Love In War

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ɪx

"DANSE"

—¡¿CÓMO SE LES OCURRE?! —Grita el inmigrante francés en cuanto se encuentra con el rubio y el pelirrojo —Pasamos horas buscándolos y ustedes quien sabe en donde estaban, Por l’amour de Dieu, avez-vous une idée de mon inquiétude?

No había pasado mucho desde que Laurens y Hamilton habían llegado al campamento, lo habían hecho tan discretamente como les fue posible pero al parecer no fue suficiente pues su querido amigo había comenzado a regañarlos en cuanto los encontró, podían saber que realmente estaba molesto pues había comenzado a gritar en su idioma natal.

—Lafayette descuida, estamos bien —Responde el rubio restándole importancia al asunto.

—¡Pero eso no significa que no estuviera preocupado!

Hamilton suspira dejando al francés gritarles y regañarlos por haber estado horas sin volver al campamento. Finalmente cuando Lafayette se calma solo abraza a sus amigos buscando tranquilizarse.

—Je ne sais pas ce que je ferais si quelque chose leur arrivait —El caribeño sonríe correspondiendo el abrazo entendiendo un poco la preocupación de su amigo.

—Estamos bien Lafayette.

—Y lo agradezco mucho, ahora los dos vayan y ocupense de sus actividades antes de que el general se entere de que volvieron y decida castigarlos.

—¿Ahora eres la mamá del grupo? —Pregunta Alexander mientras mira al francés con una sonrisa divertida

—¿No siempre lo fui? —Corresponde la sonrisa antes de dar la vuelta para marcharse a avisar a Washington quienes habían vuelto ya —Quelqu’un doit prendre soin d’eux

Susurra antes de marcharse hacia la cabaña del General en donde este se encontraba en medio de una reunión para planear el siguiente ataque, decidiendo no molestar, se queda recargado en el marco de la puerta mirando en silencio.

Luego de un rato cuando Washington por fin levanta la mirada se encuentra con el ojiverde mirándolo desde la puerta, sonríe tan discreto como puede antes de apartarse de los mapas que revisaban para mirar a los hombres que se encontraban con él.

—Caballeros les pediré que se retiren, necesito tener una conversación a solas con el Marques —Los hombres sin dudar ni un segundo obedecen a su general.

—Que discreto fue eso —Dice Lafayette en cuanto la puerta se cierra y ellos quedan solos

—No creo que piensen mal —Responde Washington tranquilamente acercándose a donde el pelirrojo —¿Ocurre algo?

—John y Alex volvieron, ya puedes estar tranquilo

—Que alivio —Susurra el más alto al mismo tiempo que deja escapar un suspiro de alivio—Lo siento, sabes que son como mis hijos y…

—Te entiendo, tampoco se que haría si algo le sucede a alguno de los dos, son demasiado importantes para mí.

“De ser necesario incluso moriría por ellos.”

Piensa el pelirrojo mientras observa al general cambiar su postura tensa por una un poco más relajada, ya podía respirar tranquilo sin la preocupación de que algo les hubiera ocurrido.

—Gracias por comprender.

—No hay de que —Dice Lafayette acercándose un poco más al mayor, quedando solo unos pocos centímetros de distancia.

—¿Pasa algo? —Cuestiona el general mientras acaricia de forma inconsciente la mejilla del francés.

—Nada —Responde este acercándose lentamente al rostro del mayor, es cuando sus labios se encuentran a unos pocos centímetros de encontrarse que alguien toca la puerta haciendo que ambos hombres suspiren y se aparten lentamente.