Capitulo 2: ¿Que pretende?

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Era ni más ni menos, el chico que me miraba en la cafetería, no sé porque solo al verlo, sentí un gran nerviosismo. Era realmente apuesto, pero no podía confiarme en un completo extraño. “¿Así que eres casada?” dijo lanzándome una extraña mirada, “¿Como lo sabes?” pregunte sin pensar.

- El anillo…

Levante mi mano y lo contemple.

- Cierto perdona...

- Y… ¿Vives por aquí cerca?

- Sí... - dije tomando mi carrito y caminando un poco por el largo pasillo.

- Hey no me tengas miedo - dijo caminando a mi lado con su canasta de mandado - Solo quería ser tu amigo

- ¿Así? - dije incrédula.

- Si - dijo cerca mío - Te he visto varias veces en Coffe Place… y te me haces una chica muy interesante…. - dijo con esos ojos color avellana.

- Oh… claro… - dije un poco nerviosa.

¿Porque me sentía de esta manera?.... Es un chico guapo y apuesto, lo admito. Pero yo tengo mi marido, aunque bueno, no tengo amigos aquí, y no vendría mal uno. Le di mi dirección, pero no la anoto, cosa que se me hiso raro. “Tranquila lo recordare”… Dijo con una voz muy sensual. Seguí buscando cosas y luego fui a pagar todo.

Me sentía extraña, había algo que no cuadraba en todo esto. De la noche a la mañana lo vi, ¿Como es que dice que siempre me ve?. Fue ahí donde dude si hice lo correcto… Metí todas las bolsas a mi auto y conduje a casa. “Porque le diste la dirección _____” me regañaba a mí misma.

* * *

Llegue a mi casa, baje todas las compras y fui acomodando cada cosa en su lugar. Deje mi chaqueta en el sofá de la sala y me incline hacia la repisa para prender el estéreo, ya que estoy sola en casa, no hay nada mejor que escuchar música mientras empiezo a cocinar. Pase mi mano por mi brazo, señal de que tenía algo de frio. Vi de reojo la chimenea que tenía en la sala. Si este departamento tenia de todo, pero nunca me ha gustado prender la chimenea cuando estoy sola, me da algo de miedo. “Con el calor de la cocina se me quitara el frio” pensé de momento, una vez que subí un poco el volumen del estéreo me dirigí a la cocina.

* * *

No era la primera vez que Jason me quedaba mal, pasaron dos horas y el no llego a comer conmigo. La verdad sentía unas ganas inmensas de llorar. Había preparado lo que más le gustaba y no llego, al parecer otra junta se interpuso entre nosotros. Las canciones del estéreo sonaban en mi cabeza, una y otra vez.

¿Como será tener a tu marido en las tardes?... ¿Porque últimamente pienso mucho eso?...

Un pequeño golpe se oyó en mi puerta, me levante esperanzada, será que Jason pudo salir de la junta?..

- Hola ______ - dijo sonriente.

- ¿Riker? - dije incrédula.

- Te dije que no se me olvidaría… ¿Puedo pasar?

Vi como tenía una ligera capa de nieve en su abrigo.

- Claro pasa… ¿Ya empezó a nevar?

Se sacudió el abrigo y entro.

- Si… está bajando la temperatura muy rápido…

- Perdona, la casa esta fría porque no me gusta prender la chimenea cuando estoy sola

- Pero he llegado yo - dijo bromeando.

- Vale… entonces la prenderé…

- Te ayudo linda…

El que me dijera linda me recordó a Jason. Acepte su ayuda y juntos prendimos la chimenea. No sabía en verdad que hacia el ahí, pero por un momento me gustó la idea, no tenía con quien hablar a veces, y el llego como caído del cielo. “¿Quieres comer conmigo?” dije sin pensarlo. ¿De verdad lo había invitado a comer?... “Sería un honor” dijo dedicándome una bella sonrisa, esa sonrisa que derrite a cualquier chica. Busque la vajilla y serví dos platos con comida que luego deje delicadamente en la mesa, serví dos vasos de agua de sabor y ambos nos sentamos a comer.

- Así que tienes 23…

- Sí, estoy viejo - dijo sonriendo.

Me rei. 

-No… mi esposo tiene tu edad…

- Oh si Jason dijiste ¿Verdad?... y el ¿Está trabajando?

- Si, bueno… me dijo que vendría a comer, pero le salió una junta a última hora… - dije algo desanimada.
- Oh… ya veo… eres muy buena cocinera - dijo cambiando el tema.

Sonreí levemente.

- Gracias

- El se lo pierde… - dijo de pronto.

- Y tu…. ¿Trabajas? - cambie el tema.

- Director general en una maquiladora…

- El mismo puesto que mi esposo…

- En efecto, solo que en otra empresa

- Y… ¿No te la pasas ahí todo el día? 

- No, tengo subdirectores que me ayudan en todo el proceso…

- Oh…

Si él puede hacer eso, ¿Porque Jason no lo hace?. Es el jefe! Muy bien puede tomarse un descanso y estar con su esposa. Terminamos de comer, levante los trastes y los lleve a lavar… “Déjame ayudarte” escuche detrás de mí, me espante en el momento en que me voltee y vi a Riker muy pegado a mí, podía sentir su respiración en mi hombro… “N-no así… a-así está bien” dije volteando de nuevo viendo el agua correr por el plato. Puso sus manos sobre las mías, ayudándome a limpiar, ahora me encontraba entre él y el fregadero. Empecé a sentirme algo nerviosa e incómoda, pero no le dije nada… ¿Porque no le dije nada? Es que ¿Me gusto que fuera así conmigo?... Recuerda _____ tienes esposo…

* * *

Termine de limpiar como pude, Riker siguió en la misma posición hasta que me moví, regresamos a la sala, pero tenía un sentimiento extraño. Confusión, nerviosismo, y tal vez deseaba muy dentro de mí que Jason fuera como Riker. Seguimos platicando por un rato, es un chico muy atento, tenía una mirada que me hacía sentir mariposas recorrer mi cuerpo. Oh vamos _______... No te guíes por una cara linda…

- Bueno entonces me retiro… - dijo caminando a la puerta.

- Gracias… por venir… - dije dudosa.

- De nada…

Tomo la perilla de la puerta, mientras yo me encontraba justo atrás de él pero en un ágil movimiento ahora me encontraba entre la pared y el. Una de sus manos estaba contra la pared y la otra yacía en mi cintura. “¿Q-que haces?” dije nerviosa. “Shh… hare que te sientas querida por un momento” dijo rozando su respiración cerca de mi cuello. No podía hablar, me encontraba tiesa sin saber que responderle, de un momento a otro la mano que estaba en la pared fue a dar a mi cuello, llevándome a sus labios que rozaron los míos en un dulce beso. Como estaba congelada por la impresión, no correspondí su beso… Pero su mano que se encontraba en mi cintura, me pego mucho más a él, haciéndome sentir extraña, tomo mis manos y llevo mis dos brazos hacia su cuello… logrando así que estuviéramos más pegados, podía sentir su cuerpo caliente junto al mío, puso su mano tras mi cabeza, obligándome de poco a poco a aceptar su beso.

"Amantes Compartidos" (Riker Lynch y Tu) (HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora