7.

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- ¿Estás bien?- me preguntó Jos.

- Sólo quiero irme de aquí...- musité. Comencé a caminar hacía donde estaba mi auto; no sé en qué momento los perdí, no me molestaba que se quedaran atrás, menos sabiendo que me harían mil preguntas de lo que ocurrió allá adentro.

Subí a mi carro, apenas lo encendí cuando seguí mi camino de regreso a casa. Miré por el retovisor repetidas veces, cinco autos me seguían, eran los chicos, venían detrás de mí.

Llegué a mi cochera donde estacioné mi auto, bajé de él y caminé a la entrada. Entré a la casa dejando la puerta abierta para que mis amigos pasaran cuando llegaran; subí las escaleras hasta mi habitación, me recosté en la cama boca abajo y esperé a que ellos llegaran.

- Tienes que contarnos todo.- habló Josh.

Punzadas en mi pecho comenzaron a herirme, no quería hablar de nada ahora, no quería que supieran nada de lo que acababa de pasar por el momento; verla llorar, saber que se irá y no poder hacer nada es demasiado para mi- No...- susurré.

- ¿Por qué no? Vamos Bryan, sólo queremos ayudarte.- respondió Alonso, sonó tan fastidiado que me hubiese encantado estar en mis cinco sentidos para enfrentarlo cara a cara, sino le parecía que no quisiera hablar debería de irse.

Uno de ellos se sentó en la orilla de mi cama al lado izquierdo- Sabes que vamos a apoyarte siempre.- era Freddy. Me dió unas palmadas en la espalda y luego se alejó.

- Duele.

- Sabemos que duele pero dolerá más si no nos dejas ayudarte.- contestó Jos.

- ¡No!- grité. Me levanté de la cama, me giré a ellos y me senté sobre el lugar en el que estaba- Me encantaría, lo saben ¿no?. Pero no, no me pueden ayudar, ella se irá y yo me quedaré aquí perdido sin ella, nada cambiará las cosas, así que por favor no digan que me quieren ayudar, todo está roto y no puedo pegar las piezas de nuevo. ¿Entienden?- exploté. Saqué todo el aire que había estado conteniendo en mis pulmones mientras mi enojo salía.

- Eso significa...- Alan calló por unos segundo- ¿En serio se irá? ¿Qué pasó con ustedes? Son el uno para el otro.

La gota que derramó el vaso fue esa, mi corazón terminó destrozado al oír esas palabras; "son el uno para el otro", repetía mi subconsciente... nada era así- Creo que ya no.

- Lo sentimos bro, de verdad, costará pero saldrás adelante.- Josh se acercó a mí, se sentó a mi lado y me abrazó.

Lágrimas caían de mi rostro, odiaba que me vieran llorar, más si se trataba de mis amigos pero ésta vez fue inevitable- Perdón yo...- quería excusarme con ellos por llorar pero ¿qué iba a decir?, no hay excusa.

- Shhh...- Alonso me calló y se unió al abrazo.

- ¡Vamos todos!- oí a lo lejos a Alan. Todos se unieron al abrazo, a fin de cuentas es bueno saber que siempre estarán aquí conmigo.

- Me vas a hacer llorar, Bryan.- la voz de Jos empezaba a cortarse.

- ¡Oh, vamos! No seas tan gay Canela.- Freddy empezó a burlarse de él, hasta en los peores momentos no dejaban de ser unos idiotas.

- No sólo él, todos estamos en nuestro momento 'gay' ahora.- dijo Josh riendo.

- Soy un gay muy guapo.- se burló Alan.

- ¡No! Eres un gay negro.- respondió Alonso. Como era de esperarse todos empezamos a reír menos Alan- No te enojes, Alan.- le habló Alonso pero éste no le respondió.

- ¿Podemos soltarnos ya?- les pregunté- Yo no soy gay como otras personas.- hable sarcásticamente para molestarlos apropósito.

- ¡Oye!- respondieron todos al unísono. El abrazo fue desintegrado permitiéndome limpiar mis lágrimas.

- No era tan malo nuestro momento gay.- comentó Freddy poniendo sus manos en la cintura dramáticamente, igual que una chica haría.

- Creo que alguien de verdad quiere ser gay...- susurró Jos.

-¡Cállate Canela!- lo amenazó Freddy- Ahora, tienes tres para huir antes de que te mate.- lo señaló con el dedo índice- Uno.- comenzó a contar. Jos huyó sin pensarlo dos veces, apenas salió de la habitación cuando Freddy ya lo estaba persiguiendo.

- Mientras se matan, ¿vemos una película?.

- Claro Villalpando.- le respondí.

Me levanté de la cama y caminé hasta la puerta de mi habitación, salimos juntos de ella directo a la sala de estar. Cuando llegamos vimos que Freddy tenía en el piso a Jos, estaba sentado justo en su espalda, con una mano mantenía su cabeza pegada al piso mientras que con la otra intentaba torturarlo.

- Vamos Leyva, sueltalo ya.- le hablé.

- Me dijo gay, no merece ser libre.

- Por Dios, Freddy párate ya.- su primo se acercó a él y como pudo lo quitó de la espalda de Jos.

- Gracias Alan...- Jos jadeó aún en el piso.

- No hay de que.

- Un día de estos me vengaré cejón y no habrá nadie que te salve.- dijo Freddy apuntandolo con su dedo índice nuevamente.

- Sí claro, señor 'no habrá nadie que te salve', vamos a ver una película.- Alonso pasó frente de él golpeando la mano con la que señalaba a Jos.

Sin decir nada más, todos caminamos a la sala de estar. Discutimos por veinte minutos antes de escoger la película que veríamos.

El resto de la tarde la pasamos viendo películas sin fin, ellos me hacían reír borrando por un momento el dolor que sentía, creo que son y siempre serán los idiotas que más quiero, no sé que haría sin ellos. Lo peor de todo esto es que éste sentimiento durará poco y tengo que pensar que mañana tengo que asistir a clases, tendré que verla... otra vez.

One More Time (Bryan Mouque)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora