𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 3.

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—No lo sé, Seokjin. Pero lo mejor es que no te quedes en tu apartamento, mucho menos tu Taehyung.

—¿Yo..también. ¿Por qué?—Cuestiona Taehyung aferrándose al brazo de su mejor amigo.

—Porque sea lo que sea esa cosa, los ha visto a ambos.

Taehyung siente su corazón quebrarse, ¿abandonar su apartamento era la única opción? No quería hacerlo, tenía toda una historia con su Jiminnie en ese apartamento. Era difícil dejarlo así de la nada.

—¿Es realmente..necesario? Hyung, Jiminnie y yo..vivíamos aquí y teníamos muchos recuerdos.

—Taehyung, yo lo sé pero tu bienestar es lo más importante ahora. —Le recuerda el pálido colocando sus manos en aquellas mejillas manchadas de sangre.

—Yo me largo hoy mismo.

Ambos dirigen su mirada hacia Seokjin, él camina con bastante pesar pues su pierna le duele.

—¿Estás loco, Seokjin-ssi? Puede pasarte algo afuera, es de noche y por si no lo notas, no estás en las condiciones adecuadas.

—No me importa, yo..me largo ahora. ¡No me quedaré en ese maldito apartamento!

—Seokjin hyung, por favor, quédate aquí con nosotros y mañana puedes irte. —Sugiere Taehyung extendiéndole la mano con duda, Yoongi mira a su mejor amigo y niega de una manera para nada discreta.

—¿Nosotros? Pensándolo bien, deberías irte ya, Seokjin. Llama a un taxi, ¿qué tal?

—¡Yoonie!

—Ya, era broma.

—Está bien. —Habla Seokjin sentándose en el sofá con dolor, su pierna sigue doliendo y piensa que tal vez pueda ser algún esguince. —Mañana me iré, gracias, Tae.

—El sillón es todo tuyo, Seokjin. —Le dice el pálido pasándole un cojín y una manta, el pelinegro acepta las cosas con angustia. Tiene miedo, obvio que lo tiene.

—Yoonie, creo..que lo mejor sería que todos estemos juntos. No quiero que ocurra nada malo, tengo miedo.

—Bien, Tae. Iré por mantas y almohadas.

Yoongi suelta finalmente a Taehyung y camina hacia las habitaciones en busca de lo necesario, Seokjin se sienta en el sofá para descansar un poco del horrible susto que se dió.

—Seokjin-ssi, ¿en dónde está..el gato?—Cuestiona el rubio caminando hacia el balcón, su ceño se frunce en demasía cuando nota que el lugar está vacío y limpio.

—Pero..hace unos momentos estaba ahí, ¿qué ha sucedido?

—Yo..no lo sé, estaba hace unos segund-

El ruido de la puerta los hace alarmarse, alguien la toca a pesar de que ya es de madrugada. Seokjin se pone de pie entre medio de quejas por su pierna, Yoongi aparece con las mantas y le realiza un ademán para pedirle que se detenga.

—No se muevan, yo revisaré. —Susurra el rubio ceniza dejando las mantas en el sofá, se fija por la mirilla y nota a un chico de cabello negro de pie esperando ser atendido. Yoongi abre la puerta con lentitud, y el chico le sonríe amablemente antes de acercarse unos cuantos centímetros.

—¡Hey, hola! Lamento molestarte a estas horas, caballero. —Se disculpa el chico alto apenado por la hora en la que tocaba, casi tres de la mañana y era el único que estaba despierto. Eso sorprende a Yoongi, hace un rato recién eran las once y ahora es de madrugada, algo muy extraño. —Soy el nuevo vecino del edificio, me llamo Gguk y vivo a unos cuantos apartamentos. Si no es molestia, ¿a dónde tengo que acudir para reactivar el servicio del agua? Quería algo de agua pero no hay ni una sola gota en mi apartamento.

—No tengo idea, para eso está el portero. Acude a unos escalones más abajo y ve a preguntarle. —Responde Yoongi tajante, Seokjin suspira y vuelve al sofá para descansar.

—¡Hyung!—Regaña Taehyung por tercera vez en el día a su mejor amigo, la acción rápidamente llama la atención del pelinegro quien lo mira con lentitud. Con el ceño fruncido por el enfado, se dirige a la cocina para servirle agua. Después de unos segundos regresa y le tiende el vaso, Gguk le roza los dedos y acepta el vaso de agua para beberlo con ansias.

—Eh, sí. Ojalá resuelvas tu problema amigo, ahora si nos permites, íbamos a dormir. —Interrumpe Yoongi jalando a su amigo con suavidad de vuelta hacia a él, Seokjin mira la escena confundido.

El pelinegro lo ignora por completo, únicamente mira por última vez a Taehyung con detenimiento.

—Tu corazón late con suavidad, que gracioso. —Susurra tan bajo que ninguno puede escucharlo, coloca el vaso en la entrada de vuelta y se marcha del lugar.

El rubio lo mira sin entender pero se despide con un pequeño ademán, Yoongi ni siquiera espera y le cierra la puerta.

—Eso fue extraño.

—Cálmate, Yoongi. Sólo era el nuevo vecino, él lo dijo, vive a unos cuantos apartamentos. —Le recuerda Seokjin acomodándose entre las mantas, Taehyung mira al balcón con duda y niega decidiendo no pensar más en eso.

—Mañana mismo nos largamos de aquí, Taehyung. 

DON'T MOVE 랑, GGUKTAE |Where stories live. Discover now