El Nuevo Reino [Zelink]

Rᴇᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴏ ᴄᴇɴᴛᴇɴᴀʀɪᴏ (Prólogo II)

∆Link∆

El cielo que se había puesto rojo y nuboso a causa de la concentración de tanta maldad y odio de el espíritu de Ganon, que ahora estaba sellado así que las nubes y el color carmesí poco a poco se disiparon.

En ese momento pensé:
Es cierto!
Zelda!

Volteé mi mirada rápidamente hacia ella, que estaba a 50 metros de mi, corrí hacia ella, Zelda miraba hacia el castillo.. Supuse que estaba devastada por todo lo ocurrido estos 100 años, todo lo que se había perdido, pero sobre todo, nuestros amigos, Daruk, Revali, Mipha y sobre todo quién cuido de ella, Urbosa.. también el rey había muerto y toda su gente igual..
Estaba tan absorto en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que estaba ya a 5 metros de ella, el viento soplaba con fuerza, me quede plasmado ante esa escena, Zelda de espaldas mirando hacia la arboleda, que más atrás tenía el castillo y los 4 pilares; rompiendo el silencio
Zelda, tranquila me dijo:
- Durante todo este tiempo, nunca he dejado de vigilar tus pasos y admirar tus esfuerzos.

Me acerque hacia ella, ya no había nubes, el cielo estaba celeste y el sol radiante, tanto que se reflejaba en su largo pelo.

Con unos segundos de silencio luego dijo:
- Estaba completamente segura de que tu destino era vencer a Ganon de una vez por todas.

Lentamente giro su cuerpo hacia mí, tenía un calzado que dejaba al descubierto sus pies, que se entrelazaba con tiras de cuerdas hasta unos centímetros más altos que sus tobillos, su túnica blanca para rezar, sus brazaletes de oro en sus muñecas, un medallón que hacia la función de broche dorado con el símbolo de la Trifuerza en su pecho y un collar igualmente dorado como su cabello; con sus mano juntas a el pecho y con una mirada cabizbaja me dijo:

- Gracias, Link

Volteando su cabeza, mirándome con gratitud y su cuerpo envuelto con la luz de el sol que en ella brillaba cálidamente me dijo con una voz dulce:

- Héroe de Hyrule...

Después contoneando delicadamente su cabeza hacia un lado en señal de pregunta y torciendo sus labios en una sonrisa pequeña, dijo curiosa:

- Dime... ¿te acuerdas de mí?