Bienvenida a casa

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Jimin suspiró al ver los papeles, luego de dos años luchando por fin pudo obtener lo que quería, una pequeña sonrisa apareció en su rostro, tendrían a una pequeña corriendo por su casa.

Salió de su despacho para ir a la habitación que compartía con su pareja, quería darle la noticia lo mas pronto posible.

Cuando entró logró visualizar a su esposo jugando en su computadora, al instante supo que era Mario Kart, pues era el único juego que el alto podía jugar por horas y nunca aburrirse, rápidamente se acercó a este y lo abrazó por la espalda viendo como jugaba.

Cuando al fin acabó de jugar, Jin giro con la silla para poder ver a su esposo, a este le brillaban los ojos y tenía sus puños cerrados, esto junto a la gran sonrisa que dibujaba en su rostro, le indicaba que tenía alguna buena noticia por decir, no tuvo que preguntar o indagar, ya que el rubio lo soltó de inmediato.

— ¡VAMOS A SER PAPÁS!- SeokJin abrió la boca del asombro y rápidamente se agachó para pegar su oído al vientre del menor.

— Ya puedo sentir sus pataditas.

— No, idiota, ¡nos van a dar a Yongsun, el orfanato y el gobierno accedieron a darnos a la niña!- su emoción hizo que diera saltitos y se agachara a abrazar a su esposo.- al fin seremos papás

SeokJin rodeó al menor por la cintura, escuchaba a su minnie llorar y era válido, habían estado luchando constantemente para obtener a aquella niña, en algunos casos pelearon con el gobierno por que este no accedía ni aunque tuvieran todos los requisitos.




[☀]



Yongsun tomó sus cosas tal y como lo había indicado la hermana, sabía que tendría padres pero no sabía quienes eran, pues muchos matrimonios habían ido a visitarla la última semana y alguno de ellos tuvo que haberla adoptado.

Cuando volvió con la hermana esta la guió por aquel pasillo en el que había visto a varios niños irse y nunca volver, estaba emocionada y ansiosa por lo que no dejaba de comerse sus uñas, la hermana le había dicho que eso era malo y dejará de hacerlo pero no pudo.

Cuando estuvieron frente a la puerta que revelaría a sus padres la hermana se detuvo y se puso a su altura.

— Mi niña, fue un gusto tenerte aquí, recuerda que pase lo que pase nunca debes apagarte, mi solecito, espero que Dios te acompañe por todo este camino y te llene de bendiciones siempre.- dijo mientras la persignaba, Yongsun podía ver como los ojitos de la hermana se llenaban de lágrimas.

— Hermana Jisoo, me gustó estar aquí con usted, usted era la única hermana que quise de verdad y espero verla otra vez cuando sea grande.

Yongsun habló con la verdad, a diferencia de las otras hermanas, Jisoo era la única que no trataba mal a los niños y siempre estaba dispuesta a cuidarlos y jugar con ellos, cuando un niño hacía algo "del demonio" (según la madre superior) ella les decía que no se preocupen que Dios siempre les perdonaría hasta lo imperdonable. Tampoco mintió cuando dijo que la visitaría cuando sea grande.

Cuando la hermana se levantó, Yongsun acomodó el vestidito que le habían puesto y ambas se tomaron de la mano e inhalaron profundamente, abrieron la puerta y la cruzaron encontrándose con dos hombres, uno de ellos era mas pequeño que el otro y tenía el cabello rubio, su sonrisa hacía que sus ojos desaparecieran, el otro era alto, de cabellera negra y con los hombros anchos, ambos se veían felices y simpáticos, Yongsun sonrió.

— Buenos días.- habló la hermana.- soy la hermana Jisoo y por problemas, la madre superior no pudo presentarse, sin embargo yo les entrego a su nueva hija.

Yongsun, quien había recordado quienes eran los chicos, sonrió y salto a abrazarlos a ambos, eran mimi y jinnie, sus amigos que por alguna razón no habían ido a visitarla en los últimos meses, estaba feliz de que aquellos fueran sus padres.


[☀]


Habían llegado a casa luego de salir a comer a un restaurante como festejo por la nueva miembro de la familia, cuando estacionaron el auto frente a la casa, Yongsun solo pudo pensar que su nueva casa era un castillo, era grande y llena de plantas, tanto flores plantadas en el césped hasta macetas colgadas y alguna planta pegada a la pared.

— Veo que te gusta-habló el rubio.-, son enredaderas y hay más atras.- Yongsun sonrió en grande al escuchar aquello.

— Bueno, bienvenida a casa, pequeña.- Dijo Jin para luego abrir la puerta y dar acceso a la pequeña, dentro se encontraban algunas bolsas de regalo, supuso que eran para ella por aquel empaque infantil.

— Yonyon, ¿qué sucede? ¿no te gustó?- cuestionó Jimin al verla llorar, ella solamente negó

— Estoy feliz por que al fin tengo familia.- Dijo con la voz entrecortada por el llanto

— Bebé, ven aquí.- SeokJin la abrazó seguido de Jimin.

Todos estaban felices de al fin tener una familia.

Dulce minnie » [JinMin]Where stories live. Discover now