Caballeros de la Muerte: Unleashed.

Libro 1 - 4: Despejado

_A la mañana siguiente. Cuando todo el humo y el polvo desapareció y dejó visible al Sector S, los resultados del combate eran obvios. El demonio era invencible para un simple caballero de la muerte, el encuentro duró toda la madrugada siendo una batalla sin cuartel, quién iba de lleno contra el Demonoide era el Caballero de la Muerte Din Xenott, aliado de personas dispuestas a proteger lo que les pertenece al igual que a sus hogares. Civiles con la simple intención de ayudar a quién se esforzaba por ellos en tal momento de crisis. Simples voluntarios que no querían muertes en su hogar. Dicho combate, luego de todos sus preparativos y estrategias para evitar al demonio antes del combate real, con suerte retardaron el encuentro unas horas, pero el combate real inició a las 1:25 am para dar por finalizado a las 4 am. Gran parte del Sector S quedó hecho ruinas al igual que las zonas boscosas alrededor, pero gracias a los enormes esfuerzos y sacrificios del aquel poco reconocido caballero de la muerte, la destrucción quedó en estructuras y no en victimas. Han pasado varias horas desde el enfrentamiento brutal de un solo Caballero de la Muerte, 5 Valientes y un Oficial Sectorial contra un Demonoide Etapa 3. Tal era su poder que con un roce de su garra creaba una fuerte corriente de aire capaz de arrastrar partes de casas consigo.  A mitad del combate, cuando ya se iba decantando la derrota del Caballero de la Muerte, Din Xenott. Un enorme destello irrumpió el encuentro e hizo perder el equilibrio del Demonoide pero sin hacerle daño evidente, dicho destello liberó una onda expansiva que mandó a volar a todo aquel en un radio de 30 metros cercanos al demonio, y seguido del destello, un grupo de 5 Líderes de Escuadrón Ofensivo se mostraron en escena junto a sus propios escuadrones, cada uno bajo la orden de atender, evacuar y proteger a los civiles mientras que los Líderes hacían frente al Demonoide.

_Segundos antes de ocurrir el destello, Din Xenott, el Caballero de la Muerte a cargo de la escena en ese entonces, se estaba quedando sin fuerzas, incluso había soltado su espada accidentalmente, misma espada por la que perdió su fuerza y poco antes de caer al suelo derrotado, la onda expansiva lo empujó en línea recta contra la barrera de sus aliados, siendo atrapado por ellos y puesto junto a Meri mientras que los Arcanos y Estelares reforzaban lo más duramente posible esa barrera. Los de ondas hacían lo posible por contrarrestar las ondas que venían de la explosión contra ellos, de no ser así, habrían salido disparados también. No hay mucho que aclarar en cuanto si Din estaba realmente demente al enfrentarse casi por si solo a un Demonoide Etapa 3, pero lo ocurrido con Noma es un misterio aún. Se le logró purgar del demonio sin daño interno alguno, y luego del combate, fue llevado a tratamientos intensivos junto con el héroe de esa noche, Din Xenott. Los días pasaban y ninguno de los dos despertaba, pero sus heridas se iban curando lentamente. Día tras día; los protagonistas de esa noche seguían en coma debido a tal combate brutal. Día a día llegaban visitas para ambos, y tal como estaban cuando iban a verlos así estaban cuando sus visitas se iban, en coma. Sólo una de esas visitas se quedaba desde que estaba permitido ir a verlos en el día hasta donde estaba permitido en la noche.

Meri: (Ya se hace muy tarde... Debo irme a casa antes de que vengan a decírmelo)

_La chica cazarecompensas terminaba su horario de visitas un mes luego del enfrentamiento.

Meri: (Esos dos siguen en un coma severo y el doctor no sabe cuando despertarán)... Y todo porque le dije que saliéramos...

_Caminando por los pasillos, bajando las escaleras y caminando entre la gente, la chica resaltaba a simple vista por su hermoso cabello blanco y corto. Tonalidad de blanco el cual iluminaba con el mínimo rayo de luz que se reflejara en él. Llamaba la atención de todo con el que se topara, y fue esa también la razón por la que ocultó su fenómeno genético usando Energía Caótica. El rosado de sus mejillas se estaba perdiendo y llevabas lentes oscuros para cubrir ojeras y sus ojos rojos. Día tras día, al cuidado y a la espera de que alguno de los dos despertara.