"Amantes Compartidos" (Riker Lynch y Tu) (HOT)

Capitulo 1: El chico de la tienda

El viento fresco pasaba por las copas de los árboles, anunciando con ello, la llegada del invierno. Entre a una de las mejores cafeterías de Nueva York, muy acogedora con un buen ambiente, el lugar perfecto para sentarte a tomar o comer algo delicioso, mientras piensas que hacer con tu vida. Busque el mejor lugar cerca de las grandes ventanas, con una gran vista de la ciudad, me quite mi chaqueta de cuero negra, dejándola delicadamente en el respaldo de mi silla; un mesero amablemente de acerco a tomar mi orden…”Un café regular por favor”… Anoto en su pequeña libreta…”Puedo ofrecerle algún postre?” dijo volteando un pequeño menú que yacía en mi mesa, lo mire detenidamente….”Un pay de queso” sonreí amablemente, el me devolvió el gesto y se marchó, dejándome sola con mis pensamientos. Mire detenidamente la ventana, el cielo podía verse un poco nublado, el viento seguía moviendo las copas de los árboles, y algunos pajaritos empezaban su recorrido al sur. El mesero dejo mi orden en la mesa, y volvió a dejarme sola, como normalmente lo estaba, fui endulzando el café a mi gusto.

Tenía 21 años y ya me encontraba casada, mi esposo llamado Jason Crawford, tiene 23 años y a su corta edad heredo una gran empresa distribuidora de productos electrónicos. Nos conocimos en una fiesta, nos enamoramos y ahora estamos casados, aunque no todo es color de rosa. El casi no está en casa, ya que se la vive en su trabajo. Mientras que yo vivo encerrada en casa, limpiando y dejando todo impecable para cuando el vuelva. A veces pienso que si en verdad Jason es el amor de mi vida, si es que hice bien en casarme con él.

Tenemos casi dos años de matrimonio, y aun así no hemos tenido la fortuna de ser padres, tal parece que él es estéril, ya que estudios revelaron que yo estoy muy bien. Mi mayor deseo es ser madre, pero no creo serlo con Jason…. Vivimos en un gran departamento, una gran sala comedor, una cocina, dos recamaras y un baño con una gran tina.

A pesar de tener algunos lujos, me siento muy sola. Cuando nos casamos nos mudamos a esta gran ciudad, para que él se encargara de su empresa, y a consecuencia de eso deje a mi familia y amigos. Pero ahora los extraño más que nunca.

- ¿Le ofrezco un poco más de café? - dijo sacándome de mis pensamientos.

- Si, gracias

Mi taza se encontraba casi vacía, y llevaba mi rebanada de pay a la mitad, el mesero me sirvió más café y luego siguió atendiendo otras mesas. Mi corazón comenzó a latir en el momento que me sentí vigilada, no era el mesero, ni tampoco nadie de la cocina. Entonces gire mi cabeza, mirando disimuladamente hacia los demás clientes, y entonces lo vi…

Un chico apuesto, con un increíble cabello rubio platinado, una piel blanca perfecta, traía unas pequeñas gafas que se puso para leer el periódico, esquivando mi mirada. Parecía el hombre perfecto para cualquier chica. Mi vista regreso a mi café, que tome enseguida, pedí la cuenta y le pague al mesero. En verdad que la noche estaba cayendo y con ella el frio invierno.

Salí del local, poniéndome mi chaqueta, saque mi cabello y lo acomode dejándolo caer sobre mi pecho. Mientras caminaba por la gran calle, tomaba con una mano el tirante de mi bolsa…

Llegue al departamento, siendo casi las 6 de la tarde. Como siempre no estaba el auto de Jason, él siempre llega como a las 8 de la noche, cena algo ligero y luego ve un poco de televisión o se va a acostar. Saque las llaves de la bolsa, y me dio un presentimiento extraño, voltee a mirar a mi alrededor, Sin encontrarme a nadie… “_____ solo estas alucinando… Debe ser por el café” Saque las llaves de mi casa y las puse en la cerradura. “Hogar dulce hogar” dije entrando y cerrando la puerta. Deje mi bolsa en la mesita de centro de la sala. Saque mi celular y le marque a Jason…

- Hola linda

- Hola amor... Ya mero vienes ¿Verdad?

- No lo sé linda, a lo mejor llegare tarde… No me esperes

- ¿Seguro?

- Si… descansa, yo llegare más tarde

- Bueno, está bien… te amo

- También te amo linda

Otra vez cenare sola… Me acosté en el sofá por un momento… Jason es muy apuesto, esbelto con muy buen porte, su cabello es castaño obscuro y unos bonitos ojos color café. Jason nunca ha sido tan atento conmigo, en el sentido de ver que sea realmente feliz, como dije anteriormente el solo piensa en que la empresa progrese, y a pesar de tener gente que ayuden, el sigue siendo el jefe y lo comprendo. Pero últimamente ya no me trata como antes, me abandona por juntas, porque se le junto trabajo o cualquier cosa. Estaba perdiendo los mejores años de mi vida, pero ¿Que podía hacer?.

* * *

Desperté y lo primero que pude oír era el ruido del agua cayendo de la regadera. Si Jason estaba en casa, ya estaba arreglándose para ir a su trabajo, me levante inmediatamente, debía prepararle su almuerzo. Normalmente me dormía solo con un short y una blusa de tirantes, así que solo me puse mis sandalias, recogí mi cabello en una coleta y me dirigí a la cocina. Bostece mientras prendía la cafetera, eran 7:30 de la mañana, era mi rutina de todos los días, levantarme a esta hora para atender a mi marido, sin embargo era agotador.

- ¿Linda? ¿Donde estás?

- En la cocina Jason - dije mientras batía la comida en la sartén.

- Creí que no ibas a levantarme - dijo dejando un beso en mi mejilla.

- Debo hacerlo… ¿A qué hora llegaste anoche? No te sentí…

- Como a las 11, si estabas bien dormida - dijo sirviendo su café en una taza - ¿Harás algo hoy?

- Pues no lo sé… A lo mejor traeré algo de mandado

- Me parece bien, sabes que no me gusta dejarte sola, pero es por el trabajo - dijo tomándome de la cintura. 

Serví su comida en un plato.

- No te preocupes - sonreí levemente - Te entiendo

Ambos comenzamos a desayunar, puedo ver que en verdad Jason le gustaría pasar más tiempo conmigo, pero a veces me da una duda. Algo sin explicación. Después de que Jason termino de comer, lo acompañé a la puerta de la casa. “Vendré a comer” Dijo sonriente y juntando nuestros labios en un cálido beso. “Te esperare”. Una vez que se fue, me metí a bañar, para luego buscar que ponerme, todavía no estaba tan frio el ambiente, así que podía pasearme en toalla por mi cuarto, saque mis jeans negros favoritos, busque una blusa de manga larga azul rey, me puse mis botas y tome mi chaqueta negra.

Volví a asomarme en la cocina viendo que me faltaba para comprar, vendría Jason para comer, así que haría algo rico para comer ambos. Hice una pequeña lista, para que no se me olvidara nada, me puse mi chaqueta y tome mi bolsa de la mesa. Camine hacia mi auto, si en efecto, tenía auto, pero a veces me gustaba salir a caminar como ayer en la tarde.

* * *

El supermercado quedaba cerca de casa, así que rápido llegue. Tome un carrito y comencé a buscar las cosas que necesitaba para llevar a casa. No había mucha gente ya que eran ya las 9 de la mañana de un viernes. Ya tenía medio carrito lleno, siempre suelo ir un día a la semana por cosas para la casa, hace mucho que Jason ya no me acompaña a hacer estas compras, y ver parejas buscando cosas aquí, me da algo de tristeza. Llegue al pasillo de salsas, busque bote por bote, fila por fila. Hasta que por fin di con la salsa especial que me encanta. Increíble para una pasta, tenía un sabor único y diferente.

Pero cuando estuve a punto de agarrar el primer bote una mano se topó con la mía, un roce tan delicado, que despertó en mi un sentimiento extraño, voltee a ver de quien se trataba y pude admirar a un chico de gafas obscuras que siento a verlo visto antes. “Oh lo siento” dijo quitando su mano y llevándosela a levantar sus gafas, entonces pude ver que era aquel chico del café. Me miraba con mucha ternura y me mostraba una gran sonrisa.

- Está bien no importa - me quede embobada viendo su linda sonrisa.

Tomo la lata de salsa y la depósito dulcemente en mi carrito.

- Aquí tienes hermosa, ¿Cómo te llamas? 

- _______ - dije sin dudarlo, quise preguntarle su nombre pero las palabras no me salieron de la boda.

- Un placer ______ - tomo mi mano y deposito un dulce beso en ella que me estremeció - Mi nombre es Riker... Riker Lynch… - Dijo con una sonrisa triunfal.