Regreso

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Sai debía admitir que a esas alturas estaba más que exhausto y que dudaba poder dar dos pasos más antes de que sus piernas cedan. Al mismo tiempo, sin embargo, era consciente del enorme esfuerzo que había hecho su compañero y en ese momento solo rogaba que alguien los hallara pronto. Que Naruto haya recibido su mensaje a tiempo. Alzó apenas la vista al hombre ligeramente más alto y este solo asintió como si hubiera adivinado que le diría o preguntaría. Continuaron su camino hasta que Sasuke se detuvo repentinamente llamando a la atención de Sai. El hombre de cabello corto entonces cuestionó nuevamente si había sucedido algo, a lo que Uchiha solo respondió con un gesto pidiéndole que viera hacia adelante. Yamanaka obedeció y rápidamente sus propios ojos negros se abrieron enormemente al ver al pequeño grupo de shinobi acercándose rápidamente hacia ellos. Ni siquiera había notado que se encontraban a solo pasos de la entrada de Konoha. Suspiró con evidente alivio, lo mismo que su compañero quien en ese momento no se molestó sinceramente en disimularlo. Debía admitir que había estado ansioso por regresar a la aldea, entre otras cosas, porque tenían que comunicar lo sucedido a su mejor amigo lo más pronto posible. Sin mencionar que debería explicar el por qué había enviado aquella nota a nombre de su acompañante cuando en realidad él mismo la había escrito. Su Mangekyō poseía no solo la habilidad de copiar o leer sellos de manos sino cualquier cosa mínimamente tangible. Lo cual incluía la caligrafía de alguien más. Solo necesitaba una prueba mínima de esta. Y Sai acostumbraba llevar consigo su libreta. Yamanaka abrió enormemente los ojos cuando, al encontrarse casi a las puertas de la aldea, reconoció no a uno sino a cuatro Chakra visiblemente diferentes yendo hacia ellos.

—Naruto no habría enviado sólo a Shikamaru con alguien más. ¿Crees que no me lo esperaba, Yamanaka? Es mi discípulo, después de todo. En cuanto a ella, los únicos ninjas—médicos disponibles en la aldea se encuentran demasiado ocupados ahora. E incluso uno de ellos se marchó a Suna con Kazamatsuri...

—Espera... —lo interrumpió Sai — ¿Konohamaru envió a Mitsuki a esa misión en lugar de mi hijo?

—No hay ninjas médicos en el Equipo 8 según entiendo...

—Los cuatro, incluyendo a Moegi—san fueron entrenados en Elemento Agua, Tierra, Rayo, Yin y Yang. Y antes que lo preguntes, solo Shikadai fue entrenado para disipar Genjutsu...

—Como su padre, su abuelo y el maestro de Shikamaru. Konohamaru es el único Sarutobi incapaz de hacerlo; su maestro no lo hubiera permitido. Y no me refiero a Naruto...

Sai solo asintió. Ambos volvieron nuevamente la vista al frente. Los cuatro shinobi estaban ya prácticamente frente a ellos. Los dos adultos se dirigían rápidamente hacia ellos al percatarse de que no tardarían demasiado hasta que sus piernas cedan y caigan completamente exhaustos. Lo cual sucedió eventualmente. El hombre de apariencia medianamente imponente (en cuanto a su su estatura y complexión física) se apresuró a ayudar al más alto de los dos shinobi. No escapó a su atención sin embargo el leve quejido que escapó de labios de Sasuke cuando lo sostuvo por su brazo trasplantado, por lo que Chouji Akimichi se disculpó sin borrar la seriedad en su expresión. Sasuke sacudió apenas la cabeza en respuesta para luego susurrar un casi inaudible agradecimiento. Luego de unos minutos, el hombre de ojos castaños preguntó si podía ponerse de pie, a lo que el Uchiha asintió irguiéndose lentamente. Sai por su parte se había recargado sobre el hombro derecho de Shikamaru con su brazo alrededor de la espalda baja del hombre de coleta. Le escuchó sisear para luego hablar casi en un susurro:

—Llévenlo... al hospital de inmediato... Yo puedo entregar el informe, sin embargo... Dudo que el resista un minuto más de pie...

—No está herido. Al menos no de gravedad, Shikamaru...

Las palabras de Chouji llamaron efectivamente la atención de Nara y este giro rápidamente sus ojos negros hacia Sasuke. Efectivamente notó lo que intentaban decir tanto Sai como Akimichi casi al instante. Normalmente el Uchiha mantenía su ojo izquierdo oculto tras su cabello ébano, sin embargo en ese instante al menos una parte del mismo era visible. Y este no tenía tomoes. Lo cual solo podía significar una cosa.

There Is Hope Among The AshesHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin