0.11

10K 1.1K 338
                                    

“No creo que deberíamos.”

“¿Por qué no? Aún me tienes que dar una razón válida,” Louis señala.

“Porque no creo que es una buena idea, Louis, no necesito algo mejor que eso. Estoy permitido a solo no querer hacerlo.”

“Claro que lo estás. Pero sé que tienes una razón y no me lo estás diciendo. No en una mala manera,” Louis sabe que debe añadir. “No te lo digo de la manera… controladora. Pero nosotros nos decimos esta mierda, amor. Especialmente sobre esto.”

Harry se mantiene terco. “No me tengo que mudar contigo. Y no tengo que querer hacerlo. Y no tengo que decirte por qué.”

“Amor. No es por amenazarte. Pero no tenemos que hacer nada de esto. Lo hacemos porque queremos, cariño,” Louis señala. “Y no podré seguir ocn mi vida hasta que me digas qué está mal.”

“Yo…Tú.” Harry se sienta en la cama de Louis y se reposa en la cabecera.

Louis se sienta frente a él. “¿Qué es?” Toma las manos de Harry con las de él. “Dime.”

“No has visto lo malo que puede llegar a ser,” Harry dice. “Siempre me he quedado en casa. Cuando odio comer mucho. Y no creo que vaya a ser lo mismo, si vas a tener que hacer que coma y también querer besarme. Yo…voy a tensarme. En nuestra relación. Y eso es más importante que vivir juntos.”

“Entiendo. Sé a lo que me estoy arriesgando-”

“No, no sabes. A veces ella tiene que hacer que me siente. La cena a veces toma horas.”

“Bien.”

“No, Lou, no está bien. Ella es familia. No entiendo por qué alguien que no lo es querría hacerlo.”

“¿Necesitas entender?”

“Sí.”

“Bueno. Te amo. Mucho. Y quiero…es decir, hemos estado juntos por casi un año, amor. Ambos somos adultos. Sería lindo, ¿no crees? Creo que lo sería.”

“Yo también lo creo, excepto por cuando no sería lindo.”

“Qué tal si probamos,” Louis finalmente sugiere. “Solo probar. Una semana.”

“¿Qué pasa si todo sale mal?”

“Entonces salió mal. Está bien. Tendremos que esperar hasta después. No te odiaré por eso. Está bien.”

“Trataré mucho,” Harry promete.

“Sé que lo harás, cariño.”

La primera vez que Louis tiene que forzar a Harry a comer es dura. Se siente tan culpable, aunque Harry no lo acusa por nada. Harry solo llora, miserable porque se siente como una falla y también porque sabe que debe comer. Louis se mantiene paciente. “Amor,” dice “Te amo. Sabes que te amo. Cuánto pesas, cariño.”

“66,” Harry dice suavemente. “Peso 66 kilos.”

“En serio, cariño, ahora estás muy fuerte. Estás en buen peso, la mayoría es músculo. Y estoy tan orgulloso, ¿entiendes? Solo sigue así, ¿está bien?”

“Me gustaría quedarme aquí,” Harry ruega. “Por favor. Quiero quedarme en este peso.”

“Podemos hablar de eso con tu terapeuta, bebé, ¿está bien? Pero por ahora, necesitas comer algo. Empezaremos con la mitad, ¿cariño? Solo la mitad. Puedes hacer eso,” Louis dice. “Por mí. Sé que puedes. Vamos a ver tu primer bocado, amor, vamos.”

Harry come un bocado. “Sé que no estoy gordo,” dice.

“Bien, dulce, porque no lo estás.” Louis besa la frente de Harry mientras come. “Está bien. Estás haciéndolo bien. Estoy orgulloso de tí. ¿Sabes cúanto te amo?”

“Mucho.”

“Sí. Muchísimo. Más de l oque te imagines. Dame un beso.”

Harry besa a Louis por un Segundo. “Seguro sabía raro,” dice.

“Sabía genial. Termina la comida, amorcito, después podemos hablar de cambiar el programa de dietas. ¿Te acurdas? El doctor Chen trabajó con nosotros para darte una dieta diferente para cuando te sientas así. Le hablamos sobre esto.”

 “Mantenerse estaría bien,” Harry dice en una pequeña voz.

“Sí, lo estaría. Eres bastante adorable en este peso, también, sabes, te quiero como sea. Pero no estás gordo. Apenas pesas más que yo, cariño.”

“Sí.”

“Sí. Así que come otro bocado, pequeñín.”

Harry obedece. “¿Puedo tomar más agua?” pregunta.

“Siempre, lindo.”

Harry se ve mejor cuando regresa. Toma un largo sorbo. “Amorcito,” Louis tiene que decir. “Sabes que si te llenas de agua, tendrás que terminar tu cena también. Solo esperaremos un poco.”

“Lo sé,” Harry asiente. “Voy a comer todo.”

“Bien. Me siento orgulloso.”

“Gracias. Te amo.” Harry se acurruca en el abrazo de Louis y luego come. Lo come todo, llorando un poco al final, pero come. “Hay que tratar de mantenernos por un rato,” dice.

“Claro.”

“Te amo. Estaremos bien.”

“Lo estaremos,” Louis asiente. “Vamos, toma una ducha. Te sentirás major después de eso.”

“Lo haré.”

“Sí, vamos.” Louis le prepara el baño a Harry, coloca algunas sales de baño, las que sabe que a Harry le gustan. Entonces le ayuda a Harry, porque Dios sabe que el niño va a encontrar alguna manera de caerse. “Te amo,” dice.

“También te amo.”

“¿Quieres que me quede aquí?”

“No, estoy bien.”

“Lo haré si quieres que lo haga.”

“Gracias. Por favor. Sí,” Harry se rinde. “Por favor.”

“Claro.” Louis se sienta al lado de la bañera y acaricia el cabello de Harry. “Eres hermoso. Siempre hermoso. Y sabes, nunca has tratado de vomitar algo. Y estoy orgulloso de eso, también.”

Harry asiente.

Se acurruca a Louis en la cama. Nada parece estar mal. Louis se cerciora de todas formas. “¿Aún me amas?”

“Sí.”

“¿Aún quieres vivir aquí?”

“Sí. ¿aún quieres que viva aquí?”

“Sí, siempre, para siempre. Así que ¿Estamos bien?”

“Sí. Estamos bien.”

“Bien.” Louis besa la frente de Harry. “Te amo.”

“Te amo.”

Keep it with You ➳ Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora