Capítulo 1: Llave al Paraíso

Start from the beginning
                                    

[[6 meses después]]

Calle Colonial, Condominio – Día

La Arquitecta Estela Vergara se paseaba junto a su mano derecha Álvaro, entre las calles de su mayor orgullo, Llave al Paraíso. El joven anotaba en un cuaderno cada una de las cosas que Estela nombraba. La hora de entregar el condominio estaba cerca. 

–¡Está todo listo! –exclamó feliz Estela–.Las primeras familias ya pueden venir a vivir tranquilas.

–Tú sabes que no es tan así Estela respondió Álvaro, cerrando el cuaderno donde anotaba–.Te he dicho miles de veces que dejes este proyecto, algo no anda bien.

–Tú y tus sentidos extrasensoriales me tienen sin cuidado –dijo ella, prepotentemente–.¿Sabes cuánto tiempo llevo gestionando "Llave al paraíso"? ¡Son años, niñito! Todo está perfecto, y ese accidente no va a empañar este glorioso     momento. ¡Es algo que ya pasó!

–Tú sabes que no fue un simple accidente –reiteraba en su afirmación Álvaro–. Aún queda Víctor...

–Nosotros cumplimos eficientemente pagándole el sanatorio mental a ese enfermo. Quedamos bien frente a las cámaras, fuimos víctimas de un horrendo atentado ¿Qué más quieres? –preguntó desafiante Estela, imponiéndose como solía hacerlo frecuentemente.

–Que aceptes que hay algo extraño en esto –respondió tímidamente Álvaro–. Una bomba no deja cadáveres despedazados como los que encontramos aquella madrugada. Además Angelina tiene muchas pruebas en tu contra, ¡hasta cuando vas a seguir cegada!

–¡Ya! Me aburriste –concluyó la conversación ella, quitando el cuaderno de las manos de su ayudante–. Mañana a primera hora llegan las primeras familias, y el comercial comienza a salir hoy en la televisión. Te aseguro que en menos de un mes tendremos esta villa llena, la gente es de memoria frágil.

Álvaro bajó la cabeza y quedó pensativo allí durante algún rato. Estela siguió caminando con la frente en alto, segura de cada paso que daba, feliz y radiante. Mientras tanto su ayudante no pudo evitar recordar aquella conversación con la mayor enemiga de Estela.

Angelina caminaba por la Avenida Colonial de noche, junto a Álvaro.

–Lo que yo vi no pudo ser un atentado –dijo Angelina

–¿Y qué puedo hacer para demostrar lo contrario? –preguntó Álvaro, preocupado, mientras el ruido sus pasos se fusionaban con los de la abogada, al unísono–. No quiero continuar en esto, no quiero.

–Una sola cosa –respondió Angelina, deteniéndose súbitamente, dando la vuelta y mirando a los ojos al nervioso joven–. Que la estúpida de tu jefa de su brazo a torcer. Mientras eso no suceda, ella va a seguir interfiriendo, cambiando todo, y utilizando su poder para ello, porque sabe que la única prueba que existe es la del constructor...

–La cual queda inválida al ser un enfermo mental –interrumpió Álvaro a la abogada.

–Y los análisis no arrojan nada claro –concluyó ella–. Estamos perdidos.

–¿Aunque existan algunos cuerpos que jamás se hayan vuelto a recuperar? –preguntó Álvaro.

–Mientras no tengamos pruebas concluyentes, no podemos hacer nada, la justicia jamás se va a tragar el cuento de algo sobrenatural –respondió Angelina.

Una tímida sonrisa se dejó ver en el rostro cansado de Álvaro.

(Terror, Suspenso) Llave al InfiernoWhere stories live. Discover now