El camino fue silencioso, algo a lo que no estaba tan acostumbrado. Sorprendentemente, no era nada incómodo. Supongo que con JaeMin era así, todo lo que tenga que ver con él era agradable. Al principio tuve mis dudas, desde que había llegado al instituto compartí habitación con TaeIl y el que me dijeran que de la nada mi compañero iba a ser otro que no conocía me puso de mal humor. Ahora que ya han pasado unos pocos días desde eso, me di cuenta de que Nana era un buen chico. De hecho, me recordaba mucho a Moonie. Ambos tenían ese carácter suave, aunque el mayor era mucho más bromista que el castaño.

Lo primero que distinguí fue la cabellera rubia de WinWin. Me acerqué con pasos más acelerados hacia dónde estaban y al llegar noté que también se encontraba Johnny allí.

—¿Qué haces aquí? —pregunté tan pronto como llegué.

—Wow, un poco más de respeto no te haría daño eh. —rodeó mis hombros dándome un apretón.

—Perdón hyung, ¿qué haces aquí? —seguí hablándole informal para molestarlo.

Me dio un ligero empujón en el hombro. Me dejé caer como si me hubiese empujado más fuerte para darle dramatismo a la situación. Él solo rió y JaeMin tensó su agarré en mi brazo. Oh claro, a él no le gustaban mucho los alfas.

—Solo vine a asegurarme de que estén todos bien antes de partir. —miró mi mochila con una ceja alzada— Espero lleves algo más que solo tu billetera en esa mochila.

—Esta vez traje una botella de agua. —dije orgulloso.

—¿Nada más? —frunció el ceño listo para regañarme.

—Hyuck, ya hablamos sobre el llevar más cosas necesarias. —me reprendió TaeIl.

—No se preocupen, este chico de aquí lleva todo un kit de supervivencia en su mochilita. —señalé con la cabeza al menor.

Todos miraron a JaeMin y me volteé para sonreírle. Se veía como un cervatillo asustado con sus ojos grandes tan abiertos y la boca en un ligero puchero.

—Y-Yo...

—Eso es bueno, al fin alguien que sabe la importancia de llevar lo suficiente. —felicitó Johnny sonriéndole cálidamente.

—Chicos, será mejor que nos vayamos ahora si queremos regresar antes del anochecer. —aconsejó WinWin.

Johnny miró la hora en su reloj de muñeca y asintió. Al parecer ya eran las dos y teníamos planeado volver a las siete, máximo siete y media. Con las dos horas de ida y vuelta, nos quedarían como tres horas para comprar. Debíamos ser rápidos.

—¿Seguro que no quieres que vaya? —le preguntó a TaeIl.

—John, ya hablamos sobre esto, confía en mí. Aparte, necesito a alguien que vigile que todo esté en orden mientras no estoy.

—Ten mucho cuidado. Tengan mucho cuidado. —habló con voz fuerte y clara para que todos lo escuchemos— No se separen por nada del mundo y asegúrense de no perder ninguna de sus pertenencias. Que no se les pase la hora eh.

—Ya ya, Johnny hyung. Nosotros cuidaremos a Moonie. —dije usando voz más aguda.

Ambos se sonrojaron. TaeIl se veía tan bonito todo rojo y avergonzado que no pude resistirme y le di un sonoro beso en la mejilla. John simplemente rió y negó con la cabeza.

Nos despedimos ahora sí definitivamente y subimos a la camioneta. TaeIl fue de copiloto y SiCheng, JaeMin y yo tuvimos que acomodarnos para estar lo más cómodos posible. Se venían unos largos minutos sin estirar las piernas. Trataría de dormir un poco para recuperar las horas de sueño.


Tenebris Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz