Capítulo 13

4.3K 438 65
                                    

Necesitaron varios días de camino para llegar finalmente al Folde Este, donde Éomer y Gandalf partirían rumbo a Edoras

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Necesitaron varios días de camino para llegar finalmente al Folde Este, donde Éomer y Gandalf partirían rumbo a Edoras.

— Istar. —Silwen esperó a que Gandalf aminorara su paso a caballo para llegar junto a ella.

— ¿Ya buscas despedirte de mí? —cuestionó jocoso— Aún quedan un par de horas hasta la separación de nuestros caminos. —ella negó con una sonrisa ante sus divertidas palabras.

— Aún no. —sus orbes grises se desviaron hasta el elfo sindar, quien estaba de espaldas a ella en la vanguardia. Gandalf siguió el rumbo de su mirada con curiosidad— Prometiste ayudarme a revelar mi pasado ¿no es cierto? —dijo sin apartar su atención de Legolas.

— Así es Silwen, siempre y cuando me sea posible concedértelo. —habló con franqueza. Sus ojos observaron con ternura aquella intrépida elfa con la mente en penumbras.

— ¿Y si mis recuerdos me fueron arrebatados por un motivo? —estrujó las riendas inquieta— ¿Y si lo que soy en realidad, llegara a disgustarme? —apartó su vista del elfo para observar ahora al maia con cierto temor— Quizás exista algo más oscuro que mi estancia en Mordor, quizás mi pasado provoque más dolor a mi afligida alma...

— No podemos presagiar el futuro, mi estimada elfa. Tan solo forjarlo mediante nuestros actos. —intentó tranquilizarla con palabras solemnes.

— Me aterra mi pasado Gandalf. —confesó abatida— Él que conozco y él que ignoro. A partes iguales, mi alma se encuentra dividida entre el deseo de conocer y mi miedo ante lo que significaría desvelarlo. —observó de nuevo a Legolas, aquel elfo de cabellos dorados que la tenía tan desconcertada— Tan solo rezo a los Valar por que con ello no llegue a lastimar a nadie.

— Silwen. —la llamó en un tono plagado de seriedad— En tu camino te verás obligada a decidir entre tu seguridad y la del resto, y no dudo ni por un instante de la nobleza que posees, se que harás lo correcto llegado el momento.

Silwen se quedó sin habla ante aquello que parecía más un presagio, que unas palabras de consuelo.

La ruta se bifurcó frente al grupo, desviándolos en direcciones opuestas.

— Intenta mantenerte vivo. —bromeó Silwen dando un caluroso abrazo a Éomer— Al menos hasta que lleguemos a las montañas... Espero verte allí amigo.

— Me verás. —asintió con seguridad el hombre, separando su abrazo a regañadientes, pues no deseaba separarse de quien consideraba ahora su compañera— A mí y a mis jinetes, jamás me perdería batallar de nuevo a tu lado.

Silwen llevó una mano a su pecho e hizo una corta reverencia. Una sonrisa ladina se dibujó en sus labios, pues ella sabía cuanto le molestaba que hiciera aquel gesto cuando ya se consideraban cercanos. Éomer negó con la cabeza y subió a su corcel dejando escapar un sonoro suspiro.

— No perezcas. —le dijo esta vez su amigo en un tono más íntimo— Aún te debo mi vida, no sería íntegro por mi parte no devolverte el favor.

— Lo intentaré. —respondió viendo marchar a los rohirrim junto a su rey, en una perfecta formación encabezada por la rubia melena de Éomer. Gandalf partía junto a él, antes de desaparecer por el horizonte, le dedicó un asentimiento en su dirección. Silwen entendió con aquel simple gesto, que el viaje que los aguardaba sería mucho más arduo de lo previsto.

✓ DAMA DE PLATA ⎯⎯  ʟᴇɢᴏʟᴀꜱWhere stories live. Discover now