53• La luz de la esperanza.

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Harry no quiso decir nada en ese momento, tuvimos que llegar a la sala común para que comenzara a hablar.

Hermione, Ginny, Ron y yo escuchamos su relato atentos, él azabache estaba tembloroso y la voz se le quebraba un poco ante la historia, no porque fuera a llorar si no porque lo que había visto lo afectó como no teníamos idea.

Harry habló de un hechizo que lanzó contra Draco, un hechizo del libro de la clase de pociones que no había regresado aún, parecía que Draco se desangraría hasta que llegó Snape y lo comenzó a curar.

Al terminar de hablar todos intercambiamos miradas tratando de buscar una forma de reconfortarlo pero nadie parecía tener una solución.

—Desasté del libro, hoy—Ginny fue la primera en romper el silencio sentándose a un lado del chico, fue más una orden que una petición pero aún así Harry aceptó .

Mientras los chicos iban a esconder el libro yo me quede en la sala común para poder terminar algunos pergaminos que me faltaban para la clase de pociones, a pesar de no querer concentrarme en las clases justo ahora no podía hacer mucho mientras ellos dejaban el diario, estaba angustiada pero sabía que solo quedaba esperar.

—Las serpientes han estado actuando muy extraño ¿no?

Emily se encontraba sentada frente a mi, a pesar de lo ocurrido traté de mantenerme calmada para no levantar sospechas de ninguno de los dos enfrentamientos con dichos Slytherins.

—No he estado de lo más atenta a esos dos.

—Pero si pasas todo el día buscando su pista como un sabueso— Levante un poco la vista de mi pergamino para mirarla mal— Tal vez no todo el día pero no puedes negar que estás muy pendiente.

—Lo estuve y no he encontrado nada Emily, he perdido mi tiempo con dos cabelleras rubias que no tienen más que problemas para relacionarse con cualquier otro ser viviente.

Seguía sin mirar directamente a la castaña, sentía que de verme se enteraría de mis mentiras.

—Vaya pareja ¿cierto?

—Mi abuela siempre decía que casa roto tiene a su descosido— ambas reímos.

Había momentos en los que olvidaba todos mis problemas, no era una bruja con una ex-amiga psicopata, era solo yo, tratando de dar lo mejor para sacar buenas notas en la escuela y hablando con mis amigos de chismes de pasillo... pero estos no eran solo rumores.

Al estar "tan concentrada" en mis deberes, Emily terminó rindiéndose, tomó sus apuntes y comenzó a repasar un par de hechizos que según ella le salían a la perfección pero temía incendiar todo como cierto alumno que ya era bien conocido por su suerte.

Las pocas veces que había visto a Seamus eran simples, estaba tonteando con mi hermana o explotando alguna cosa, esa era la fama que Emily se quería evitar, lo cual yo entendía por completo.

Tardamos poco más de 3 horas sentadas casa una con sus tareas pero en cuanto anocheció mi compañera huyó a la recámara con la excusa de cansancio, aunque yo Dani que solo se quería escapar de su trabajo. Me dispuse a recoger los materiales para seguirla pero cuando moví mis plumas había un pequeño pergamino entre estas, sabía de que se trataba pero ni siquiera quería verlo.

—Últimamente recibo más amenazas que cartas de amor— dije específicamente a nadie.

Desenrolle el pequeño trozo para lograr leer su contenido, estaba cansada pero ir a reclamar o cruzar cualquier palabra con Ana estaba sentenciado a no suceder más.

Alejarte fue la solución pero debes saber que no puedo pedir perdón, vienen cosas peores, por la sangre sucia en tus venas tenemos la orden de que caigan.

Mi idiota favorito (Fred Weasley y tu)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu