Capítulo 39: Sentimientos agridulces.

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Muchas fuerzas Hermosa Eli.



Miércoles, 22 de junio.

1 mes después.

Mierda. La puta arma se me trabó cuando estaba por disparar.

No sé si está vieja (porque la uso desde que entré acá) o qué mierda pero estaba apunto de revolearla al carajo cuando intentaba desarmarla y no podía. Me enojé tanto y estoy llegando a la oficina de Kev porque él si sabe y tiene paciencia para arreglar el problema.

Sobo mis brazos. El frío nocturno me puso la piel de gallina porque estaba disparando afuera.

Ahora vengo al curso a la tarde/noche (tipo 7 u 8) y vuelvo a las 00:00 porque a la mañana voy al instituto y todo el mediodía y mitad de la tarde hago toda mi tarea (incluso adelantada) para estar libre e ir todo el día si es posible al curso después de clases.

Mis notas subieron perfectamente desde que me puse al día con los trabajos, exámenes y demás. Todas son calificaciones sobresalientes. Los profesores me decían:

"Extrañabamos sus notas Sevedo. Amamos volver a poner dieses en sus tareas"

Yo solo me encogía de hombros diciéndoles:

"Semanas de mierda"

Como sea, volviendo al punto, estaba por quemarla a la puta Magnum.

La voz de Liam me desconcierta.

Porque está gritando prácticamente. Y a la vez se escucha la voz de Kevin.

¿Liam y Kev discutiendo?

Él volvió la semana pasada porque la rubia discutió con su papá y quería volver a París para descansar aunque sea un fin de semana. Mañana vuelven a California. Se encariñó mucho con mi mamá y como pasa todo el día en mi casa, ella le hace todas las comidas posibles y salen a comprar ropa casi todos los días. Creo que la rubia necesita algo maternal en su vida y mi mamá es la indicada para ser mamá sustituta de cualquier persona. Hasta de un adulto.

Me acerco cada vez más despacio. Porque soy chismosa, lo sé. Y tengo que escuchar esto. Se considera el chisme del año una discusión entre los dos.
Cuando llego la puerta de su oficina que está un cachito abierta, escucho atentamente.

—Pasaron 7 años Kevin, tienes que decirle la verdad. No soy quien para meterme pero el día de su cumpleaños me dijo que siente que eres su otro papá, que siente una conexión contigo— deja de hablar y pienso que sabe que estoy aquí pero no porque maldice al escuchar que Kev no le responde.

»Ella se da cuenta como la vez. Al principio me decía que era porque nunca tuviste hijos y la considerabas a ella como una. Pero el año pasado, no se incomodó, pero le pareció extraño como eres más flexible con ella, como le dices que la quieres, y un día pensó si tú sentías algo por ella.

—Mierda.

—Lo sé... Y solo le dije lo mismo de siempre, que la quieres como una hija. Pero luego volvió a preguntarme dias después de que fuéramos a Alemania y ya no sabia qué decirle. Dejo el tema pero Eli jamás se olvida de esas cosas. Eres muy obvio Kev. Debes decirle la verdad. La Hermosa Eli no se merece vivir en mentiras, ya pasó por mucho— ¿Así que está hablando de mi? ¿Y qué verdad?

—No me va a perdonar...

—¡Tienes que decirle! Piensa que eres su profesor y no tiene ni idea de lo que en verdad eres— cada cosa que dice Liam me confunde más y más. ¿Qué podría ocultarme Kev para que tenga miedo de que no lo perdone? Le perdonaría cualquier cosa a él. Es como mi papá. Nada proveniente de él me lastimaría, excepto sus golpes claro.

El Miedo De Ámbar #1 Where stories live. Discover now