ʟᴀ ᴘʀᴏᴘᴜᴇsᴛᴀ || ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ | ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪóɴ.

Capítulo 9

«Final»
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Era el día. El día de la boda. Los adornos, el lugar, los invitados, la pareja, todo estaba listo.

A la hora del evento, JungKook saludó a la abuela y entre el su padre se dedicaron unas breves miradas.

______ aparecía con la música cliché de las bodas. Era común pero aún así no dejaba de verse hermoso.

La castaña caminaba por el pasillo del granero que le daba vista hacia el chico, se detuvo a pensar un poco sin dejar de avanzar y cuando llegó casi al final Lita se acercó y la continuó guiando para llegar a su destino.

Todos los miraban. La chica los veía a todos con esos ojos arrepentidos, transmitiendo su sentimiento en la situación. JungKook y ella compartieron miradas, de complicidad mezclada con cariño.

Ella llegó al punto junto al castaño, el que los iba a casar, es decir, Yeol, pidió amablemente que la gente tomara asiento en sus respectivos lugares a lo que todos obedecieron.

—Estamos reunidos aquí para dar las gracias y para celebrar uno de los momentos más importantes y maravillosos de la vida. Para reconocer la belleza,honestidad y generosidad del amor entre JungKook y _______,ante su familia y amigos.

Los susodichos se encontraban serios. Asimilando todo esto, todas las palabras que aquel hombre estaba diciendo.

—Porque su familia y amigos fueron los que les enseñaron a ambos a amar. Así que, es apropiado que los seres cercanos y queridos estén...—fue interrumpido.

La castaña alzó el dedo, en símbolo de pedir la palabra.

—en un susurro preguntó— ¿Tienes una pregunta?

—No. —negó rápidamente nerviosa.

—Levantaste la mano. —le recordó confuso.

El público esperaba expectante.

—No es una pregunta. Quiero decir algo...

—_____ —le llamó JungKook en voz baja.

—¿no puedes esperar hasta después? —hizo la pregunta Yeol.

—Ahm...no, no.—negó nuevamente.

Fue en ese momento en el que el hombre dio paso para que la castaña prosiguiera con aquello que quería decir. Ella dio vuelta y miró a los que estaban presentes.

Carraspeó la garganta.—Hola a todos. Muchas gracias por venir. —su voz le temblaba— Tengo un pequeño anuncio antes de la boda. Bueno, más bien es una confesión. —río nerviosamente.

—¿qué estás haciendo? —preguntó JungKook un tanto en forma de reproche.

—Soy Canadiense. Sí de Canadá, mi vida está expirada y estaba apunto de ser deportada. Yo no quería irme y dejar su hermoso país, así que obligué a JungKook a casarse conmigo.

—_____ detente.

—lo ignoró y continuó— JungKook tiene una ética profesional extraordinaria. —miró a los señores Jeon— creo que lo aprendió de ustedes. —asintió. —Durante tres años lo vi trabajar más arduamente que cualquiera de la compañía.Sabia que si amenazaba con destruir su carrera podría ser capaz de hacer cualquier cosa. —comentó no orgullosa de aquello. Espero un momento y continuó— Lo chantajeé para que viniera y les mintiera. —sus ojos se aguaron— A todos ustedes. Pensé que todo esto sería fácil de hacer, pero me equivoqué.