Capitulo Tres.

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Siempre le esperaba en mi habitación, para un largo polvo y una que otra copa de vino que después  daría inicio a una profunda charla llena de mentiras, historias manipuladas de mi niñez y sobre mi familia... era lo más cercano que podría estar de una vida normal.

Y es que en mis anhelos más profundos e historias que divagaban en mi mente siempre quise tener una vida de telenovela tipo; Enamorarme de mi profesor de Piano de la academia, ser correspondida en un romance secreto y prohibido por la diferencia de edad y follar deliberadamente debido a mi temprana promiscuidad, pasar los fines de mes en la casa del lago que tenía Papá en donde el azul de las nubes era esplendido. Ir de compras con mi Madre, pasar a la heladería al finalizar un largo día de pequeñas discusiones por ropa o zapatos, enojarme por que su concepto antiguo y elegante de moda no van conmigo para terminar vistiendo justo como ella quería.

Se que Él sabía que mentía, ahora lo sabía y aún así tenía la osadía de mirarme a los ojos y sonreír ante mis anécdotas cargadas de nada más que mentiras. Que ganas de cortarle la lengua. Me estaba ganando el infierno por la eternidad pero no soportaba la idea de ser usada. Durante cinco años le conozco, era conocido "intimo" de mi padre, le investigo hasta el ADN para estar tranquilo y fue mi maestro de Piano hasta que nos convertimos en amantes, me gustaba mucho, demasiado a decir verdad... sus largos ojos felinos, su nariz tan preciosa y el color pálido de su piel era algo enigmático para mí, sus grandes manos en mi piel me daban la certeza de ser protegida, su olor tan refinado y elegante me aceleraba el corazón y sentía morir, por que creía y estaba segura que en otra vida u otro destino Min Yoongi era el amor de vida.

--------¿Entonces estabas segura que debajo de tu cama había un demonio de ojos rojos cuando en realidad era tu Padre vestido Santa Claus? ------Abrazó su vientre y se soltó a carcajadas.

---------Era una tonta. Bebí amargamente de mi copa y sentí tragar ese nudo de emociones en mi garganta. Baje la mirada y comencé  jugar con los anillos por encima de mis guates negros.

------------En lo absoluto... no eres tonta, eres la mujer más increíble que he conocido. quito la copa de mi mano y la puso en la mesilla del costado.--------¿Sucede algo? busco mi mirada intranquilo la cual desviaba de él.--------Te noto...¿Triste?

Quite de un golpe su mano de la mía y me puse de pie. ----------No digas tonterías. Tengo un mal día eso es todo. Me paré frente al ventanal y cruce mis brazos para divisar a lo lejos a Jeon, sonriendo tan jovial con una maleta en su mano... ¿Por que ese niño puede trabajar en algo tan sucio como esto si transpira pureza por donde le mire? pensé seriamente.

Sentí sus largos brazos rodear mi cintura y descanso su mentón en mi hombro interrumpiendo mis pensamientos. Por inercia toque sus suaves manos acunándolas con las mías... mirando nuestro reflejo en el cristal. Sentí que mi corazón saldría de su lugar.

------------Magno. Susurró cerca de mi cuello.

Gire un poco mi rostro para encontrar nuestras miradas. Sentí su aliento chocar contra mis labios.

-----------Eres muy hermosa Magno. Mire nuestros dedos entrelazados esquivando su mirada penetrante y sus palabras que me calaban hasta los huesos
———-Estoy enamorado de ti.Suspiro y  Apretó mi cintura con fuerza y yo sentí que mis piernas fallaban, sentí que mi cuerpo no respondía y sobre todo, sentí lentamente como mi corazón se rompía debido a la dulzura de sus palabras.

Regresé la mirada al cristal para apreciar con detenimiento y total atención el jardín y el estacionamiento, totalmente  vacío. No había nadie... todos estaban en sus habitaciones a lo lejos o escondidos en algún lugar cuidando sigilosamente de mi vida. No se si eso era lo que me gustaba de tener cerca al Profesor Min, que por unas horas algunos días al mes tenía una vida normal. Suspiré frustrada, yo... quería destruir todo a mi paso... para que me engañaba, lo amaba, lo amaba con locura... yo... yo ya no era una niña de diecinueve años, ahora tenía veinticuatro y el veintinueve pero hoy esos clichés de la edad no importaban si no la maldita ambición de tenerme en sus manos y terminar con mi vida... ¿Era eso lo que en realidad quería? Por que estaba tan cansada de luchar por sobrevivir que no me importaría si toma mi vida hoy o cuando le plazca y no por darle gusto si no por darme el lujo de poder descansar en la eternidad junto a Papá, no importa el destino porque se que el cielo ni por error me lo tengo ganado.


Magnolia +18 JJKWhere stories live. Discover now