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Canción en multimedia: Cigarettes after sex - affection 🎵 🎶



♡ Lunes, 08 de febrero de 2010




Al abrir los ojos, lo recibió el cruel frío mañanero y el humo de algún cigarro que alguien había apagado recientemente. Por un momento, no supo dónde se encontraba y el dolor en su cabeza le obligó a cerrar los ojos, incapaz de sobrellevar la tenue luz que se colaba por las ventanas.

No estaba solo. De hecho, podía decir que nunca había estado tan acompañado; compartía el incómodo sofá en el que había despertado con Ji-ho, y tal vez ese a sus pies era Han Bin. Quizá todos los que se encontraban en aquella sala también habían saturado su cuerpo de porquerías y por consecuente su sistema nervioso no funcionaba correctamente.

Se frotó los ojos mientras bostezaba. Estaba mareado, dolorido y la resaca no iba a pasársele con un par de aspirinas. Poco le importaba, de todas formas. Taehyung hacía mucho tiempo había dejado de preocuparse por él mismo y su desordenado estilo de vida.

Con suerte encontró su celular en el bolsillo del pantalón. Mensajes, llamadas perdidas y correos de voz llenaban su bandeja, pero no de la noche anterior, por supuesto, sino desde hacía casi dos días. Uf, qué pesados. ¿Acaso no podía tener un momento de diversión tranquilo?

—Al fin despiertas —No fue un grito, pero la voz resonó en la sala como si Hoseok estuviera usando un megáfono para hablar; Taehyung le miró con los ojos entrecerrados y una expresión fastidiada—. Toma esto.

Le tendió un porro a medias de marihuana. Sí, tal vez necesitaba eso y no una aspirina. Después de darle una calada, Taehyung volvió a sentarse en el sofá y se sintió considerablemente mejor.

—Santo Dios. ¿Por qué siento que me duele cada nervio? —se quejó—. ¿Hoy es lunes? No puedo recordar absolutamente nada del fin de semana.

—No hay novedades. Ah —Hoseok pareció recordar algo—, Chaewon terminó contigo después de lanzarte una lata de cerveza. Llena.

—¿Uh? ¿Terminó conmigo?

El pelinegro asintió varias veces mientras exhalaba el vaho dulzón de su porro.

—Yep. Estaba muy molesta porque no querías salir de aquí y dijo que eras un idiota inmaduro, entre otras cosas.

—Ah —Taehyung lanzó su cabeza hacia atrás y dejó salir una carcajada silenciosa—. Da igual, ella volverá rogándome.

—Cállense —gruñó la desparramada figura de Ji-ho, acurrucándose contra sí mismo en un intento por buscar comodidad en el sofá—. Hay gente intentando dormir, carajo.

Hoseok le hizo una seña a Taehyung y el chico meneó el porro frente a la nariz de Ji-ho, y como si se tratara de un perro olisqueando una croqueta, el chico abrió los ojos en busca de la fuente del peculiar olor, provocando carcajadas en sus amigos. Finalmente, el rubio se rindió a la tentación y se sentó para fumar con ellos, aunque su resaca no le permitía siquiera abrir los ojos.

—Seh, yo recuerdo perfectamente la cara de Chaewon mientras jugaba tiro al blanco con Taehyung, fue chistoso —murmuró el rubio con la voz ronca.

—Se los digo, va a volver rogándome. Ni siquiera es tan buena en la cama. No sé qué la hace creer que es imprescindible en mi vida —bufó Taehyung rodando los ojos.

The village - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora