervios le hicieron volver a la realidad, rápidamente la poca calidez que llegó a él se esfumó y nuevamente el frío de la habitación le hizo buscar un poco de calor, con pasos temblorosos se acercó a la caja que estaba en la mesa de al lado y las latas de gasolina llamaron su atención, era el momento.

En cuanto tomó una lata un estruendo interrumpió el pesado ambiente que se creó ahí.

Con una mirada cansada miró a la puerta que antes estaba cerrada, frente a aquella puerta se encontraba una de las pocas personas a la que quería mirar.

Sus miradas se conectaron y todo su cuerpo recibió un escalofrío, el sonido del reloj se detuvo por unos momentos, aquella grande y fría habitación comenzó a cambiar para ser una sala normal con un calor reconfortante para él. En ese momento su respiración se pausó y unas lágrimas humedecieron sus mejillas. Necesitaba hablar con alguien, desahogarse, alejar aquellos molestos pensamientos y dejar que el peso que cargaba en sus hombros se fuera. La presión que sentía se fue cortando y cada vez más lágrimas bajaron.

Al darse cuenta de que ahora estaban cara a cara su respiración volvió de golpe y ahora era pesada, su cuerpo que temblaba frenó al sentir un nuevo calor a su alrededor haciendo que todo el frío desapareciera por completo. Se aferró a aquellos delgados brazos y trató de esconderse en medio de su cuello, el llanto continuó, en ese momento pudo descansar, incluso el aire que respiraba se sentía diferente, todo era diferente.

Para cuando se dio cuenta el llanto paró y sintió los cabellos [cortos/largos] de la chica darle cosquillas en su nariz, finalmente rió llamando la atención de su amiga quien comenzó a palmear su espalda mientras le seguía la risa.

— ¿Te sientes mejor? —Se separaron y asintió levemente.

— G-gracias... eso... se sintió bien —Levantó la cabeza y la miró sonriendo — P-pero... ¿No están enojados después de lo que les dije?.

— Ah, eso —Movió sus manos restándole importancia — ¿Porqué deberíamos de estarlo?, ninguno estuvo en su mejor momento, te entendemos, era algo que tenía que pasar y que pasó. — Se encogió de hombros sonriendo.

— La verdad me sentí mal, todo fue por mi culpa, si yo hubiera- —Un dedo sobre sus labios le hizo callar y la miró confundido.

— ¿Te has estado culpando por estos meses?. Lo que pasó no fue culpa de nadie, hicimos lo que pudimos, ninguno quería que se fuera, pero tuvimos que soportarlo. Nos duele que se haya ido, si. Pero no tenemos que cargar siempre con la culpa, hubiera estado genial que hubiera escapado, que las cosas terminaran bien, pero él no quería que pasara esto —Señaló a su costado mirando las latas de gasolina — Él quería que nosotros escapáramos y que viviéramos por él lo que no pudo, por lo menos queremos lograr eso, por él, es por eso que no teníamos que estar tristes.

Nuevamente las ganas de llorar le ganaron y terminó tapando sus ojos con su brazo, un gran apretón mayor al de antes hizo que parara, era un gran y cálido abrazo de tres, Emma los abrazaba a ambos sonriendo y cuando se separaron la de ojos verdes hablaba como si nada hubiera pasado, como era ella. Animando a los dos.

— Ray... --Ambos se miraron. — Somos una familia, no estas solo y si necesitas algo ahí estaremos, así que si te sientes mal o necesitas algo, ¡Estaremos para ti! — Sus ojos [color] se cerraron en una dulce sonrisa.

Su sonrisa fue contagiada para los otros dos que la miraban, aquel momento incómodo que había en un principio terminó siendo uno de sus recuerdos más preciados.

Había algo que desde el principio debió de entender, que él nunca iba a estar solo teniendo a esa gran familia. 

—𖥸— 

Espero que les haya gustado, tuve algunos problemas para hacer esto, lamento la tardanza.

También siento que esté un poco corto, aunque para ser sincera me gustó, es de las pocas cosas que escribo y me gusta como quedan.

A un principio tenía muchas ideas y terminó esto.

El día que pueda y que aprenda haré separadores para cada shot, en lo de mientras será con esos separadores, igual están lindos uwu.

Supongo que ahora que estoy mejor podré publicar más seguido, ya estoy preparando el siguiente os.

Si más que decir, adius.

𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 - Yakusoku no NeverlandWhere stories live. Discover now