Capítulo 12: ¡¡¡Aaaaah!!!

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—Ah, está bien, luego hablamos de ese tema, solo ven a casa que...— se queda un rato pensando —tengo que contarte algo importante, es urgente— y de nuevo lo pone en altavoz.

Ok, estoy por llegar, iba a hablar con Ryan pero él idiota no está en su casa, y sus padres no me quieren decir adonde se fue.

Suspiro por dentro, "gracias papás"

»Bien nos vemos en un rato mamá— dice y corta la llamada.

—Escucha Ryan, ya sabes de dónde miente tan bien Ámbar— asiento riendo —así yo me voy antes de que se entere que le mentí y me mate, entra y ve a su cuarto, Roxie, Ethan no están, y mi marido tampoco así que quedas solo ¿Sí?, siéntete como en tu casa.

—Esta bien Scarlett, gracias.

—Espero que valga la pena, ¿Te das cuenta que nos va asesinar si se entera que estás aquí y que yo fui tu cómplice?

—Sí lo sé— digo riendo.

—Ok ya me voy, mi muerte será más tarde que la tuya— me saluda y se va.

Entro, cierro la puerta y voy a la cocina a tomar un poco de agua que tengo mucha sed.

Termino de tomar y subo al cuarto de Ámbar.

Abro su puerta y un perfume masculino tapa mis fosas nasales.

—Agh Ethan, tu perfume es un asco— digo a la nada.

La ventana está abierta pero igual se siente el olor.

Lo ignoro y ya que está exploro mas detalladamente la habitación que la primera vez vine.

"Busca algo sobre Ethan" dice mí mente y asiento.

Abro el armario y hay una columna con la ropa de Ámbar y la otra con la ropa de Ethan.

Discretamente busco en su ropa cualquier cosa que sea importante.

Luego de 10 minutos no hallé nada.

Solo una netbook que al abrirla me pide contraseña pero no se me ocurre nada.

Hasta que... se me ocurre una.

Me siento en su pequeño escritorio para escribir.

"Ethan y Ámbar forever" pongo Enter y automáticamente me deja acceder.

—Que predecible Ethan, que predecible— murmuro rodando los ojos.

Voy a las fotos y abro un álbum que se llama "mi enana".

¿Qué dije? Sí ,predecible.

Lo abro y miles de fotos de Ámbar aparecen en mi campo de visión.

Todas son sacadas de distintos ángulos, en algunas sonríe, está enojada, triste, hasta ¿Exitada?.

Y ella nunca mira a la cámara. Osea que nunca se dió cuenta que le estaba sacando millones de fotos el acosador de su amigo.

Sigo bajando y me encuentro con unas de nosotros dos.

Estamos en el colegio, otras en ¿mi casa?, otras en mi habitación, y...

—¿Qué mierda?— digo.

Literalmente hay como diez o más fotos de los dos en mi habitación la última vez que ella fue y las fotos muestran que nos besamos, que la acosté en mí cama, empezé a besar su cuello y que luego ella se para porque se tenía que ir.

—Maldito psicópata— digo enojado.

Todo este maldito tiempo nos estuvo espiando.

Salgo de allí y entro a otro álbum que está archivado y llama mi atención porque se llama "los que terminaron y los que van a terminar"

El Miedo De Ámbar #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora