Capítulo 1: Llave al Paraíso

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Oficina de prensa del canal TV10 – Día

Ana Salazar estaba sentada en su escritorio, tipeando algo en su fiel Notebook, mientras que su compañero de trabajo, el destacado periodista Diego Miranda miraba en el televisor la teleserie de la tarde "Amores dormidos", sentado en su gran silla de trabajo, tomando un café. En el fondo sonaba la música que marcaba el inicio de las tandas comerciales de la telenovela.

–¡Diablos, justo cortan la teleserie cuando Johanna iba a contar la verdad de su pasado a Luis Patricio! –exclamó Diego.

–¿Cuándo vas a parar de ver esa mierda en la tele? –ironizó Ana, sonriendo.

–¡Hey! ¡Mira que dan ahora! –dijo sorprendido Diego, apuntando al televisor–. No puedo creer que sigan con esto.

En la pantalla apareció la popular modelo Susana Abarca caminando por la Calle Colonial del Condominio, rodeada de las exclusivas casas, algunos árboles, y un auto estacionado al fondo.

–¿Quieres vivir en el lugar de tus sueños? –dijo Susana, sonriendo a la cámara–. Te invito a conocer el verdadero cielo... ¡Llave al paraíso!

En las imágenes aparecían las casas, luego la cámara entraba al interior hasta el living, donde Susana salía sentada en un gran sofá rojo, mirando con poses de diva de un lado a otro, moviendo con sensualidad sus largos cabellos castaños.

–Un amplio living comedor –dijo ella, poniéndose de pie sensualmente.

Ahora la cámara pasó a la cocina, y luego subió al segundo piso, dando vuelta por los dormitorios.

–Una amplia cocina, y tres hermosos y amplios dormitorios. Además tenemos áreas verdes y una hermosa vista al bosque de la ciudad –dijo ella, sentada en un columpio de la plaza–. ¿Quieres ser mi vecino, y vivir en un terreno celestial? ¡Llave al paraíso!

–No puedo creer que aun quieran vender esas porquerías –dijo, algo molesto Diego.

–Y con esa puta de rostro principal, aún peor –exclamó, dejando de tipear en el computador, Ana.

–¡Igual está bastante buena la modelito esa, así que no se me ponga envidiosa, y mejor siga trabajando!

– Oye Diego –dijo Ana, cambiando el tono a uno más serio–. ¿No ha vuelto a suceder nada raro en el condominio ese?

–No creo, pero tú sabes que esa tal Estela es capaz de acostarse hasta con el Presidente por mantener su imagen intacta –respondió él.

–Eso lo tengo más que claro, nunca le perdonaré lo que hizo, ha expuesto a demasiada gente.

–Yo tampoco Anita, yo tampoco –acotó Diego–. Y no sólo lo que hizo, sino lo que va a hacer en el futuro exponiendo a tanta gente a un nuevo accidente como el de los obreros.

           

Living Casa Piloto del Condominio – Noche

Álvaro y Estela estaban sentados en el gran sillón de cuero que cubría gran parte de la pared del fondo. Un fuerte ruido se escuchó desde el exterior, los perros comenzaron a ladrar. Álvaro se puso de pie inmediatamente, muy nervioso.

–¡Te dije que te calmes Álvaro, por favor! –pedía Estela–. Estás completamente paranoico con el temita ese de las muertes de los obreros.

–¡Pero tú sabes que no son sólo las muertes de los obreros! – contestaba un alterado Álvaro–. Tú sabes todas las cosas que han pasado y que hemos tenido que esconder.

(Terror, Suspenso) Llave al InfiernoWhere stories live. Discover now