13.

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Isabella entro en mi casa y yo cerré la puerta.

-¿Dónde está?- Me pregunta y la llevo hacia el living, donde en el sillón, estaba sentado Lisandro.

-Yo no entiendo cómo me diste una bata y no me diste ropa para que traiga- Se queja Licha mirándola de brazos cruzados.

-¿Perdón? Yo no te mandé a qué te caigas al barro-

-¿Puede darme la mochila, señorita?- Pregunta e Isabella le da la mochila y este se va.

-Ya no lo soporto- Dije sentándome en el sillón.

-¿Por qué no? Es un amor, tarado- Responde sentandose conmigo.

-Me estuvo peleando absolutamente todo el día-

-Bueno, algo habrás echo-

-¿Yo?- Pregunto -Me ofendes-

-¿No te dijo que eras gay?-

-Si, me dijo-

-Ah, porque me estuvo diciendo ayer que vos parecías una nena, y que para el te gustaban los chicos-

-¿Y vos no lo desmentiste?-

-No, porque yo nosé si sos o no-

-¿Querés que te demuestre que no soy gay?- Dije acercándome a ella por lo que tuvo que recostarse.

-No seas tarado- Dijo nerviosa y yo me subí encima de ella, solo que sin aplastarla.

-¿Que?- Pregunté acercando mi cara a la suya y ella me miraba a los ojos. -¿Te gustan mis ojos?-

-Me encantaron siempre- Susurró y yo le sonreí corriendo un mechón de pelo de su cara -Vos cada vez estás más linda eh-

-Ay, que asco- Dijo Lisandro frente a nosotros e Isabella me empezo a dar pequeños golpes para que salga de encima suyo y así lo hice.

-Estabamos jugando a la lucha- Dijo Isabella.

-¿Por qué no me avisaste?- Preguntó acercándose a mi poniendo sus manos en forma de pelea.

-Porque no, nene- Le dijo acercándose a él y acomodándole la ropa, ya que obviamente no se la puso muy bien.

-¿Comemos juntos?- Pregunto mirándolos.

-Dale- Dice ella y yo sonrio.

-¿Que es lo que no te gusta?- Pregunto ya que sabía que a ella no le gustaba casi nada.

-No me gusta la pizza, los ravioles, los canelones, en realidad lo que es pasta no me gusta nada que no sean los torteletis y fideos que si, tampoco me gus-

-Bueno, más fácil, ¿Que te gusta?-

Ella ríe levemente -Nose, ¿comemos unas empanadas?-

-Yo no tengo problema en comerte la empanada-

-Ay Giovanni- Dice enojada haciéndome reír.

-Perdon-- Dije aún riendo y saqué mi celular.

Narra Isabella.

Mientras Giovanni encargaba la comida yo me acerqué a mi hijo.

-¿Cómo la pasaste?- Pregunto acariciando su pelo.

-Bien- Responde con esa sonrisita tan linda que tiene -Me gusta pelearlo-

-¿Ah si?- Dije riendo -A él también le gusta pelearte parece-

(....)

Me senté al lado de Giovanni y él me miró. -Ya sé durmió-

-Estuvo salvajeando bastante-

-El tiene mucha energía- Reí levemente -¿Y hasta ahora que te pareció esto de ser papá?-

-Dificil, pendejo de mierda todo el día peleando está- Respondió haciéndome reír -Pero bueno, supongo que me voy a ir acostumbrando-

Asentí y no dije más nada, por lo que él me miró y yo bajé la mirada.

Aún me sentía nerviosa a su lado, y cuando estaba cerca peor, me olvidaba de que tenía que ser cortante con él.

-¿Que pasa?- Pregunto minutos después aún sintiendo su mirada.

Él sonrio y se fue acercando poco a poco, hasta pegar sus labios con los míos.

Quedé quieta unos segundos, debatiendo si estaba bien o mal seguirle el beso.

Pero dejé las negaciones de Pepito Grillo a un lado y le seguí el beso.

El hizo que me siente encima suyo y bajo las manos a mi cola dando un leve apretón logrando que a mí se me escape un leve gemido.

El beso se fue intensificando y Giovanni me atraía más hacia él, si eso era posible.

Metió una de sus manos por debajo de mi buzo y acaricio mi espalda haciendo que la piel se me erize por completo.

Separó sus labios de los míos, y sus ojos celestes se clavaron en los míos, mirándome fijamente.

Giovanni (C.R.O)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora